Esposados #1 El Amante

Compras con sorpresa

- ¡Me parece una idea genial!- exclamó Sango sonriendo

- A mi también, ¡venga Inu-chan bájame!

- no

-¿por qué?

- ¿puedo ir?

-¡no, y suéltame ya!- dijo mirándole a los ojos

-pues si no puedo ir no te suelto...

-Sango...-murmuró Kagome pidiendo ayuda

-estaría bien que fuera- contestó encogiéndose de hombros- no hace ningún mal...

Inuyasha y la castaña mantuvieron una mirada cómplice.

-está bien... Miroku-san, ¿te quieres venir? Total, después de todo mi ropa interior la van a conocer todos... y tal vez le compremos algo a Sango-chan...

El ojiazul sonrió mirando a la azabache

- lo siento Kagome, pero tengo un amigo que trabaja en la policía y me gustaría hablar con él...

-¿Shippo?- preguntó el peliplata arqueando una ceja

- Fue él, el que nos atendió para poner la denuncia.

-Sango-chan...

-lo hablamos en el coche. - contestó- Inuyasha, lo siento mucho pero irás detrás...-el ojidorado la miró- y solo...

Las chicas salieron de allí pero Miroku le paró y le miró a los ojos.

-Inuyasha...¿no le dirás nada? Tiene derecho a saberlo....

-No es el momento...

-Inuyasha, sabes que es el momento

-¡No lo es Miroku! Me estoy divirtiendo es amable y le importo por lo que soy...

-¡Inuyasha, nos vamos!

El pelinegro le miró por última vez para luego sonreír.

-me quedaré por aquí...

-siéntete en tu casa...-contestó cerrando la puerta

-A ver, ¿entonces entro en tu casa, en tu habitación y solo rompió la ropa interior?

-si...

-me parece raro...

-pues a mi me parece más raro que te halla pegado...

- no le quise dar las llaves que me diste...- dijo mirando a la carretera

-enserio, lo siento mucho.

-no te preocupes, ¡con un poco de maquillaje se disimula!- dijo con sorna

-Inuyasha...- llamó la azabache

-dime cariño

-¿solo rompió mi ropa interior?

-todo estaba algo desordenado... pero cuando miré lo único que estaba roto era eso...-Miró hacia el cristal

-no te preocupes... no tiene porqué haber un motivo Kag, solo quiso fastidiarte

-ya pero no sé, no rompió ningún mueble...

-tal vez lo hizo para que te dieras una sorpresa...

-tal vez...- susurró

-¡ya llegamos!- exclamó Sango. Cuando la azabache bajo del coche suspiro  -¡vamos Kagome! ¡Hay que encontrarte unos súper modelitos!

Kagome se rió

-¡Y a ti también!- dijo ella y Sango se paró y miró hacia atrás sorprendida -Miroku ha sido muy bueno contigo...- la castaña se sonrojó- ¡y está muy bueno!