Maratón 2|10

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Tn: No tengo nada que hablar contigo. -fui muy seca-

Kevin: Si tienes mucho que hablar conmigo -término de abotonar la playera de mezclilla del niño-

Tn: ¿Qué me dirás? ¿Qué tu no me quieres? Eso ya lo se.

Kevin: ¡Es difícil! -hablaba tan tranquilamente, mientras yo me exaltaba demás- no me pidas que te ame cuando nadie me amo a mi.

Tn: A mi tampoco -me seque una lágrima y termine de ponerle el pantalón al niño que sólo jugaba con sus manos-

Kevin: Si lo hicieron -lo mire desafiante- y no me vas a decir que no -iba a seguir hablando pero lo interrumpi-

Tn: Kevin tu no sabes nada de mi, no hables si no sabes -el suspiro y tomo al niño en brazos, después tomo a Byron sutilmente y con cuidado-

Kevin: Sabes -me miro enojado- hoy creo que haberte llevado ese día a la mansión fue una gran equivocación!

Lo dijo tan frío y serio que sus palabras me dolieron, salió con el par y me dejo sola ahí, me recargue sobre la pared, deje escapar unas cuantas lágrimas, porque no puede amarme como yo a el ¿es tan difícil?

Narra Kevin

Cerré con llave y deje al par en la cama, les di a cada uno un juguete que había en los columpios y les puse almohadones a los lados, escuchaba la sonaja después como reían, escogí mi ropa y me lleve los columpios al baño, fui por uno y lo deje en el columpio, cuando entre otra vez a la habitación, Byron se asomaba hacia el baño, me dio risa verlo, estaba tirado en la cama tratando de ver por la puerta lo tome en brazos y cuando llegue, su hermano estaba igual, asomándose hacia atrás en el columpio, ambos rieron cuando se vieron, ahora entendía todo lo que decía Jackson, quizás y no diré que los amo pero siento algo que no se cómo explicar cuando estoy con ellos, ganas de abrazarlos y de asfixiarlos de tan fuerte que los abrace, encendí los sonidos y las luces y los movi un poco, escuchaba como Bastian sonaba un par de veces y después dejaba de hacerlo mientras buscaba de donde venía el sonido.

Termine de bañarme y arrastrando los columpios con ellos arriba los deje en la entrada del vestidor, me cambie y me los lleve, no tenían zapatos y no pensaba darle la cara a Tn, ella no me entiende, a mi nadie me quiso antes, siento que la gente es hipócrita y sólo me habla por interés, no escuche ruido así que salí, tome lo necesario para terminar de alistarlos y cuando los tuve listos, los deje viendo la tele mientras preparaba su pañalera, metí de todo, ropa, pañales, su comida, seguro se sentiría frío y les lleve sus chamarritas y unos cobertores para los 2, la lleve hasta la sala y la deje en el sillón, fui por los niños y los cargue a los 2, baje y los deje en la sala.

Kevin: Hey tu! -le hable uno de mis guardias-

XXX: Dígame señor -se cómodo la corbata seguro venía de la cocina-

Kevin: Prepara la camioneta en la que siempre salgo con ellos, que pasen las sillas de los 2 y lleve esto -le entregue la pañalera, Tn iba saliendo de la cocina-

Tn: ¿A dónde vas? -alzo una ceja, estaba enojada-

Preferí no contestar, cargue a los 2 y me iba a ir con ellos.

Tn: ¿A dónde los llevas? Son mis hijos, ¡Kevin! -me grito, me gire y vi como venía hacia mi- no te los vas a llevar a ningún lado.

Kevin: Quítate -no deje que me quitara a uno- vuelvo en la noche, haber si se te pasa el enojo.

Me di la vuelta y camine hasta la camioneta.

Diario de un Sicario. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora