Capitulo 4

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Cuando estuvo en la porteria de su abuela picó al piso en el que se encontraba. Su dulce voz sonó por el interfono.

-Digame ¿Quien es?

-Soy yo abuela.

No se escucho nada más que un pitidio bastante irritante acompañado de, cierre la puerta después de entrar. Subió andando hasta el entresuelo, y encontró la puerta abierta. Entró llamando a su abuela, pasó por el estrecho passillo que cruzaba corriendo cuando era pequeña, siempre se había imaginado terribles monstruos persiguiendola sin cesar. Llegó al comedor, miró todos los cuadros que habían colgados, suspiró varias veces, en señal de nostalgia, recordaba todas esas cosas con lágrimas en los ojos. Pocas veces pisaba la casa de su abuela por eso, por que cuando la llevaban de pequeña siempre se sentia feliz, y cada vez las fueron distanciando, su madre allí era feliz, pocas veces la veía sonreir, y las veces que lo hacía, muchas eran sonrisas forzadas.

Al poco vió el rostro de su abuela asomarse de la cocina.

-Pasa cariño.

-Abu, por que nos has dicho que te habian dado el alta?

-Preferí deciroslo mmas tarde, peeo veo que te me has adelantado pilliba.

-Si, bueno, esque me asusté al no verte allí.

Joana sonrió ante las palabras que salieron de la boca de Anne.

-Bueno, seguimos?

-Si porfavor, que ayer me dejaste con la intriga.

Joana se rio y prosiguió aa hablar...

Desperté desorientada, no sabia donde estaba, ni que hora era. Encima mio queria encontrar el sol rebosante de calor, pero en vez de eso, habia un techo de madera, y hacia un poco de frio la verdad.

Poco a poco fui bajando la mirada, vi que me rodeaban dos brazos, y el aliento del dueño de estos me daba calor. Intenté ver su rostro pero estaba oculto entre mis cabellos. Aparté cuidadosamente las dos manos, y sin hacer el menor ruido, me levanté del colchon en el cual nos hallabamos. Solo al levantarme de ahi, el chico ocupó eel colchon entero, se abrió dee piernas y extendió los brazos.

Intenté descubrir ssu rostro, tal vez lo conocia, tal vez iba a mi escuela, tal vez era algun chico de los que chillaban guapa por la calle, no lo se, todas las opciones quedaban en el aire.

Tenia el cabello largo y lacio, este le tapaba el rostro que habia ocultado en el colchon, por la longitud del colchon tenia pinta de ser estatura media, mediria un metro ochenta el cual estaba bien repartido en tema peso e musculo, sus brazos estaban bien, ni muy marcados, ni sin nada, tenia buenos brazos, y unas piernas grandes vestidas con cabellos morenos. Me.fije que estaba en calzoncillos. Instintivanente me tapeé los ojos y me.sonrojé.

Penseé que seria tardr asi que busqué lla salida. Pero una voz profunda, intensa, la voz mas bonita que habia oido en mi vida hizo que parase.

-Ya te vas?

-Emm.. si... mi madre me estará buscando - no me digne a mirarlo a la cara por muchas ganas que tuviese.

-Claro, si, bien, la puerta esta todo recto a la derecha.

-Gracias.

-Por cierto - me volvi a parar.

-Dime. - estaba segura de que diria alguna.barbaridad, cosa que saldria corriendo de la casa y denunciandola.

-Te encuentras mejor?

La respiración se me paró. Queria girarme y decirle que si que gracias a el podia haber dormido, que gracias por abrazarme.toda la noche y no dejarme.tirada en medio de la calle, pero en.vez de eso, contesté.

El pasado queda escritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora