Capitulo 11

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Narra Mariano
-Chicos, los estábamos esperando!- apareció Gabi Toscano.
Nos separamos de golpe, me faltaron unos pocos milímetros para llegar hasta su boca. Me había quedado con las ganas de besarla, con ganas de sentir lo que mil veces me había imaginado.
Nos alejamos de golpe y Lala simulo tener algo en el ojo.
-Gracias Marian- me dijo de la nada y comprendí su indirecta.
-De nada, la próxima tene cuidado, las pestañas pueden ser muy peligrosas aveces.-
Gabi nos miró extrañada, pero lejos de preguntar algo se fue dejándonos otra vez solos.
-Vamos- me dijo Lala. Me agarro la mano y volvimos al salón.
Narra Lali
Por favor!!! Te das cuenta Mariana de que casi te besa, nada mas ni nada menos que el bombonazo de Mariano Martínez!!!!, pensé para mis adentros, mientras comíamos el postre. Ese casi beso me estaba diciendo de que capaz algo le pasaba o que por lo menos le gustaba...
-Definitivamente estoy feliz con ustedes dos- dijo Adrián mirándonos a Mariano y a mi.-La química que tienen es increíble! Hasta mi nena que es chiquita me dice:-Papi, Tomas y Esperanza se aman. Pueden creer eso?-
Me subió un calor repentino a los cachetes. No quería mirar a mi compañero porque sabia que mi color en las mejillas me delataría.
-Lo que pasa es que hacemos una buena pareja, no La?- me dijo, yo solo me limité a asentir y comer mi postre.
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A eso de la 1 y pico, se largo el baile. Con las chicas rompimos la pista y nos bailamos todo. En eso, luego de varias copas encima, note que Marian estaba sentado en la mesa mirando para todos lados. Me acerqué sin pensarlo.
Narra Mariano
-Que haces acá, Caño?- note que Lali estaba parada a mi lado y que su aliento olía a alcohol.
-Me parece a mi, o alguien se paso de copas?-
Empezó a reír exageradamente.
-Que decís? Esta todo de 10, viejo! Vamos a bailar!- me agarro la mano e hizo un esfuerzo por levantarme, pero todo termino con ella cayendo sobre mi.
-Estas bien?- le pregunte y note su boca a pocos centímetros, no podía dejar de mirarle los labios.
-Mejor que nunca-me respondió y se acercó para darme un beso que no se dio porque empezó a estornudar como loca.
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Después de la fiesta la lleve a la casa, ella había insistido en irse en taxi pero yo no iba a permitir que se mueva sola y borracha.
En el auto:
-Sabes una cosa?- me había dicho-Sos muy, muy, muy lindo...- me miraba fijo y yo hacia el esfuerzo por pensar que estaba pasada de copas y que todo era efecto del alcohol.
-Lali, ahora cuando llegues a tu casa, te das una ducha, te tomas un café y te acostas a dormir, si?-
Empezó a reír otra vez. De golpe se calló y me miro, me miro mucho y me dijo.
-Me gustas, Mariano.- luego se recostó sobre la puerta y se durmió.
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La baje del auto a upa, ya que me fue imposible despertarla. No podía dejar de mirarla cuando la acosté sobre su cama. Era hermosa, muy hermosa... A pesar de su estado, me había dicho que yo le gustaba, y la gente dice que los borrachos y los niños, dicen la verdad.
Le saque los zapatos, la tape con las sanas y le apague la luz. Decidí acostarme en el sillón que estaba en la sala, no iba a dejarla sola.
Narra Lali
Me desperté con un dolor de cabeza insoportable, me mire y todavía llevaba la ropa de ayer. Como había llegado a mi departamento? Me duche y me puse una remera larga y las pantuflas. Cuando estaba yendo a la cocina lo vi. Estaba dormido en mi sillón, con el cabello despeinado y la hermosura de un ángel. Era tan lindo, tan lindo y yo iba a compartir todos este año a su lado.
De golpe entendí todo. Si él estaba acá y yo no recordaba nada, eso quería decir que Marian me había traído y se había quedado para ver que yo estuviera bien. Ahora la pregunte del millón era: había pasado algo?. Me puse a hacer el desayuno en forma de agradecimiento hacia mi compañero.
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Como a la media hora lo sentí despertarse, había preparado todo lo mejor posible, dentro de mis posibilidades (no era buena cocinera).
Narra Mariano
Sentí ruido en la cocina, me asome y la vi. Por un segundo fantasíe en que estábamos juntos, que ella era mi mujer y que éramos felices...
-Marian- me sacó de mis pensamientos- pasá..
Entre a la cocina y me senté en un banquito enfrente a ella. Estaba tan linda, tan natural.
-Me hiciste el desayuno?- dije sonriéndole.
-Es lo mínimo que podía hacer, por lo poco que recuerdo ahora me trajiste a casa. Gracias de verdad. Ahora me muero de vergüenza-
Me reí. No dejada de ser una adolescente a veces.
-Es lo menos que podía hacer, no iba a dejarte sola y que algo te pasara, olvídate, por algo somos compañeros.-
No sabia porque pero había dicho compañeros, así seco.. Cuando en realidad le quería decir miles de cosas.

En tu sonrisa... Mi paz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora