Capitulo IV

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Caminaba hacia casa, lanzando el balón al aire y tomándolo de nuevo. Me sentía extraño, apenas era el primer día de clases y ya habían pasado muchísimas cosas, y eso significaba, que todos me tenían con el ojo encima.

Tomé el móvil de mi mochila, saqué los auriculares de mi bolsillo y empecé a escuchar música en modo aleatorio. No tenía a nadie con quien hablar, así que fui solo caminando hasta mi casa disfrutando del clima. El sol estaba menos radiante que otros días, las hojas amarillentas que de los árboles que estaban alrededor de por dónde iba pasando, caían una a una a causa del Otoño.

Al cruzar la esquina de la 5ta avenida, escuché un grito detrás de mí.

— ¡Tú! ¡El del balón!

Me quite un auricular y giré mi cabeza para ver quien me llamaba. Una chica a lo lejos trotaba hacia mí, me detuve y avancé unos pasos hasta llegar hacia ella. Ya estando a unos 5 metros delante de ella la reconocí, era ella. Si, si "ella" "ELLA".

— Al fin me escuchaste—decía con la voz exaltada por trotar—Hola... emm...

—Derek. Mi nombre es Derek.

—¡Ah, sí! ¡Derek! Lo siento, soy mala recordando nombres de gente nueva.

—Descuida... emm...—decidí hacer lo mismo que ella para descubrir su nombre. Lo sé soy rubio, más no estúpido.

—April, April McCoard. Gusto en conocerte, acosador playero.

—¿Sigues con eso? —le dije medio riendo.

—Vamos, acéptalo. Bien que esa vez en la playa no me quitabas los ojos de encima, te vi. No puedes negarlo.

—Va, va. Aunque no era mi intención, me disculpo. Lo que pasa es que el día anterior había llegado aquí y salí con un amigo a la playa. Perdona si te puse incomoda... o algo.

—¿Incomoda? ¡Ha! Descuida, ya estoy muy bien acostumbrada a esas cosas. —lo que decía no parecía algo demasiado bueno, pero ella seguía sonriendo de todos modos. Caminó hacia adelante unos metros y se giró—¿Me acompañarías a mi casa? He dejado a mis amigas atrás y no quiero andar caminando sola. Claro, si no hay molestia.

—No hay problema. ¿Por dónde vives?— Malditos impulsos naturales.

—Vivo a diez cuadras hacia allá—señaló.

—Genial, mi casa queda para allá. Vamos—mentí, ya que con lo que dijo antes de que ya estaba 'muy bien acostumbrada a eso' ¿Quién sabe lo que le puede pasar?

Durante todo el camino hacia su casa estuvimos hablando sin parar, me preguntó sobre de donde venía, de cómo había logrado bajar ese balón, mi color favorito, mi comida favorita, si me gustaba el otoño, que tipo de dulces me gustaban... y muchas cosas más; demasiadas como para mencionarlas, esta chica es otra cosa. A pesar de que el camino era corto, el tiempo pasó lentamente junto a ella, pero aun así lo disfrutaba. A la mitad del camino preguntó sobre mi nombre.

—¿Cuál es tu nombre completo, Derek?

—Derek Rallsman Gray. –Y aquí viene el típico "vaya apellido más raro que tienes, blah blah".

—¡Vaya apellido que tienes!

– Tah Dah–susurré riendo– Ya, ya ¿Cuál es el tuyo, April?

– April Johnson McCoard.

—Bueno, al menos tu nombre entra en la definición de lo "convencional".

Ella echó a reír un poco. Se veía hermosa sonriendo, no tenía ninguna otra palabra para describirla más que "angelical".

Mi Final AlternativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora