Luna The Arrow 3: El Underworld

Capítulo 2: "Manipulado"

*Narra Hipster*

Pasan los días, él se comporta de la misma manera, todo el tiempo hace bromas sobre mí, de esa noche, que soy una asesina, que sé a dónde están, un montón de cosas así.

Un día, tanto Wicked como Jasi entraron al salón, indudablemente, mi hermana querida había obligado a Jasi a confrontar a Skrillex, tanto por su apodo como su opinión sobre Maze Runner.

– ¡Ha vuelto! –dijo él, a mi lado, abriendo ampliamente los brazos y una sonrisa burlona apareció en su cara.

–Así es, puto– dijo Wicked. Se cruzó de brazos, sentándose en el escritorio del profesor sin ningún problema.

Skrillex hizo un megáfono con las manos alrededor de su boca y puso un tono de voz de cualquier mina que llama por el micrófono en los supermercados.

– ¡Atención, todo el mundo! Tres fikazas en la sala, a menos que quieran morir, favor de retirarse ahora mismo del salón, Gracias.

Varios estudiantes se alejaron del frente de la sala, como si con eso se salvaran de ser devorados, o algo así.

Jasi se sentó en la silla detrás del banco en donde Wicked estaba sentada.

– ¿Venís por una confrontación? –Dijo Skrillex, son una sonrisa burlona mientras acomodaba los brazos sobre el banco–, ¿tenés problemas con tus tareas de matemática, rubia?

–Para que sepas tengo diez en matemática– dijo Wicked, ladeando la cabeza con expresión de reina malvada–, seis puntos más que vos– sonrió.

Skrillex frunció las cejas, luego se giró hacia mí y dijo:

– ¿Le dijiste que tengo un cuatro en matemática?

Luego se echó hacia atrás, como indignado, y se llevó una mano al pecho, exageradamente.

–Ya no se puede confiar en nadie...

Con esto, solté una risita y Wicked sonrió triunfante, Jasi miró la escena con gracia.

–Pero, ya, maldito gay– dijo Wicked, tomó un paquete que parecía haberse generado de la nada y lo puse frente a Skrillex, la rubia lo miró para que abriera.

Dentro estaba uno de los mejores libros que había leído en mi vida: Maze Runner: Correr o Morir, y no sabía qué era lo que la maníaca mente de mi hermanita estaba planeando.

Skrillex lo empujó y se echó hacia atrás en la silla.

–Genial: hay un cacho de mierda sobre el banco– dijo, con una mueca de asco.

Jasi ahogó un grito.

–Te lo dije– dijo Wicked, mirándola, luego se volteó hacia el joven a mi lado–. Abre el puto libro.

Skrillex arrugó el ceño, Wicked le insistió con otra serie de insultos, hasta que Skrillex movió la tapa, y luego la primera hoja, noté que algo iba mal cuando Wicked se arrimó al borde del escritorio y Jasi casi hecha a correr.

Pero ya era demasiado tarde, porque una bola de humo roja explotó desde el libro y manchó la cara de mi compañero, yo, inmediatamente se lancé sobre el libro, porque si se había manchado aunque sea una esquina, Wicked iba a estar muerta, me sorprendo al ver que las páginas tenían un plástico, yo suspiré de alivio.

Pero Skrillex se paró y salió corriendo del salón, Wicked y Jasi no estaban en sus lugares, y la idea de que él iba a cobrar venganza me molestó.