Tu te fuiste por cuenta propia y por propio pie, fue tu decisión llegar herido y triste sin esperanzas a chuparte todas mis ganas de amarte.
Mientras ella se recuperaba de su locura pasajera, o tal vez probaba el sabor de otros brazos, otro aroma...
Fue mi decisión tomarte y amarte y castigarme un poquito con este amor pasajero, con tu espíritu libre, con la despedida inminente.
Y volvió comó lo auguro mi experiencia y la razón de que ningún cuerpo, caricia o beso sabe mejor si no es dado por ti.
Adiós mi amor,
De nuevo te pierdo en vida sabiendo que a ti también te duele mi partida.
Me llevo mi magia, vuelve a la rutina de fingir embonar con ella.
Te amo.