Esposados #1 El Amante

La mañana

Los rayos de luz que entraron por la ventana hicieron que una azabache empezara a despertarse. Abrió sus ojos, ojos chocolate grandes y expresivos.

* esta no es mi cama......* pensó mirando las sábanas * ¡esta...no es mi casa!*

Un grito ensordecedor se escuchó por toda la casa, pronto se escucharon pasos apresurados subiendo las escaleras.

-¿estás bien cariño?

-Inuyasha...

-¿qué sucede, te encuentras mal?

-tu... yo...

- tu yo nada, te quedaste dormida en el sofá y te subí a mi habitación

-ayer peleé con Koga... - él asintió

- oye Kagome- la nombrada lo miró- he preparado el desayuno, puedes bajar si quieres

-sí...- salio de la cama y se dirigió a la puerta- Inuyasha...

*¿por qué me ayudaste...?*

-¿si cariño?

Ella negó con la cabeza

- ¿mi móvil?

- en el salón, he llamado a Miroku

- ¿el que estaba con mi amiga?

-¿...Sango no?- dijo alzando una ceja

Kagome asintió

Los dos bajaron silenciosamente las escaleras y se encaminaron a la cocina

-voy a llamar a Sango

En cuanto marcó su número la llamada inició

-¿Kag-chan estás bien?

-si tranquila - dijo alejando el teléfono para no quedarse sorda

-¿qué ha pasado? Miroku me dijo que un amigo suyo estaba contigo..

-es Koga...

- ¿qué pasa con Koga?

-¿vienen de camino?

- no me cambies de tema, estoy muy preocupada

- Sango- reclamó

-si, estamos llegando - ella suspiró

- aquí te cuento

- ¿estás bien?

-si, Inuyasha está conmigo

- ¿él es el amigo de Miroku?

-sí

-nos vemos en un rato

-chao

Kagome colgó la llamada para después dar un largo suspiro. Desayunaron tranquilos hasta que tocaron la puerta y el peliplateado se levanto para abrir la puerta.

-¡¡Kagome!!- exclamó la castaña

-¡Sango-chan!

Las dos se abrazaron muy fuerte mientras los chicos las miraban.

- ¿te pegó? - preguntó Sango

- no

- ¿te obligó a hacer algo?- volvió a preguntar

- no, tranquila

-¡ estás bien!- la dio besos en las mejillas sin parar

-ya basta Sango, estoy bien

Miroku miró a Inuyasha

-¿qué le pasa a tu querida cachorrita?

-su marido es un bastardo... - gruñó