La leyenda del hilo rojo♥↭Jungkook & Tn↭♥

Capitulo 4♥♡

Capítulo 4.

- ¡Hola Jungkook!-.en cuanto escuché su nombre, me giré a verlo.-Más bien esa es mi pregunta, ¿qué haces aquí? ¿no deberías estar con Hyuna?

- Yo te pregunté primero...-dijo serio. ¿Por qué me odiaba? La mentalidad que tenían los coreanos a veces podía ser estúpida, una mujer coreana debía ser sumisa a todo momento, el lema de los varones era: "Si no le hago caso, ella se enamora de mí, y la tengo a mis pies".
"A mi me das el avión, y yo te mando a volar", pensé.

- ¿Qué dijiste?-.cuestionó Jimin. Me ruboricé.

- Lo siento, pensé en voz alta.

- Ah...bien, pues me la encontré fuera del teatro y le invité a salir...-dijo el castaño con seguridad, Jungkook hizo una mueca, y se lo llevó a rastras a otro lugar. Volé los ojos mientras veía como hablaban. Vi que Jimin hizo una cara de sorpresa, y se acercó corriendo a mí.
- ¿Qué tienes?-.le pregunté asustada.

- ¡Le gusto a Shin! ¡Por fin me dará el si!-.la emoción no cabía en su interior.-¡Debo irme, te quedas en buenas manos, adiós!-.y se fue.
¡¿Qué?! ¡estaba loco si pensaba dejarme con Jungkook! Maldije cuándo le sentí cerca.

- Mentí...-escuché que dijo sentándose a un lado de mí, con las manos atrás, era una pose peligrosa.

- ¿Acerca de qué?-.respondí curiosa, y fría.

- Shin jamás saldría con él.-contestó. ¿Acaso no tenía tacto?-.a ella no le gustan los tipos como Jimin, inmaduros, sin metas en la vida.

- Yo saldría con él...-dije sin pensar, le sentí más y más cerca. Estaba segura de que mi destino iba a ser muy intenso a partir de ahora.

- ¿Segura?-.preguntó en mi oído con una voz malditamente sensual. Mi piel se erizó por completo.
- Bastante...-dije firme, me puse de pie y le enfrenté.-Deberías disculparte con él, Jimin es un gran chico, no puedo creer que un chico de 18 años sea ¡TAN! engreído...-le grité, y traté de escapar, pero él me tomó por el brazo.

- Sé lo que estás tramando, _____...-murmuró muy cerca de mí. ¿Se habrá enterado de la bruja que se hacía pasar por mi abuela? Apreté los ojos.

- ¿Qué crees saber?-.dije bastante asustada. Le miré, su rostro se ablandó.

- ¡No sé!-.dijo sonriendo y levantando los hombros, fruncí el ceño, ¡qué bipolar!-.tenía que ponerle intensidad a tu vida ahora que te habías mudado a Corea...¿acaso no soy un buen actor?-.me dijo chocando su hombro con el mío, mientras me mostraba su hermosa sonrisa. ¿Qué carajos?

- Pero...¿y Jimin?-.pregunté.

- Tenía que inventarle algo para que se fuera...ya me perdonará, él no es rencoroso...-dijo sin dejar de sonreír.-¿Quieres un helado? La verdad es que tengo mucho calor.
¿Acaso él era el Jungkook de verdad? Me agradaba más que su otra cara. Juro que si hubiese sido así para siempre, estaría a punto de cortar aquel hilo, y huir del destino.

Ese día no pudimos ir por los helados, ya que de un rato para otro, la lluvia se hizo presente, mojándonos por completo, así que me tuvo que llevar a casa. Estaba mirando las gotas de agua caer por la ventana, no podía dejar de pensar en él, traía el cabello casi seco, y mi pijama calientita cubría mi cuerpo. Recuerdo que mi madre me la había comprado hace unos dos meses, (http://i00.i.aliimg.com/wsphoto/v0/2050632410_1/Unisex-Fleece-adultos-unicornio-rosa-azul-Onesie-pijamas-fiesta-navidad-de-halloween-trajes-sml-XL.jpg) me daba mucha ternura.

- Qué linda pijama, hija...-dijo la señora con una taza entre las manos.-Te traje leche con malvaviscos, espero que te guste.

- ¡Muchas gracias, Juliette, no te hubieses molestado!

- No es molestia, querida...me agrada ayudarte, tú y tu madre son como la hija, y nieta que nunca tuve...-hizo una pequeña mueca. Yo le miré algo preocupada.

- ¿Tiene algo, señora? ¿quiere que le ayude?-.pregunté.

- No te preocupes, cariño, ya sabes, el oscuro pasado me atormenta, pero no hablemos de eso, ¿si? Cuéntame qué pasó con Jungkook hoy.
- Pues al principio creí que me odiaba, pero de repente comenzó a tratarme bien.
- Toda la gente tiene dos caras...tú por ejemplo, eres adorable, pero también eres seria, la gente ¡toda! esconde secretos, nunca caigas en las mentiras.
- Jamás.

Minutos después tocaron el timbre, pensé que era algún cartero, o el de la comida china que había ordenado mi madre. Abrí la puerta topándome con esos tres pares de ojos cafés. Comenzaron a reír en cuánto vieron mi pijama.
- ¡Pero qué bonita pijama, _____! Ahora creo que eres más bonita...-dijo Taehyung. ¡¿Qué hacían ellos aquí tan noche?!