Levi estaba siendo especialmente intimidante en esos momentos, me pregunté si no era algo poco ético para un psiquiatra, pero al fin y al cabo Mikasa me lo había advertido antes: si no lo hacía Levi, ella se encargaría del trato rudo. Ella misma le había dado la confianza, le había contado que suele usar fuerza bruta conmigo cuando hago alguna estupidez, que, si no, era como intentar detener un río con, era como dejarme explotar por mí mismo.
—¿Qué hay del catorce? ¿Por qué dijiste que sólo había trece?— preguntó Levi echando el cuerpo hacia adelante. Sus ojos parecían tan molestos que temí por lo que pudiera hacerme.
—Porque sólo trece de ellos son importantes.
—¿En qué? ¿En tu propia novela romántica? Los últimos dos, que me escondiste desde el principio, también son importantes.
Lo miré un tanto ofendido. Probablemente sí, trece de los quince sucesos eran sólo sucesos en los que nuestro amor evolucionó, los otros dos no me gustaban nada. La lista no tenía un título, pero eran las cosas que habían influido en nosotros de alguna manera. Sin ellas es probable que jamás hubiéramos terminado así, pero amaba tanto a Jean que no podía arrepentirme de nada. No quería hablar del número catorce. Ni siquiera quería pensar en ello. Mikasa prácticamente me estaba obligando a hacerlo, y sabía que lo hacía por mi bien. No sabía si enojarme o quererla por ello. Bastante tenía con saber que Jean no estaba en casa, ahora tenía que recordar que en realidad había alguien más ausente en casa desde hace tiempo. Mi vida estaba llena de desbarajustes, probablemente mi relación con Jean nunca funcionaría, aunque pudo ser también mi culpa, porque estuve inventando cosas color de rosa que jamás pasarían, cosas que nunca podrían suceder. Y ya estaba algo cansado de ello, de todo. Lo había estado desde antes de que mi trastorno comenzara, un trastorno que ya parecía que iría para largo. Mis recuerdos regresaban, sí, pero en cuanto dejaba de tomar una sola vez mi medicamento me convertía en el caos que había llegado por primera vez al consultorio de Levi. El caos que sólo conocía los sucesos que quería conocer y desconocía los que quería desconocer.
El número catorce influía en Jean y en mí en gran medida. Algo trágico. Era algo trágico. Algo por lo que lloré por años antes de entrar en mi trastorno. Contrario a lo que yo pensaba al principio, antes de recordar el suceso número trece, Jean no era la principal causa de mi trastorno, al menos no del todo. Él podía vivir tranquilamente en Nueva York. Incluso me hubiera gustado saber que había conseguido una pareja, una familia, en lugar de quedarse con un imbécil trastornado como yo. Y en ese momento, con Levi frente a mí, rogaba porque la noticia llegara y me destruyera ahí mismo. Quizás le daba por apiadarse de mí y así no tendría que contar más de lo necesario. Aunque francamente todo era necesario.
Comencemos con esto: El cariño que yo le tenía a la madre de Jean también Jean se lo tenía a mi madre. ¿Y cuál es el punto de esto? Bueno, que a ambos nos afectó por igual. ¿Qué cosa? Simple: mi madre está muerta. Todo fue demasiado rápido, demasiado sorprendente para todos. Demasiado todo para mí, para Jean, para su madre, para mi padre. En fin, ni siquiera supimos del todo cómo es que logramos procesar todo, o tal vez algunos no lo hemos hecho. A fin de cuentas, resultó que en medio de la pelea entre mi padre y los Kirschtein, en la cual ni mi madre ni yo nos metimos por temor a decir algo que pudiera echar más leña al fuego, mi madre se desplomó. Así, de la nada. Su cuerpo simplemente cayó inerte sobre el piso. Se suponía que ya se había recuperado del golpe en la cabeza, que yo me había recuperado de mi descompensación sobre no sé qué que provocó mi desmayo, pero eso no significó nada. El cerebro de mi madre reaccionó de alguna manera extraña ante la presión de la pelea que había en ese momento y sus neuronas, como le dije medio ido a Mikasa en el funeral, explotaron. El golpe no había sido tan inofensivo como habíamos creído.
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Él y yo | [JeanEren]
FanfictionEren tiene algunas lagunas en su memoria que no lo dejan recordar algo importante, así que hace caso a las palabras de Mikasa y busca ayuda profesional, con la cual será capaz de descubrir el suceso que estuvo tan escondido entre tantos recuerdos ju...