1 Minuto y 3 Noches; Kaisoo

- Noche 1; 3 -

De camino a su habitación por segunda vez, cree que darle un baño a Kyungsoo desde el primer momento es algo acertado para crearle la costumbre al agua y asegurarse de que no le tema a ella. El mejor momento de hacerlo y formar costumbres en general, de hecho, es durante los días de unión. De nuevo estrujando su memoria, vuelve a las notas sobre los otros tipos de relaciones que son casos de uno entre 200, es decir que entre todas las relaciones de un humano e híbrido puro, solo seis o siete parejas las podrían experimentar. Cuando el híbrido era mayor que su amo, por ejemplo, y se producía una dependencia mayor por parte del humano hacia el híbrido. O estaba ese síndrome de apatía, en el cual el humano y el híbrido no se complementaban pero aun así estaban ligados para el resto de sus vidas, y entonces era triste y debían aprender a convivir con el otro por obligación; pero luego de unos 3 a 5 años se arreglaban y lograban amarse verdaderamente.

Amar, sí, porque el humano e híbrido se protegen, se adoran, se pertenecen y se aman.

Jongin abre la llave del agua caliente en la tina gigantesca pegada al suelo, que parece más bien una piscina pequeña dentro de un baño con azulejos claros y extremadamente limpios. Kyungsoo permanece tras él con sus cejas ligeramente surcadas y orejas hacia abajo en lo que parece preocupación.

—Ahora te vas a— se interrumpe a sí mismo, todavía no acostumbrado al nuevo rumbo que deben tomar las cosas de su vida de ahora en adelante, —te voy a bañar.

Kyungsoo lo mira fijamente con ojos asustados, negando con su cabeza, y para Jongin esas pocas horas han sido como una vida completa, porque tiene el deseo fuerte de abrazar a Kyungsoo cuando apenas ha tocado su cabeza y compartido leche con él. El hacerlo podría asustarlo, por lo que solo pasa su mano afectivamente por la punta de su cabeza.

—Sí, eso haremos —anuncia dando pasos hacia la entrada del baño, pero Kyungsoo lo sigue justo atrás. —Solo te traeré un pantalón de baño, —dice Jongin al notar que el mitad-minino corretea tras él cada paso que da a través de la habitación.

Pero se recuerda que así deben ser las cosas, porque él ya ha aceptado a Kyungsoo, y Kyungsoo a él. Es completamente normal que quiera estar justo tras él, en especial durante el comienzo, aunque no se conocen ni tienen idea de los gustos del otro. El hombre lo repite en su cabeza, sintiéndose agraviado cuando las expresiones de Kyungsoo cambian y sabe que se ha sentido rechazado por su culpa, de nuevo.

Se gira sobre sus pies y saca un pantalón de baño que el mismo diseñó –la única ropa que hay en su casa es la de él después de todo– es ajustable y negro con líneas plateadas en los costados, que de seguro quedará bien en Kyungsoo. Pero el chico sigue arrastrando su cola y dibujando trazos invisibles en el suelo, con los hombros caídos y ojos en sus pies descalzos. El hombre suspira molesto consigo mismo, está haciendo las cosas mal; por lo que decide sacar otro pantalón de baño además del que ya tiene y se acerca a él, tomando su mano y llevándolo al baño.

—¿Quieres que me bañe contigo?

Kyungsoo rápido, levanta su cabeza y asiente felizmente.

˟˟˟

Jongin decide que lo más apropiado y cómodo al salir del baño es que la habitación esté a una temperatura agradable, así ahorrará un posible resfriado de su gatito, y con una especie de control remoto en particular enciende la calefacción y el calentador del colchón. Hace el ejercicio mental de llamarlo así en su cabeza para que, más adelante, cuando sienta la libertad de decirle así a Kyungsoo, no le provoque tanto bochorno ni tartamudeos.