Hasta su cinismo y sarcasmo me resultaban indiferentes...
Ni que hablar de su presencia, solo era un largo silencio incómodo, un mosquito zumbando en el oído que cuano se va sientes tanto alivio.
Menos que un amor y algo más que un desconocido...
Un grillete en mis alas,
Un parasito decidido a vivir con mi vida.
Un sádico aferrado a mi esencia.
Nada para mi.
De tanto dar vueltas en circulos,
me estoy empezando a marear ...