Capitulo V

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Ya casi llevábamos dos meses en la casa mi madre y yo, ni he sentido como ha pasado el tiempo, todo ha sido tan rápido.

Al despertar el lunes de la primera semana de Noviembre me encontré con una nota de mi madre sobre la mesa debajo de un pisapapeles, no había señal de mi madre. Fue entonces cuando pensé "Mierda, de nuevo."

"Primero que nada, perdóname por irme de esta manera pero no he tenido tiempo de despedirme apropiadamente. Me llamaron de la oficina allá en Seattle y me dieron un trabajo en España, el embajador quiere construir un monumento y quiere que yo personalmente me encargue de todo. Estaré fuera de casa por un tiempecito, no estoy segura de cuánto será, pero hay todo lo que necesites en la casa. Solo prométeme que cuando regrese la casa no va a estar destruida y con una panda de borrachos tirados en el césped de afuera. Por si te llega a faltar dinero, la caja fuerte esta en mi habitación al fondo del armario aquí te dejo la combinación: 54-32-67-22. Te ama, mamá."

Salí de casa desconcertado y confundido. Si, estaba acostumbrado a que mi madre se fuera a trabajar fuera del país, pero me sorprendió que haya sido tan rápido.

Llamé a mi madre al celular camino a la prepa.

— ¿Bueno? —Dijo mi madre— ¿Derek?

— Hola madre...

— Lo siento amor, no he podido despedirme como se debe. Esto salió de imprevisto.

— No te preocupes— suspiré— ¿A qué parte de España irás?

— Iré a Valencia, diseñaré el monumento que estará en el centro de la ciudad.

— Suerte con eso, y ¿Cuánto tiempo estarás fuera esta vez?

— Aproximadamente como unos... cuatr...— en eso la llamada se cortó.

"¿Cuatro qué? ¿Semanas? ¿Meses?" Pensaba mientras intentaba contactar con ella pero al parecer era imposible.

Al llegar a la preparatoria sentí tranquilidad, había mucho silencio y quería olvidarme de lo del tema del trabajo de mi madre. De las pocas personas que estaban en el patio principal, ninguna me quitaba el ojo de encima. Algunos me saludaron... Fue extraño.

— Eeeh, ¿Qué tal Derek? — dijo un chico con pinta de ser uno de los populares, esos típicos que están en un equipo deportivo de la escuela.

— Que tal... Tú. — le respondí sin saber que más decir.

— ¡Hola Derek! — gritó una chica que parecía del primer semestre.

— ¡Hola! — después de responderle se fue con un grupo de chicas y parecía que se reían tipo como: "Jijiji me dijo 'hola'" Ya sabes, de las típicas acosadoras.

Llegué al salón después de saludar a media prepa. Dejé mis cosas a un lado de mi asiento y me senté para relajarme un poco ya que en el aula no había casi nadie.

— Oye, ¿Sabes qué hora es? — le pregunté a una chica se sentaba detrás de mí.

— Emm...— miró el reloj que tiene en la muñeca— son las seis y media.

— Al fin alguien que si sabe usar el reloj de mano...— pensé en voz alta.

— ¿Disculpa? — dijo ella sonriendo queriendo reírse.

— N-nada nada, solo pensaba en voz alta. Es que la mayoría de personas que conozco tienen un reloj de mano pero aun así no lo usan. Bueno, gracias.

Salí del aula y me recargué sobre la pared y después eché un vistazo hacia abajo desde el segundo piso. Aún estaba pensando en la salida de mi madre, la ultima vez que sucedió fue hace un año y el tiempo que estuvo afuera fue poco, pero siempre que sale cambia el lapso que pasa fuera de casa.

Mi Final AlternativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora