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- Capítulo cuatro.

Suena su celular una vez más, bufa enojado y sale del cuarto cerrando la puerta fuertemente.

— Tenemos que salir de aquí — dice Celina.

— Shh — la calló el rizado tratando de ver si ya no había nadie en la habitación.

— Tienes otro entrenamiento — habla con cansancio.

— Shh.

— Quiero besarte — decide jugar con él.

— Shh — la calla una vez más — espera ¿qué? — pregunta confundido.

Ella ríe y abre lentamente la puerta, observó hacía los lados para verificar que Evan ya no este en la habitación.

— Ven, es hora de salir de aquí — murmura por alguna razón.

Harry la siguió a paso, en una de esa baja la velocidad y mira su cuerpo, después recordó que es la hermana de su amigo y quita la mirada desconcertado. Realmente quería saber que hay debajo de esa ropa holgada y vieja, el pensamiento de ganar la apuesta aumentaron con tan solo verla, haría todo para tenerla a sus pies.

Lina suspiró cuando salen de la habitación de 'su amigo' si así se puede llamarlo, por otro lado, el ojiverde esta feliz, logró su objetivo: Sacar del juego a Evan, una cosa más que tachar de su lista.

Tiene el camino libre –o él piensa eso– con la chica.

— Respecto a lo que dijiste en la habitación, no me opongo a eso — murmura Harry cerca de ella para ponerla nerviosa y lo logra, sonrío al ver lo que provocaba en la pequeña. Sería fácil conquistarla.

— Sólo quería saber si me ponías atención Harry — rueda los ojos — no te emociones.

— Los Collins y su manía de rodar los ojos — se queja el rizado — algún día se quedarán ciegos algo por el estilo.

— Tan solo cállate y sácame de aquí que esto parece un laberinto — lo mira directamente a los ojos, mala idea.

Se pierde en su mirada verdosa, transmite tranquilidad y armonía, él parece notarlo y sonríe con superioridad.

— Señorita Collins ¿qué hace usted aquí? — pregunta el conserje.

— Yo vine por el equipamiento de mi hermano — balbucea, nunca había estado en problemas.

— ¿Y por qué no vino él? — cuestiona presionando a la castaña.

— De hecho, me ofrecí a traerla hasta aquí, recordé que el equipamiento de Ohly esta en mi habitación — la defiende Harry.

— Qué no vuelva a pasar jovencitos — dice y sigue barriendo.

Gran susto que se llevaron...