Capítulo 6

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Me levanté a primera hora de la mañana. Apenas dormí la noche anterior. Me desperté y tanteé la mesita para cojer mis gafas y me las puse con cuidado, intentando no sacarme un ojo. Me levanté a oscuras. Encender la luz provocaría que viera todavía menos y me dañara la vista. Fue al baño y me lavé la cara. Mis padres estaban haciendo la maleta. Le ofrecí ayuda pero se negó. Me dijo que fuera a desayunar. No tenía hambre quedaba un día para que operaran a Lía. Hoy le daban "la charla". Eso me cerraba el estómago. Mi madre bajo y me dio un beso. Me despedí de mi amdre mi padre y mi hermana a la que abracé con todas mis fuerzas.

Me dirigía de camino al hospital. Ya habían hablado.
Cuando entré, para mi sorpresa Lía estaba allí sonriendo pero había una cosa muy distinta en ella; carecía de su pelo. Aquel pelo negro como el carbón, liso que caía sobre sus hombros y era suave y sedoso, aquel que tantas veces se había enredado entre mis dedos y a veces depeinado por el viento. Aun asi estaba preciosa. Seguía siendo la chica más bonita del mundo.

La abracé y le susurré al oído: "estás mas guapa que nunca" y ella solo susurró un simple gracias. Me senté enfrente suya para que empezara a contarme:

-Me ha dicho el médico que mañana me operarán a las siete de la mañana. Me van a abrir la cabeza para eliminar el cáncer que hay en ella. Como no pueden con el pelo me han tenido que rapar antes de tiempo.

Tras decir estobuna lágrima corrió por su mejilla y yo solo me limité a cojerle la mano.

-Tranquila pase lo que pase yo estaré a tu lado.

-No lo dejes todo por mi Luck. Nl vale la pena.

-Tu vales más que una luna llena, que un sol radiante, que una estrella fugaz o que un paseo por la playa o los últimos rayos del sol. Vales más que un tesoro radiante. Vales mucho más que un treinta y uno de agosto.

-Eso es lo que más vale en él mundo.-Me sonrió

-Mentira. Lo que más vale en el mundo eres tú.

Y nos fundimos en un beso un beso infinito. Sus labios estaban ardiendo y quemaban como el fuego, tan rojos y ardientes.

Ahora caminaba hacia mi casa, despacio, tranquilo y pensando en mañana. No estaba preocupado, sino contento porque sabía que Lía era fuerte y una vez eliminado el cáncer volvería a ser la misma de antes.

Me debes un día del verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora