Capítulo 3: Noticias inesperadas

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Capítulo 3: noticias inesperadas

—Hija debemos regresar al trabajo. Nuestro jefe a llamado diciendo que nos necesita— mi madre sostenía mis manos mientras me miraba con los ojos bajos— Que pena que no podremos pasar un tiempo juntos. Pensé que enserio tendríamos un descanso—

Mis padres realmente lucían cansados. Tampoco podíamos estar mucho tiempo juntos, ya que trabajaban duro para mantener la casa y pagar mis clases de ballet. Aún que Janh ayudaba un poco, no era suficiente.

—Mamá, sabes que puedo dejar las clases de batt...— me interrumpió.

—No digas eso, debes seguir con las clases, sea lo que sea. Prométeme que lo harás no importando que...— esta vez me miraba a los ojos. No entendía por qué mi madre lucía tan extraña desde que llagaron hace unos días.

—Lo prometo. Seguiré con las clases no importando qué—

***

Desperté de repente, me encontraba en la habitación de mi hermano. Escuché gritos en el primer piso, gritos que se me hacían conocidos. Bajé rápidamente las escaleras para encontrarme con un par de policías. Sentí la
garganta seca ¿Que rayos estaba pasando?

Mi hermano se encontraba en una esquina llorando mientras Nincy lo consolaba.

—Janh— mi hermano levantó la mirada y me miró con amargura. Se puso de pies y sin pensarlo se abalanzó sobre mi, envolviéndome entre sus brazos.

—Janh ¿Qué está pasando?— pregunté confundida.

Se separó de mi para luego tomarme por los hombros.

—Debes ser fuerte pequeña— susurró con voz ronca. Besó mi mejilla.

—Janh me estas asustando— su rostro lucía tan pálido. Algo malo había pasado.

—Nuestros padres, enana, ellos... — tragó con fuerza mientras trataba de convencerse a si mismo de lo que iba a decir—...Murieron—y fue cuando se me vino el mundo encima. No podía articular palabra.

Me estaban jugando una broma de mal gusto. Mis piernas temblaron y me dejé caer de rodillas al piso, mis lagrimas no tardaron en hacerse presentes. Me llevé las manos a la cabeza y negué, lo negué mil veces. Mi hermano se arrodilló junto a mi y me abrazó por la espalda. Solté un grito mientras Janh me sostenía por la cintura para que no fuese a caer de boca. Sollozaba mientras mi hermano, quien aún me abrazaba, intentaba calmarme.

Mis padres estaban muertos. Eso no era posible, no podía estar pasando algo así. Yo misma los dependí la noche anterior cuando se fueron. Mamá me prometió que regresarían pronto, ella dijo que pasaríamos tiempo juntos.

—No bromees ¿Cómo puedes bromear con algo tan serio?—  No artículo palabra, sus ojos estaban hinchados, y esperé por un segundo que saltara a carcajadas y dijera que todo era una gran mentira, pero eso no sucedió.

—¿Co... como— logré articular estas simples palabras.

—Los secuestraron y torturaron hasta la muerte— habló uno de los policías sin ningún pudor o pena.

Seth from the dark -Dark 1- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora