CAPÍTULO 3. Quita esa cara de amargado.

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Después de haber buscado el aula que tenía que decir QUINTO "E", me dirigí hacia un portero que vi, ya que todos estaban en sus respectivas aulas. Los pasillos se encontraban vacíos, a excepción del portero que vi.

- disculpe, sabe dónde queda esta aula- le mostré mi libreta en la cual tenía el curso que estaba buscando.

- si es ese de allá- me señala hacia la puerta que esta al fondo del pasillo.

- ohh, muchas gracias- le dirijo una sonrisa, y me encamino hacia ese curso, que mientras más me acerco noto el título que está encima de la puerta "Quinto E de secundaria", antes de que pueda tocar la puerta, miro hacia un papel que está en mi bolsillo el cual tiene mis horarios.

Me asombro cuando veo la materia de artes plásticas, no es que odie la materia es solo que soy muy pésima para hacer dibujos o pinturas. Bueno en sí, si odio ARTES PLASTICAS, seguro que esta vez reprobare o pasare raspando. Ni siquiera soy buena para hacer manualidades o cosas así.

Pero para cocinar soy regular aunque no lo hago muy seguido.

Respiro profundamente para luego tocar la puerta, la puerta se abre dejado ver a una profesora que llevaba puesto el mismo guardapolvo que tenían los otros profesores, además de unos lentes ovalados sobre su nariz. La mujer debe tener unos 47 años, pues se le notan canas en cabello y su piel es amarillenta.

- disculpa, ¿en qué te puedo ayudar?- me saca de mis pensamientos cuando me hace esa pregunta.

- bueno, soy nueva en el colegio y al parecer esta es el aula que me designaron- le muestro mi libreta, ella lo agarra para examinarlo, de eso me entrega mi libreta y me abre la puerta.

- bueno, está bien. Pase adentro señorita Gutiérrez, puede tomar asiento -escuchar eso me alivia un poco, pero mi alivio no duro mucho. Pues cuando entre al aula todos me estaban mirándome. Pero eso no era lo peor sino que estaban los tres chicos que me encontré antes de entrar.

DEMONIOS, dije para mis adentros.

Lo peor de todo es que el único asiento libre está cerca de ellos, en síntesis está al lado del chico de cabello negro. Además que detrás de él están sus otros dos amigos incluyendo al que le eche el café.

Pero qué bonito primer día de clases. Solo falta que me castiguen.

- gracias- le dije a la maestra, ella me miraba hacia al frente.

- Al parecer el único asiento libre es el del joven Rivera- me señala hacia el chico sentado al en el medio de la fila de asientos.

Claro que es el único asiento, no hay más. Ojala me sentara en el piso, pero creo que no me dejarían.

Rápidamente me senté en el asiento y sentía varias miradas en mí, no solo del chico que estaba a mi lado sino que detrás de mí estaba el estúpido y su otro amigo.

- Bueno ahora seguiremos con la clase, como les iba diciendo. Esta será la lista de materiales para este bimestre – señala hacia el pizarrón. La maestra intenta seguir hablando pero alguien abre la puerta y la interrumpe.

- profesora el director la busca urgentemente – dice en hombre mayor que entra por la puerta.

- está bien, jóvenes mientras salgo quiero que se porten bien. No quiero quejas del curso,

Por favor- dice la maestra lo más rápido posible y con una mirada desafiadora. Ella sale del aula al igual que el otro hombre.

En el momento que se cierra la puerta, todos comienzan a hablar. Lo único que hago abrir mi mochila para sacar mi cuaderno y unos bolígrafos. Solo quiero quedarme en silencio y copiar lo que está en la pizarra.

Seguida por la mala suerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora