Los leves rayos del sol traspasaban la cortina y daban hasta mis rostro, sentí ese agradable calor y sonreí. Quería quedarme un ratito más descansando, pero como leyendo mis pensamientos, un insistente maullido me privó de ese lujo.
Estiré mis brazos mientras bostezaba, una adorable bola peluda subió a mi cama, se sentó en mi regazo y maulló, dándome golpecitos con su pata en mi pecho. Me restregué los ojos aún medio dormido, me levanté de la cama y fui a cepillarme los dientes.
Mi pequeño gatito seguía maullando pero lo ignoré, siempre se ponía así para que haga algo por él, darle mimos o comida. Llegó hasta mi pierna y empezó a arañar mi pijama.
—Do hadas ejo, Soun —dije con espuma en mi boca. Siguió insistiendo y maullando cada vez más fuerte.
Escupí y me enjuagué la boca.
—Hola, ¿cómo estás? —pregunté alzándolo, maulló otra vez y le sonreí.
Caminé hasta mi habitación, mi pequeña mascota de un salto llegó hasta el piso y empezó a arañar la mesita de noche.
—¿Qué sucede?
Saltó del piso a mi cama y de ahí a la mesa de noche. Puso su pata en mi teléfono y lo encendió.
"9:48"
Abrí mis ojos de golpe.
—¡¡Kya!! ¡La audición!
Me saqué la pijama tirándola por algún lugar de la habitación. Abrí mi armario y saqué un polo amarillo, unos jeans y mi polera naranja.
—¡Es muy tarde! Tengo que apurarme —me cambié lo más rápido que pude—. ¡¿Por qué no me despertaste antes, Soun?!
Éste me miró irritado, tenía el derecho de estarlo, no debí quedarme practicando hasta tarde, ni tampoco debí quedarme dormido. ¿Por qué, yo del pasado? ¿Por qué?
Tomé mi guitarra, celular, billetera y mis audífonos. Corrí hacia la puerta.
Soun maulló otra vez y volteé a verlo. Me miraba fijamente, como si me olvidara de algo.—Cierto, ¡las llaves! —fui corriendo a la mesa y las tomé—. ¡Gracias,Soun!
Me gruñó cuando estuve a punto de cerrar la puerta.
—Oh, cierto... — lo alcé y lo acerqué a mi rostro—. Lo siento, pero esta vez no puedes acompañarme.
Maulló con un tono de decepción, lo dejé en el suelo no sin antes acariciarle la cabeza y susurrarle palabras conciliadoras. Cerré la puerta con llave y fui corriendo hasta el final del pasillo.
Presioné un millón de veces el botón del ascensor y levanté mi mirada para ver en que piso estaba, sólo para encontrarme con un "Fuera de Servicio" escrito en un empolvado cartel.
—Agh, es cierto, ya lleva dos meses así.
No dudeé ni un segundo y me dirigí a las escaleras de emergencia, corrí lo más rápido que mis piernas me dejaban y casi resbalando llegué a la primera planta. Salí del edificio hasta llegar al borde de la acera.
Extendí mi brazo, llamando a un taxi, nadie me hacía caso. ¡¿Por qué cuando necesito un taxi no hay ninguno?!
Después de una eternidad, uno me tuvo compasión y se detuvo, el conductor tenía una gorra de una popular banda de metal, me sonrió y subí inmediatamente. Mirándome por el espejo retrovisor me preguntó:
—¿A dónde va?
—Esto... Un momento...La dirección era... —busqué en mi bolsillo, saqué el papel con la dirección escrita y se lo di.
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My Song Reached Your Heart
RomanceShounen, un joven solista que fue aceptado por una compañía discográfica en pleno crecimiento. Kaede, un ex policía que se convirtió en idol gracias a esta disquera. Shounen quiere acercarse a Kaede, pero él aún tiene algo en mente, o mejor dicho, a...