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- Capítulo dos.

Cuando el entrenamiento finalizó, Lina bajo de las gradas, no sin antes avisarle a Evan y fue con su hermano a darle un fuerte abrazo.

— Felicidades ¡lo hiciste asombroso! — chillo de emoción.

— Gracias enana — la abrazo de vuelta.

— Alto, me duele tu equipamiento de americano sumándole que estás sudado, asco — se queja mientras lo empuja con suavidad.

— Se llaman hombreras — corrigió Harry.

Ella lo miró — Lo sé, Styles.

— Dime Harry — ladea la cabeza provocando que algunos rizos se muevan de su lugar.

Moría por tocar y acariciar aquellos rizos caramelo pero se tenía que controlar de alguna manera u otra, se mordió el labio y bajo la cabeza.

— Bien, creo que hay que ir a las duchas, apesto — rompe el incómodo silencio Ohly olfateando sus costados.

— Si eso creo — concuerda Harry dando una espectacular sonrisa — yo también huelo mal.

Contiene su respiración, este hombre desborda tanta perfección, ahora sabía porque todas las chicas caían a sus pies. Solo asiente, giró sobre sus talones y caminó a paso lento hacía Evan que platica con su hermano entre risas.

— ¡Oh, Lina! — dice alegre — que bueno que volviste, el es mi hermano Liam, Liam ella es...

— La hermana de Collins, Celina Collins mejor conocida como la pequeña Lina, un gusto al fin conocerte — besa el dorso de su mano.

— El gusto es mío — sus mejillas se pintan de un color rosado, el mayor de los Payne se percata de eso y sonríe satisfecho.

— Yo me tengo que ir a las duchas, un placer bonita — le guiña el ojo mientras se va.

— Adiós Liam — dicen al unísono.

Ellos contraen una charla interesante fuera de la física o la tecnología que tanto ama el morocho, Evan habla orgulloso de lo que será próximamente en un futuro.
Después la conversación se torna aburrida por las platicas de la cultura de Francia que cuenta con alegría Evan. Un Harry aparece de pronto con sus rizos caramelo completamente mojados, su camisa blanca estampada se encuentra abierta de 3 botones, sus jeans negros pitillos y sus típicos botines cafés.

— Te la robaré un segundo Evan — dice con desagrado su nombre.

— Esta bien Harry — da una mueca y se aleja con decepción.

— Ohly quiere verte pero me prohibió que te dejara entrar a los vestidores — explica con una sonrisa de lado.

— ¿Se puede saber para que me busca? — pregunta confundida.

— Me mando a escoltarte de que Payne no se acercará a ti ni te fueras con el a algún sitio loco en donde pueda besarte — bromeo, por dentro ideaba algún plan para acercarse a la pequeña Collins y lograr su objetivo.

— No lo haré, él es solo... — da una ligera pausa — ¿mi amigo?

— ¿Lo ves? no sabes que es tuyo, ahora calla y ven conmigo — le extiende su mano, el plan de eliminar a Evan de su camino ha comenzado.

— ¿A dónde me llevas? — cuestiona la pelinegra.

— Ya lo verás — responde con su típica sonrisa burlona.