¿Qué? ¿Él me estaba diciendo eso a mí?
-Gracias, supongo. - Dije seca.
-¿Cómo has estado? - Dijo, ¿es que acaso intentaba tener una conversación conmigo? Estaba segura que sólo buscaba provocar a mi hermano.
-Bien. - Mentí y me fui a sentar con Fran.
-¿Qué ha sido eso?
-Pues no tengo ni idea. Creo que sólo provocaba a mi hermano.
-Bueno, igual ellos no te dejaban de mirar.
-¿Quiénes? - Dije, No, no, no, ¡ellos no por favor!
-Pues, ¿quiénes más? Tu hermano y sus amigos. - ¡Mierda! Ahora Fede se pondrá como loco, lo sé.- Intenta calmarlo.
-¿Calmarlo? ¡Imposible! No hay nada que lo calme. Bueno, el se.xo sí.
-Ni siquiera se te ocurra calmarlo, eh. - Dijo riendo.Yo solté una carcajada.
-¡Eres una tonta!
En la salida, estaba guardando mis libros junto a Francesca cuando Tomas se nos acercó.
¿Qué quería?-Violetta qué bueno que te encuentro.
-¿Qué pasa?
-Pues, me harán una fiesta de bienvenida en mi casa y me encantaría invitarlas. ¿Las veré allá?
-¡Sí! - Dijo Fran y le di un codazo. Travis nos sonrió y se fue.
-¡Francesca! ¿Por qué? Ni siquiera quiero ir.
-¿Podrías dejar de ser tan aburrida? Eso es justo lo que necesitas , una fiesta. Aparte, sabes como son esas fiestas de Tomas, va toda la escuela y todo se sale de control. Uh, ¡sí! ¡Fiesta, fiesta, fiesta! - Dijo cantando su canción ridícula cada vez que iba a una fiesta. Me tocará ir. Me acerqué a mi hermano que ya estaba en el carro, ¡sí! No tenía que esperar a nadie.
-Hola Federico. - Dije y el ni me miró. Ni siquiera me dijo algo.
Sólo quiero que las cosas cambien entre nosotros. La tensión se podía sentir. Sólo quería llegar a casa ya. Minutos después ya estábamos ahí. Me bajé y cerré la puerta de un portazo. Subí a mi habitación y suspiré, cerré la puerta. Me recosté en mi cama y lo único que podía pensar era en lo mucho que extraño a mi hermano, creo que hablaría con el... La puerta. Estaban tocando la puerta.
-Pasa.
-¿Podemos hablar? - Dijo Fede entrando y sentándose en mi cama.
-Sí, ¿qué pasa?
-Sólo, te quería pedir perdón. - Dijo mientras movía sus manos. Lo conocía a la perfección. Cada vez que hacía eso es porque estaba nervioso.
-¿Perdón por qué? - Dije haciéndome la que no sabía nada. Si sabia por qué se disculparía, sólo quería que empezara a hablar más nervioso que nunca, mezclando las palabras sin sentidos con un intento de pedirme perdón. No podía creerlo.
-Jo.der, por todo. Mi.erda, no sirvo para estas cosas pero perdóname, ¿sí? Por ser un im.bécil que nunca te apoya, porque sé que estás mal, pero no soy capaz de estar ahí... Mierda, soy un cobarde y... sí, tienes razón, estoy más pendiente de mis amigos y de otras chicas en vez de ti. Perdón por a veces dejarte sola en la escuela y hacer que te vengas caminando a casa, sé que no queda cerca y... estoy nervioso, ¿sí? Y bueno sí. Sabes que te amo Vilu, tú eres mi hermana menor y sé que puedo ser muy impulsivo e incluso celoso porque no quiero que nadie nunca te haga daño, nunca. Y perdóname, no soy el mejor hermano - Él, él estaba hablando entrecortado, él estaba a punto de llorar - Pero lo que si nunca negaré es que te quiero más que anadie en el mundo. Eres la única persona que tengo Violetta. - No aguanté más, me acerqué a él y lo abracé como nunca lo había hecho en todos estos años. Yo también estaballorando. Estaba feliz de tener a mi hermano conmigo.
-Te adoro Fede, aunque si fuiste un im.bécil. - Dije y el rió secando mis lágrimas. Duramos tiempo abrazados en silencio. No era un silencio incómodo, para nada. Los dos nos conocíamos a la perfección y sabíamos que estábamos cómodos así. Sabía que este tema llegaría.
-Violetta, ¿por qué hablabas con Tomas hoy? - Dijo en tono calmado, estaba feliz de que controlaba sus impulsos.
-No sé, él sólo se me acercó dijo que seguía siendo hermosa y me preguntó como estaba. - No le nombraría lo de la fiesta jamás y mucho menos que iba a ir.
-Mal.dito no me gustaría que te juntaras con él, no es un buen chico y nadie va a lastimar a mi hermana. - Dijo dándome un beso en la cabeza.
-Lo sé. - Dije mientras lo abrazaba. Estuve toda la tarde con mi hermano. Comimos demasiado, jugamos con su Xbox e incluso nos pusimos a ver películas. Todo como antes. Estábamos felices, mucho. Por primera vez, no estaba fingiendo sonrisas.
Narra Leon
Ella gemía yo me movía mas rápido sobre ella, ya estaba a punto de llegar.
-¡Ah, Leon! - Me encanta que gritaran mi nombre. Ella arañaba mi espalda y finalmente, llegamos al orgasmo. Me recosté en la cama mientras mi respiración estaba agitada. Ya me tenía que ir . Me levante y cogí mi ropa para cambiarme.- Me llamaras? - Decía ella mientras se mordía los labios tapándose con las sabanas.
-Claro que si. - Dije sonriéndole y salí de ahí. "Claro que si" sinónimo de "nunca".
Llegue a mi casa y tire las llaves en la mesa buscando algo de comer. Mi teléfono sonó.
-Hey Felipe - Dije mientras me preparaba un cereal.
-Hey Leon, ¿sabias que Tomas hará una fiesta de bienvenida? Ira toda la escuela.
-No hay manera en el infierno que yo vaya a esa mi.erda.
-Lo sé, tendremos que hacer algo diferente los cuatro ese día. Mientas toda la escuela esta en lo que se dice ser "La fiesta del año".
-Qué va. La verdad no importa lo que haga o deje de hacer ese im.bécil.
-Vino para quedarse.
-Lo se. ¿Por qué crees que tuve que tener una de esas buenas tardes de placer para desestresarme? (Pretextos para andar de Pu*o Vargas xD)
-¿Uh quien fue la victima?
-Keisha.
-¿Qué tal?
-Ha habido mejores. Pero no me quejo. - El rio y luego se despidió.
Viernes.
No sé que haremos ese día pero ninguno íbamos a pisar la casa de ese mal.dito. Que por cierto no sé qué hacía hablando con mi chica hoy, solo se cómo fue seca y fría. Ella era una chica difícil. No caía en los encantos de nadie. Y eso en parte me gustaba, no estaba detrás de ese im.bécil pero por otra parte no me gustaba, porque no estaba detrás de este im.bécil tampoco.----------------
Lion esta feliz de que Vilu esa una girl dificil*-*!!
¿SIGOO?
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Eres Mia Pequeña *Leonetta*
RomansaVioletta Castillo y Leon Vargas. No tenian muchas cosas en comun, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidian y mucho menos su estatura. Nunca pensaban igual, tenian ideas muy diferentes. El era dueño de si mismo, ella una niña i...