I. Aquí voy

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-Adios hija, te quiero, no olvides que ya eres mayor de edad y no tengo razón para mandarte dinero, Adiós.-dijo mi madre antes de, literalmente empujarme fuera de la casa. Llegamos al asfalto y la vi girarse y correr lo mas rápido que pudo hacia la casa, donde cerro la puerta de un portazo. Subí las maletas al taxi soltando un suspiro y subí al asiento trasero.

-Al aeropuerto porfavor.-dije al taxista.

-Claro.

No aguante mas y caí rendida. El taxista, hablándome por "señorita" me despertó.

-Señorita, señorita, oh, despertó, ya llegamos.-le pague y baje con mis maletas.

En el tiempo en el que esperaba a que llegara a mi avión repase todo por lo que tuve que pasar para llegar hasta aquí.

Todo empezó cuando nací (obviamente). Mi madre nunca, en su vida, quiso, quiere o querrá hijos. Desde ahí, la base de todo. Nunca me quiso. Fui producto de una "noche divertida" de mi madre. Mi abuela se entero de que ella estaba embarazada y la ayudo. Mi madre obviamente no pudo decirle que no me quería, porque mi madre le tiene miedo a mi abuela, por alguna extraña razón. Crecí y me críe en los brazos de mi abuela. Mi madre ponía la excusa de que "trabajaba" hasta tarde. Por cierto, mi madre trabajaba en una tienda de supermercado.

¿Como se supone que pagaba la casa? La herencia del loco tio abuelo Federick. Literalmente hizo una rifa con papelitos con nombres de todos sus familiares para ver quien se quedaría con su gran herencia.

Nunca conocí a mi padre, y se podría decir que mi madre tampoco lo hizo.

Dieciséis años después de mi nacimiento, mi abuela falleció de cancer de pulmón. Mi madre ni siquiera se molesto en ir a su funeral.

Como mi madre nunca estaba en casa, porque todos los días eran aventuras para ella, tuve que convencerla de al menos dejar dinero en la mesa para poder yo ir a comprar comida. Tarde noches y días, pero logre convencerla, tuve que seguirla a todas partes diciendo "por favor" una y otra y otra vez.

Hecho interesante que a nadie le interesa: ¿Como es que nunca quedo en bancarrota? Ella pensó (que es impresionante que ella sea capaz de ello) que comprar una casa grande seria un gran desperdicio de dinero así que compro una casa común y corriente de dos pisos y uso su dinero para otras cosas mas "interesantes", según su retorcida lógica.

-Pasajeros del vuelo 127 con destino a North Charleston, favor de pasar a la puerta numero tres para comenzar su abordaje. Gracias.

Y ahora aquí estoy, tomando un vuelo a North Charleston para poder llegar a un remoto pueblo a un lado de un muelle, llamado Redgrave. Mi madre, cuando se informo, (tres meses después) de que era mayor de edad, se deshizo de mi los mas rápido que pudo y me mando a un pueblo. Compro un departamento y pago el vuelo. Accedí, no me queje. ¿Por que no? Ya prácticamente viví sola por los últimos dos años y no tengo razón para quedarme. Así que aquí voy.

•••

Atentamente: Barbara

¿Final feliz? ¿Final triste?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora