CAPÍTULO 4. Y parecía ser una buena persona.

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Cuando llegamos a la puerta de nuestro curso, Susan toco la puerta, a lo que en ese momento sale un profesor con el mismo guardapolvo que tienen todos los docentes del colegio.

- señoritas, por que salieron del aula. Ustedes saben que no se debe salir en el cambio de materias, a menos que se pidan permiso y no recuerdo que me lo hayan pedido-nos dice a las dos de una manera muy seria, no se me ocurrió decir nada en ese momento hasta que Susan dijo algo.

-claro que se lo pedimos, que acaso no lo recuerda. Antes de que entre al aula por los pasillos, yo lo vi y se lo pedí profesor- dice ella con mucha seguridad en sus palabras.

- señorita Ramírez, deje de estar mintiendo. Si usted me hubiera pedido permiso para salir del aula lo recordaría perfectamente- dice el profesor con una voz fuerte y ronca que da miedo de solo oírlo.

No sabía qué hacer en este momento, ¿Por qué no dejaban salir de las aulas en el cambio de materia? este colegio me está comenzando a dar rabia.

Di media vuelta para ver a Susan con una cara preocupada, ella veía al profesor sin saber que decir, de un momento a otro sus ojos me ven a mí, como si me estuvieran pidiendo ayuda a gritos. En ese momento se me hizo un clic en el cerebro al recordar que me había ido a mojar la parte trasera de mi cabeza.

- profesor no es su culpa, ella solo salió sin permiso del salón para ayudarme-le dije al profesor de una manera en la que mi voz se oyera como si estuviera mal – yo no me sentía muy bien durante las clases, al parecer el sol me afecto y de pronto me comenzó a sangrar la nariz. Ahí fue cuando Susan se ofreció a acompañarme al baño para ayudarme.

Bien hecho Madeleine, creo que ya lo convenciste.

El profesor me miraba a mí en su decisión de si creerme o no. cuando de pronto Susan hablo.

- profesor todo lo que dijo es la pura verdad, Madeleine se mojó la nuca para que su presión se estableciera y así ya no le saldría sangre por la nariz.

- está bien, vayan a sus asientos- dice el profesor, al parecer se cansó de que toda la clase no esté viendo como raros discutiendo.

Susan se fue alegre a su asiento mientras que yo iba al asiento donde estaba cerca del estúpido al que le eche el café.

Cuando me senté en mi asiento todos me estaban mirando en silencio, para mi suerte ninguno de ellos abrió el pico para decir que todo lo que dije era mentira.

- esa fue una buena actuación- me dice Dylan con voz baja.

Me doy la vuelta para mirar hacia atrás, y lo veo con una sonrisa. Y le sonrió de la misma manera, pero no sé porque estoy sonriendo. Me di la vuelta después de eso.

El profesor comenzó a hablar sobre los materiales y libros que necesitaríamos para este año. Lo bueno es que no me dormí mientras explicaba cada una de las cosas. Cuando termino eso comenzó a hablar sobre que esperaba de nosotros este año, como ser que seamos responsables, puntuales y esas cosas.

Mientras nombraba las normas o reglas de la materia, yo solo miraba un punto de mi cuaderno con mi cabeza apoya sobre mi mano. No me di cuenta de cuando ya estaba por caer en un sueño profundo, pero no quería dormirme en mi primer día de clases, bueno tal vez en el segundo día sí, pero hoy no. Así que para no dormirme tendría que hacer algo que no me aburre...ESCUCHAR MUSICA.

Puse los mechones de cabello sobre mi oreja, di media vuelta en mi asiento para buscar mis audífonos. Mart que está a mi lado, me estaba mirando con curiosidad, lo ignore ya que cuando se dio cuenta de que lo vi, se dio la vuelta para aparentar que veía al pizarrón.

Busque mis audífonos que estaban al fondo de mi mochila, cuando los saque estaban enredados. Lo único que espero es que sigan sirviendo, ya que moriría sin música. Al levantar mi cabeza. Pude notar que de nuevo el chico de mi lado de estaba mirando. No me aguante y dije lo primero que apareció en mi mente:

- ¿Qué? Tengo monos en la cara ¿o qué?- lo dije en voz baja para que nadie más me oyera.

El me miro y se rio bajito – pues, no lo sé – y me mira de nuevo, eso se está volviendo incomodo- solo sé que te espera algo horrible y tengo pena por ti.

- ¿algo horrible como que?- le dije en un susurro.

Él se acercó un poco más para que pueda escucharlo mejor y que el profesor no se diera cuenta de que no estamos atendiendo

- LA BIENVENIDA- me susurro.

- ¿Qué?- le susurre, pero él no me dijo nada más y se alejó de mi rostro para luego hacer como si atendiera al profesor. No entiendo nada de esto. Quede en un shock mental, como es eso de que me espera algo horrible.

¡Ay...! Madeleine en qué clase de colegio te metió tu madre.

Justo en ese momento me saco de mis pensamientos el timbre, que decía que era hora del receso. Todos comenzaron a salir, el chico de mi lado cerraba su cuaderno. Y los dos chicos que estaban detrás de mí ya habían salido, hasta el profesor se había ido.

- oye, ¿Qué es eso de la BIENVENIDA?

- te lo diría, pero no puedo.

- ¿qué? ¿Cómo que no puedes?

- si te digo seria traición. Nadie puede decirte.

- es enserio- lo mire por unos segundos- tienes que decirme que es esa cosa de LA BIENVENIDA, porque esto se está volviendo raro y feo. Y también da miedo.

- lo siento, no puedo. Drian y Dylan son mis mejores amigos, además tú solo eres alguien que conocí hoy, aunque me caes bien- me dice este con una cara fingida de pena, pero cambia su expresión. Ahora tiene una sonrisa de oreja a oreja, es como si estuviera planeando algo - pero si fueras alguien más importante para mi... como mi novia... tal vez te lo diaria- me quede mirándolo con una cara neutra.

Reaccione lo más rápido que pude, sabía que había algo extraño en este chico. Tenía una sonrisa seductora en este momento. Seguro que es un mujeriego. Lástima, parecía ser un buen chico pero lo arruino.

¡Dios, esto no puede estar pasándome! Este mujeriego no puede estar pensando que le voy a decir que sí, primero me quedo calva antes que salir con alguien como él.

Lo único que pude hacer fue reírme de lo idiota-mujeriego que está siendo, el me miro con una cara de confusión.

- jejeje... eso le dices a todas. Sabes que, prefiero quedarme con la duda – puse mi mochila sobre mi hombro y para poder salir del aula. Pero antes el hablo:

- jejeje....no se lo digo a todas, solo a ti.

- mmm.... Ok, y... que numero de chica seria....mmm... tal vez la numero 16 o tal vez la numero 21- dije eso y comenzó a caminar hacia la puerta, ya que éramos los únicos que quedaban en el aula. Escuche que se reía un poco.

Bienhecho Mady así se trata a los mujeriegos.... Son unos golosos, no vas a malgastartu primer noviazgo con un vicioso a las muje    

Seguida por la mala suerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora