Capítulo 8

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Qué frío he pasado esta noche, nunca hubiera imaginado el frío que se pasa aquí en el campo.

De repente suena el timbre de la puerta.

Me asomo a la ventana, y veo un hombre mayor, de unos sesenta años, me pregunto quién será.

- Aya! baja! Ha llegado tu profesor- me dice mi madre.

-Voy mamá, darme tres minutos- le digo alterada.

No estoy ni vestida, ni me he lavado, ni nada.

- Encantado, soy Dan,seré tu nuevo profesor- me dice con una sonrisa de oreja a oreja.

- Yo soy Aya, encantada- le digo sonriendo también.

-Ahora Aya tengo que hablar con el profesor, tus clases empezaran a las once.

- Perfecto! -Respondo entusiasmada.

Voy a buscar a Rose, así damos una vuelta.

-Rose! Rose! ¿Estas en casa?- grito justo al salir de casa.

Se asoma por la ventana y me dice que nos acompañará su hermana, Sarah.

-Hola chicas, que tal habéis dormido, ha hecho frío verdad?- les digo intentando ser simpática.

Sí mucho, responde Sarah, y a la vez me pregunta de dónde vengo, y a continuación que me gusta hacer.

- A mi me gusta montar a caballo, me dice Sarah, es más, tenemos dos caballos en la hípica de allí arriba.

Faltan veinte minutos para las clases, tengo que irme, ya que estamos bastante alejadas de las casas.

-Nos vemos luego- me grita Rose mientras me voy alejando.

- Hola Aya, ¿dónde has estado?, ¿tienes amigas por aquí?,¿lista para empezar?- me pregunta Dan, sin dejar de sonreír.

- Lista!- Le digo con voz decidida.

No han ido mal las clases de hoy, la verdad es que Dan, tiene un modo de dar clases bastante agradable, hace que las clases se me hagan cortas y que además aprenda.

Salgo a dar una vuelta para despejarme y al volver me doy un baño de una hora y media, después me pongo el pijama, preparo dos mantas y me hecho a dormir.

ZarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora