CAPÍTULO 5. Díganme ,¿qué es eso?

46 10 2
                                    


Al salir del aula, me encontraba de nuevo perdida. Solo veía niños correr, niñas jugando, chicas hablando y chicos haciendo burradas y estupideces.

Como siempre los hombres son tan maduros.

Este colegio tenia primaria y secundaria junta en la mañana, así que se podía ver a personas de todas las edades posibles en una escuela. En el patio había más niños y niñas jugando.

Los pasillos parecían alcobas anchas ya que tenía barandales por los costados. En los pasillos había más jóvenes. Aparte de los chicos que estaban haciendo estupideces, algunos estaban hablando y chismeando como siempre. Y otros estaban solos o solas con sus audífonos, o haciendo otra cosa.

Ese parece ser nuestro futuro en este lugar, Madeleine.

Estar sola, a menos que encuentres amigas. Aunque estar sola no es una mala idea, así solo me concentro en mis malditos estudios y en ir a la universidad. De todos modos tengo a mis amigas de mi anterior colegio.

Sacudí mi cabeza para dejar de pensar en eso, que pase lo que tenga que pasar. Si tengo amigas en este colegio, está bien para mí. Y si no tengo amigos, también.

Vi a mi alrededor, yo me encontraba en el tercer piso así que comencé a bajar las escaleras, para poder llegar a la planta baja donde estaba el patio. Al llegar ahí, fui directo a la cafetería, ya que tenía mucha hambre.

Al entrar ahí me di cuenta de que no era tan grande ni tan pequeño, era mediano, con mesas y sillas para que uno se pueda sentar y comer tranquilo. Me gustaba el lugar, pero había mucha gente amontonada para poder comprar algo.

De pronto vi salir a la chica de cabello castaño con las puntas lilas que conocí hoy. Parecía como si apenas hubiera podido salir de todo ese montón de adolescentes con hambre, al salir se arregló el uniforme y al levantar la vista me vio.

Yo la salude con la mano y ella hizo lo mismo. Ella se acercó a mí y vi como que tenía dos sándwiches en la mano.

Abra adivinado que tengo hambre, si es así voy a llorar de alegría.

- hola Madeleine - me saludo y miro hacia atrás donde está el montón de gente, ella suspiro y me miro con una sonrisa - si tienes hambre, te recomiendo que: uno, vayas te metas y empujes a las personas para poder comprar algo; o dos, esperar a que el montón de caníbales sacie su hambre y tú puedas pedir algo de comer.

La mire y comencé a reír – bueno creo que esperare a que esos locos sacien su hambre. Y ¿porque tienes dos sándwiches? ¿Tienes mucha hambre?

Me miro y sonrió, parecía que estaba aguantando las ganas de reírse de lo que había dicho – no, yo no puedo comerme los dos, el otro es para Lily – ella me señalo a una mesa que estaba en la esquina de la cafetería. La chica estaba viendo su celular y no se dio cuenta de que la mirábamos – no quieres venir a sentarte con nosotras, no creo que a ella le moleste.

- claro – respondí con una sonrisa, al parecer si voy a tener amigas. Y yo que pensaba que sería una antisocial.

Caminamos hasta la mesa donde es estaba la chica llamada Lily. Cuando llegue a la mesa vi que la chica dejo de mirar su celular y nos miraba. Creo que estaba algo sorprendida al verme pero aún tenía una sonrisa.

- Bueno, Lily. Ella es Madeleine. Ella esta es nuestra aula y es nueva – la chica me mira con la misma sonrisa. Tenía el cabello castaño y sus ojos eran azules. Su piel era clara, mucho más que la mía.

- hola, soy Lily – me dice mientras amplia un poco su sonrisa y muestra sus dientes.

- hola- le respondo con un sonrisa.

- bueno que tal si nos sentamos, y disfrutamos del receso – dijo Susan, a lo cual Lily y yo nos sentamos. – Madeleine, ¿porque te cambiaste de colegio?... te expulsaron, hiciste algo malo, reprobaste un curso,...

Antes de que siga sacando sus hipótesis le respondí – no, no hice nada de eso. Mis padres me cambiaron de colegio porque creen que esta es un buen colegio y todas esas cosas.

- ah... si es buen colegio, pero no sé si la mayoría de los estudiantes sean buenos. Hay de todo en este colegio. Comenzando de las fresitas que se creen lindas y bonitas – dice Susan mientras come su sándwich.

- sí, también hay chicos lindos. Pero no como en los libros – dice Lily y luego suelta un suspiro – hay nerds o corchos, deportistas y otros.

- ¿y ustedes en cual están? – les pregunto a las dos. Que se miran un poco y luego habla Susan.

- mmm... hacemos de todo un poco, somos DIFERENTES. Bueno... Lily participa en las olimpiadas científicas. Y yo participo en los campeonatos de voleibol. A veces ambas participamos en danza o ballet. Y también hicimos otras cosas.

- ah... - digo mientras las miro.

- hemos participado en varias cosas pero hasta ahora solo nos hemos quedado con dos cosas que son el voleibol para Susan y la olimpiadas científicas para mí. Los demás solo eran para probar. – dice Lily mientras le da un último mordisco a su sándwich.

- entonces todos aquí hacen una actividad extra – les pregunto a ambas.

- mmm... se podría decir que sí, pero hay algunos que no lo hacen. Así que no hay problema si no quieres - responde Susan que ya se había terminado de comer.

- Les puedo hacer una pregunta.

- claro – responden rápido amabas.

- ¿Qué es eso de LA BIENVENIDA? – les pregunto a ambas.

Susan y Lily se miran, y luego me miran a mí. Parecía que estaban dudando si decirme o no. Pero parece que al final se decidieron y me miraron.

- Sabes que Lily a quien le importa, le vamos a decir. Nadie nos pude decir si nos quedamos calladas o no. Además a nosotras nos lo hicieron cuando éramos nuevas. Y no fue nada bonito.

- Tienes razón, pero dile tu - dice Lily mientras se aleja un poco de la mesa.

- miedosa, cobarde, gallina.

- ¡que! Solo estoy preocupara por mi cabello

Susan le iba a decir algo a Lily pero yo la interrumpí – me pueden decir que es esa BIENVENIDA de la que hablan, me están poniendo nerviosa.

- ok, te lo voy a decir pero no aquí. Esas malditas fresas están cerca de aquí y son unas malditas chismosas.

- Tiene razón, por nuestro bien. Mejor vamos a otro lugar.

Ambas se levantan de la mesa y lo hago lo mismo. Salimos de la cafetería y yo solo las sigo. Esto se pone cada vez más raro.

Esta clase de cosas solo debería pasar en los libros, series de televisión, o en otras cosas. Pero no debería pasarme esto a mi.


Seguida por la mala suerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora