Problem |Editando|

Cap. 21: ¿Se terminó?

No podía creer los cambios que mi vida había sufrido últimamente, eran demasiados drásticos, e increíbles.

En los últimos seis meses había hecho cosas que nunca pensé que haría,  conocí personas que se habían vuelto una parte importante de mi vida, y justamente esas personas, me habían destrozado.

Pienso que debería estar acostumbrada, para mi era algo común sufrir decepciones tan grandes, pero aunque fuese algo rutinario, no significaba que no me importaba o que ya no me afectaría; todo lo contrario, me dolía como la primera vez.

Me sentía decepcionada de mi misma, porque sabía que a la larga yo era la  única culpable de mi sufrimiento. 

Ya que solo las personas que nos importan, tienen el poder de lastimarnos, facilidad, que nosotros mismos les concedemos. Gracias  a que le abrimos la puerta a nuestra vida, y le concedemos un papel importante en nuestro ser; algo que no está mal, pues acostumbramos a querer a las personas que con sus acciones, se ganan nuestro afecto y confianza. Pero no es lo mismo, que te corten un dedo, a que te apuñalen en el corazón. Esa es la razón por la que muchos nos volvemos desconfiados, porque sabemos que los únicos que pueden lastimar nuestro corazón, son los que  de alguna manera, tienen acceso a él; así que por nuestro bienestar, le prohibimos la entrada a cualquiera, porque estamos cansados de que nos apuñalen, tanto, que no podemos correr ese riesgo. Debido a que, como todos sabemos, que un punzón en el pecho, resulta ser grave, peor aún, si es un corazón que ya ha sido golpeado, y por ende, está más débil.

Lo que quiero decir, es que, los demás no son los culpables por decepcionarnos; es nuestra culpa por esperar demasiado de gente que no vale la pena. Porque muchos elegimos mal, y  hay que tener cuidado. No debemos ignorar, que una persona que tiene un lugar en nuestro corazón, sea buena, o mala, tiene el poder de matarnos.
Eso me pasaba con Ian Posley, desde que lo conocí, supe que era un problema, así que  trate de cuidarme para que no pudiese entrar a él, porque estaba muy herido; mis sentimientos acaban de ser golpeados, y sabía que el mínimo rasguño, podría llegar a ser fatal, pero sucedió todo lo contrario a lo que pensé, su presencia constante en mi vida  había reparado esas heridas, lo tengo que admitir, pero hubiese   preferido que se quedase así, porque la herida que dejó Ian Posley fue mucho más profunda que la que pude haber tenido jamás, y peor aún, no creía que se pudiese volver a cerrar.

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Habían pasado 24 horas después de la llamada a Ian, el cual, luego de Madison mencionarle que me había visto con Jason, cerró el teléfono. Me preguntaba si lo había creído, y me hubiese gustado haber visto su reacción.

Posiblemente no le hubiese creído nada a Madison, y era algo justificable, ya que, como todos sabemos, siempre se había dado la tarea de querer separarnos. Pero lo que le había afectado era haberse enterado de que había asistido a una fiesta con Evan, debido a una foto que Diana había publicado en internet, junto a Mike.

No recuerdo mucho de esa noche, solo que Evan me recogió a eso de las ocho, y fuimos a aquella fiesta.

Fue un momento agradable, y Evan se veía bastante bien. Una de las cosas que puedo decir es que tomé demasiado (Gracias a eso me siento aún me siento mareada) pero me divertí, lo que no hacía desde hace mucho tiempo. Traté de moderarme, pero nada me importaba en ese momento. Había dicho y hecho cosas, que me arrepentía profundamente, como llamar a Ian a altas horas de la noche, extremadamente loca por el alcohol y decirle que ya no lo extrañaba, que deseaba besar a Evan, y un montón de barbaridades, las cuales no están claras, una de las pocas cosas que recuerdo fue escuchar a Ian decir que era su vida y escucharlo extremadamente preocupado. Aquel momento, me revolvía el estómago, porque sabía que tenía razón; y le  agradezco sinceramente a Evan por  haberme traído a casa, y evitar todas las veces que intenté besarlo, era muy bonito de su parte no haberse aprovechado de mí, tal como Ian se lo había pedido.