Capítulo 2: Gorka

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Era el chico guapo de la clase, popular y súper sociable. Jon Ander solía llamarle Bishonen.

Con 1'83 m de altura, quedaba el segundo mas alto de clase.
Tenía el pelo castaño y bien peinado, con mechas claras. Ojos marrones con un tono verdoso. Cejas oscuras y pobladas pero mirada amable y de cuerpo bien formado.

Nacido en Vitoria y con familia en Córdoba, era el tipo de chicos que tiene conocidos en medio mundo.
A veces solía ser un poco chulo y egoísta, pero se le cogía rápidamente cariño.

No solo era atractivo físicamente sino mentalmente también atraía. Un poco de cultura general y obsesión con los deportes, en general el fútbol.

Al contrario que Jon Ander él había tenido un tiempo escolar tranquilo.
Había ganado 4 campeonatos de fútbol sala y su equipo ganaba casi todos los años.
Sus padres estaban separados pero cuando el nació ya se habían distanciado por lo que para Gaizka su padre era su nuevo amigo.
Era muy resuelto con casi todo menos el amor verdadero.
Ya había estado con muchas chicas, pero eran un rollo pasajero.
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Aquel día había estado junto al grupo e impaciente aguardaba la llegada de la hora de irse a entrenar.
-¡Jonandeeeeeer! Ven conmigo a jugaaaaar a fútbooool.
-¡No me grites que estoy a tu lado!
-¡No lo hagas tú tampoco!
-Callad, par de imbéciles. No me dejáis escuchar sobre el tío de intercambio de Inglés, que está interesante, ¡jopé!

Una chica de original cabello azabache cotilleaba tras la puerta como su profesor hablaba con la subdirectora.
-Por lo visto un tío joven, de ventipico años, de Noruega o Islandia o por ahí, albino y pecoso, extranjero y ¡sabe ruso!
-Tú si te lo puedes tirar te la sopla como es.- Gorka- Joder Gentzane, pa' engancharte y no soltarte.

La chica bufó.
-Pues si te digo lo que eres tú no salgo de aquí hasta mañana por la mañana.- soltó.

-A mi me parece sospechoso, y falso también.- Jon Ander.
-¡Si no lo conoces aún!
-Ya, pero ser noruego o islandés, albino y saber hablar ruso, y además que venga justo en este tramo de curso...
-Igual es uno con media y se inventaba cosas según se le iban ocurriendo.
-Seguro que es eso.- Jon Ander.
-Pues- una voz a lo lejos les llamó la atención- Yo le he visto, y no todo lo que dice es mentira.
La que había hablado era una chica morena, piel pálida y ojos miel que acababa de hacer su aparición.

-¡Tú, Maite, no te flipes!
-Calla, que se lo que digo. El otro día estuve escuchando que iba a venir un nuevo profesor, así que le pregunté al tutor haber dónde iba a vivir, y como me lo dijo pues qué más da, lo empecé a espiar y por lo que he oído sí que sabe ruso, pero no es noruego ni islandés, pero aún así es de por ahí, más del Norte que aquí, jajaja.

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