¿Ahora quien? \\ Cameron Dallas\Dylan O'brien\Jack Gilinsky.

Capítulo 14.

El fin de semana pasó rápido y veloz. Tristemente llegó el aburrido lunes y me preparé para ir a clases.

En el camino, le conté a Kat que toda esta semana por las tardes estaría ocupada ya que tenía clases de baile con Damien. No le conté porque, pero le pedí que me cubriera ante los chicos, ya que estaba segura de que se pasarían los días investigando que hacía.

Cuando llegamos, todos los chicos se encontraban charlando en el aparcamiento, asique nos acercamos a saludar.

- ¿Qué? ¿Mirando a ver si alguno consigue ligar por fin? –dijo Kat en tono de burla.

- Ja ja ja que graciosa te has levantado hoy. –dijo Joe frunciendo el ceño.

- Yo soy graciosa siempre.-Kat sonrió.

- Solo en tus sueños enana.

- Enano tú.

- No te aguanto.

- Yo a ti tampoco.

- Parecéis niños pequeños, dejadlo ya.-dijo Scott.

- Empezó ella.-contestó Joe.

- Y tú me seguiste el juego.-Kat se encogió de hombros.

- Porque eres una pesada.

- El pesado aquí eres tú.

- ¡Ya valió pesados los dos! –dijo Alex colocándose entre Joe y Kat.

Todos los demás reíamos viendo la escena. Entonces me giré y pude ver a Chris mirándome descaradamente.

- Disimula un poquito ¿no? –susurré muy cerca de su oído.

- No lo puedo evitar, te ves preciosa. –susurró él.

Lo cierto es que hasta yo me veía preciosa. Aquel día decidí llevar unos pantalones cortos de color negro con un estampado floral y una camiseta de tirantes rosa, mis vans negras y una chaquetilla de lana azul fina. Me sentía muy a gusto conmigo misma.

Yo tampoco podía dejar de mirar a Christian, él iba desnudo. Ña es broma, solo iba desnudo en mis pensamientos... En realidad vestía unos pantalones negros y una camiseta básica color blanco que acompañaba con sus Nike Run negras.

Después de charlar un poco más todos en grupo, nos dirigimos cada uno a su clase.

Las asignaturas que más me importaban, las llevaba al día e iba aprobando, las que no, las dejaba como horas libres.

La mañana pasó muy rápida, en todas las clases que tenía con Christian, siempre estaba él ahí sin quitar su mirada de encima de mí. Me ponía nerviosa pero por otro lado me gustaba un montón saber que estaba pendiente de mi...

Cuanto terminaron las clases, nos volvimos a encontrar todos en el aparcamiento.

- Un día de estos mato al profesor de matemáticas, enserio. –dijo Alex bufando.

- Yo te ayudo.-dijo Nathan.

- Y yo me uno. –dijo Joe guardando su mochila en el maletero de su coche.

- No es para tanto.- el comentario de Kat hizo que todos la miráramos con incredulidad.

- Definitivamente tú no eres normal.-soltó Joe.

- ¿Quieres guerra? –Kat le retó con la mirada.

- Ay no empecéis otra vez. –dijo Alex y los demás reímos.