—Señora, por favor.
Una sonrisita adornó el rostro delgado de Mary, que se inclinó hacia delante con entusiasmo.
—Terris, cuatro de los señores más nobles de la ciudad de Sandrin han solicitado ya el derecho a hacerse con tu contrato.
—Esos cuatro están entre los pocos selectos a los que consideramos más dignos de tus talentos —intervino Vera—. Les daremos posiciones privilegiadas para que te impresionen con sus méritos en el baile y en la presentación inicial.
—Pero recuerda que la elección es tuya —dijo Mary—. Nosotras te aconsejaremos sobre cuáles nos parecen los mejores candidatos desde un punto de vista económico, político y estético, pero eres tú la que debe tomar la decisión final.
—Sí —comentó Damias—. No te equivoques. El baile, las prácticas y los vestidos bonitos son algo fabuloso, pero tú firmarás un contrato vinculante con esa persona. Cuidarán de ti de por vida. Después de todo, incluso después de la disolución de un contrato, las compañeras tienen derecho a una paga mensual de por vida.
Las patrocinadoras y los instructores miraron muy serios a las chicas para comunicarles mejor lo serio que era el hecho de convertirse en compañeras.
—Terris, tus Padrinos en potencia son lord Kerrin de Nardes, el príncipe heredero Simeon de Sandrin, el vizconde Derek de Mutlin y lord Varo de Sandrin —continuó Mary.
—En preparación para la Caza del Padrino, recibirás una carpeta con detalles de la historia familiar de cada padrino, de sus tierras, su riqueza y su persona —informó Vera—. Esperamos que dediques mucha atención a esa información.
—Por supuesto, lady Vera —repuso Terris, con la vista baja.
—Ciardis, tu considerable talento ha atraído el interés de seis candidatos —dijo Damias.
La chica parpadeó sorprendida al oír la cifra.
—Y a cualquiera de ellos lo recibiríamos con orgullo como Padrino del Gremio de Compañeros —dijo Serena.
—Esos candidatos son el vizconde Iskas de Marce —empezó Damias.
—Un noble menor de mala reputación —intervino Vera.
—Un noble menor con los cofres llenos —replicó Serena.
—Señoras, por favor —dijo Damias—. Los otros son el general Barnaren de Principas Vale, el maestro Soundsoar de la Madrassa, la princesa heredera Marissa de Sandrin y el archiduque Clarin de Vaneis.
Al oír el nombre del archiduque, Terris apretó con entusiasmo las manos de Ciardis y dio un respingo. Ciardis le devolvió la sonrisa y miró de nuevo a Damias para oír el último nombre.
Su maestro sonrió. Sabía que el archiduque procedía de la provincia natal de Ciardis.
—Y lord Mage Meres Kinsight —terminó.
Ciardis repasaba ya mentalmente lo que sabía de sus padrinos potenciales y estaba segura de que Terris estaba haciendo lo mismo.
—Hemos redactado un anuncio en nombre de las dos, que se hará público en el cónclave de los Padrinos en potencia, dentro de dos semanas —dijo Serena. Carraspeó y empezó a leer de una hoja de papel—. "En nombre del Gremio de Compañeros, os damos la bienvenida, señoras y caballeros, al cónclave en beneficio de Ciardis Weathervane y Terris Kithwalker".
Las chicas se miraron enarcando las cejas ante sus nuevos títulos, pero decidieron no interrumpir.
—"Esta es una ocasión afortunada, pues planeamos el debut de dos de nuestras mejores aprendizas de compañeras al llegar a su mayoría de edad. Los participantes en la Caza del Padrino de las dos candidatas ya mencionadas serán hospedados en la villa del Duque de Carnes, al lado de los jardines del palacio. Esperamos ansiosos su asistencia para tomar parte en la celebración de estas dos jóvenes a las que tenemos el orgullo de contar entre los nuestros".
—Eso es todo por hoy —Vera miró la posición del sol de media tarde—. Las dos tenéis que pasar las seis semanas restantes estudiando esas carpetas día y noche para prepararos bien.
—Y por supuesto, también se espera que continuéis trabajando en vuestras clases —dijo Mary Windstorm.
Ciardis y Terris asintieron, tomaron sus carpetas y salieron con rapidez.
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Juramento de Crianza (Libro 1 Luz de la Corte en Espanol)
Teen Fiction¡Empieza a leer hoy la serie Luz de la Corte en Wattpad! Por cada mil lecturas, la autora elegiría un ganador de un lote regalo. Ciardis era una joven de diecisiete años que se había criado en la pobreza, una lavandera en un pequeño valle en la peri...