Te veo...

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Una vez acabó biología, Kate y yo fuimos al café junto a la escuela. Vimos a Trevor y Leo pagando unas bebidas y sentándose. Vi cómo Leo miraba a Kate.

No, amigo. No te conviene Kate... pensé con diversión.

Trevor me dio una bebida y por primera vez noté que ambos chicos llevaban dos vasos.

-¿Es para nosotras? -pregunté confusa.

-Sabía que teníais hora libre y que kate no es mucho de bibliotecas, así que... -dijo Trevor.

-Gracias -dije sonriendo -. ¿Qué nos has pedido?

-A ti un chocolate caliente. No sé qué le habrá comprado Leo a Kate.

-Un capuchino -dijo con cierto temor. Sonreí. Pobrecillo, Kate había colapsado sus circuitos.

Tranquilo amigo. Kate ahora mismo bebería lo más asqueroso del mundo si se lo dieras ...

No pude contener la risa y tuve que girarme. Era demasiado. Mi amiga enamorada no era algo que viera a diario. Es más, no creía haberlo visto nunca.

-Un capuchino es perfecto -dijo Kate, sonriendo algo colorada.

-Creía que tu bebida favorita era el café con leche -reí.

-No. Ya no -dijo fulminándome con la mirada. Haciendo que riera aún más.

-Vamos a sentarnos -dijo Trevor aliviando la tensión entre Kate y Leo, los cuales eran dos tomates antropomórficos.

Nos dirigimos a la mesa más cercana a la ventana y empezamos a charlar.

-Bueno -dije -, no nos hemos presentado correctamente, Leo. Suponiendo que habéis tenido clase juntos debes saber quién es él -dije señalando a Trevor. Asintió - De acuerdo. Pues yo soy Nicole, pero llámame Nicki o te mataré. Esta de aquí es Kate.

-Encantado de conoceros -dijo mirando a Kate.

Como no salga de aquí juro que moriré de risa...

-Nicki, para -me dijo Kate.

-Perdón- reí. Procedí a tomarme el chocolate.

Trevor nos miró a Kate y a mí y después miró a Leo dubitativo.

-¿Qué pasa? -pregunté.

-Tengo novedades del caso aunque no sé si a él le gustaría escucharlas...

Leo se levantó de la mesa.

-Cuéntaselo. Yo... Voy al baño un rato.

Asentimos y se fue.

-Pobrecillo... -suspiró Kate.

-Sí... Debe ser duro que se te muera así un familiar -afirmé.

-Más todavía si se entera de lo que os voy a contar -dijo seriamente -. No han encontrado los ojos de Tracy aún. Creen que el asesino se los llevó. Y otra cosa que pasaron por alto al principio -se calló.

-¿Qué? -exclamamos Kate y yo al unísono.

-Ella llevaba notas en su bolsa de deporte. Todas decían "Te veo... Pero tú no me ves".

-Dios... Qué sádico- dijo Kate.

-Ya lo creo... -murmuré.

Leo apareció de repente:

-Volvamos o llegaremos tarde.

Nos miramos y nos levantamos. Teníamos química. Una vez llegamos a clase me di cuenta de que me dejé los libros en la taquilla así que fui a por ellos corriendo.

Cuando abrí la taquilla vi dos ojos mirándome. Eran verdes. Serían bonitos de no ser por un detalle... Que no estaban en una cabeza. Estaban clavados con clavos en la puerta interior de mi taquilla. Grité.

-¿Qué pasa? -Trevor, Kate y Leo aparecieron detrás de mí.

-Alguien ha puesto esto aquí.

-Son... Son los de Tracy? -preguntó Leo.

-Creo que sí... O por lo menos son humanos -dijo trevor.

Kate se tapó la boca y corrió al baño, probablemente a vomitar. Sí... No era muy agradable a la vista.

-Hay una nota -observé.

-¿Qué dice?

-"Ella no me vio venir. Tú tampoco me verás. Yo te veré sufrir. Pero antes de mí te enamorarás" -leí.

-Genial... Tenemos un asesino sádico al que le gustan los pareados -dijo Leo. Yo seguía en shock.

-Nicki, llama al 112. Ya. Corres peligro. Necesitas un escolta.

-¿Eh? Sí, creo que sí. Sí -afirmé aturdida.

Saqué mi móvil y marqué el número.

-112. ¿Cuál es la emergencia?

-Pongame con la policía.

-Comisaría central. ¿Qué desea?

-El asesino que mató a Tracy me ha amenazado. Creo que estoy en peligro.

-Cuál es su ubicación?

-No creo que sea necesaria en este momento... Pero podría venir un agente a escoltarme a partir de las cinco?

-No podemos asignar escolta policial a menos que veamos las pruebas.

-Está bien. Envíe a alguien al instituto Dark Lake y se las enseñaré yo misma.

-En cinco minutos estará allí. Necesito su nombre.

-Nicole Hiddings.

-Enseguida estará ahí. Gracias por su llamada -colgué.

-¿Qué han dicho? -preguntaron.

-Han enviado a un agente a ver las pruebas y considerar si necesito escolta policial.

-Dios... Esto se esta volviendo un puto infierno -suspiró Leo.

Desde luego, pensé.

No dejaba de darle vueltas a las últimas frases de la nota: "Yo te veré sufrir. Pero antes de te enamorarás". No era una opción enamorarme del asesino que me quiere muerta. No. Eso no pasaría. Ni de broma.

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⏰ Última actualización: Oct 01, 2015 ⏰

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