One Shot's ➳ jb & ag

Fenómeno Natural

¿De cuantas maneras puede atacar la madre naturaleza al mundo?

Sonreí mirando al profesor de formación ambiental, miraba sus labios moverse mientras palabras como "factores bióticos" salían de su boca, parecían interactuar demasiado con la clase.
Baje la vista al libro y mire el título de la lectura "Fenómenos Naturales". Comencé a leer dejando atrás la vocecilla del profesor, decían definiciones y ejemplos...

"¿De cuantas maneras puede atacar la madre naturaleza al mundo?

Suspire al ver la pregunta con tinta indeleble en mi cuaderno, el profesor había dejado que respondiéramos esa simple pregunta, siempre me pregunte porque no dejaba tareas más elaboradas, esta preguntas eran más difíciles de responder. Entonces, recordé los ejemplos y comencé a escribirlos.

- Tornado, Tsunami. Terremoto, Maremoto, Incendio Forestal...

Entonces me quede pensando, mirando hacia la nada, mire mi pluma y mi cuaderno. La pluma automáticamente se me cayó de las manos y me volví mirando aquella foto...
"Amor", escribí después de haber recogido mi pluma. Mire una y otra vez aquella palabra, mordí mi labio y suspire...

En realidad, era la única opción, ¿Por qué no lo mencionaban?
Era cruel y desgarrador, mataba, asesinaba gente diariamente sin importar las condiciones hacia vidas miserables, podía arrasar con el mundo, podía manejar a la gente, tenía poder...
¿Por qué no lo mencionaban? Era mil veces más fuerte, el amor era el fenómeno natural más peligroso, y lo peor era... que nadie podía escapar de él. Nadie.

Me levante de la silla del escritorio, acercándome a la pequeña comoda que había frente a mi cama, tome el porta retrato y mire las letras en azul fosforescente. "Ariana y Justin por siempre juntos"...
¿En qué momento le había creído?
¿En qué momento pensé que cuando se mudara de la ciudad iba a llamarme?
Yo era su pasado, nunca iba a recordarme, y menos un chico tan guapo.... No podía soportarlo, y menos después de haber pasado los últimos tres meses pensando en él. Se había mudado a principios de año.
Justin Bieber; divino chico de ojos miel, mi mejor amigo, la persona con quien tuve mi primer beso, y mi gran amor.
Resople y avente el porta retrato a la pared, sabía que no se rompería, era de plástico, hecho por él.

Lamí mis labios, comenzaba a ponerme nerviosa. Pensar que él me ponía nerviosa, ¿Por qué me había olvidado tan fácil? ¿Acaso recordaría que en exactamente catorce días seria mi cumpleaños, y nuestro aniversario de cinco meses?... ¿Se acordaría de mi de vez en cuando?... Me gustaba pensar que si lo hacía. Me gustaba pensar que pensaba tanto en mi como yo lo hacía en él, pero que tenía miedo a llamar debido a los meses que había sido todo silencio.
Una sonrisa curvo mis labios y me lleve las manos a la cara, deteniendo aquellas lágrimas de ilusión que se forjaban cada vez que me ponía a pensar en cómo se encontraría él.
Prefería pensar en el de otra manera, de una manera que ya habíamos vivido. Prefería recordar cada accidental roce de nuestros brazos. ¿Quién había mandado a que me enamorada de él? ¿Podría maldecir a la madre naturaleza?
Me pase una mano por mi cabello castaño y pensé en como luciría su cabello ahora. Sonreí pensando en cuando llegaba a pensar que yo no había sido víctima del amor, que ni siquiera se había acercado a mí. Eso fue una total mentira cuando él se marchó. Era una total mentira que yo no había caído en el amor, estaba tan adentro que me ahogaba en su desabrido sabor.




El mundo dejo de ser mundo cuando mis ojos se cerraron y todo comenzó a volverse gris. Me mire arrodillada contra un paisaje negro, con la cabeza gacha y el cielo lloviznando. Entonces, mire su silueta, él tenía que llegar rápido si no pasaría lo mismo que en otros mismos sueños, yo iba a terminar llorando más de lo normal, despertándome, gritándome, con mi madre consolándome, diciéndome que nada iba a pasar y preguntándome '¿Qué sucede?'.... Y yo sin poder decirle que la razón por la que lloraba era por Justin Bieber, mi amor, mi buen amigo...
Mire sus tenis blancos a menos de cuarenta centímetros de la yo que estaba arrodillada, llorando. Él se acuclillo, había llegado ¿Cómo terminaría este sueño entonces?


El timbre de la alarma resonó mis oídos, y todas las imágenes desaparecieron de mi mente, abrí los ojos de golpe y sentí un mareo repentino, me enderece tratando de no devolver la cena y mire mi cuarto. Me sostuve con la mesa de noche y me levante. Me puse las pantuflas y mire mi espejo un segundo, lucia fatal.
Baje las escaleras para encontrarme con mi mamá, le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.


Asentía con la cabeza mirando de alguna manera como Taylor me hablaba sobre mi fiesta de cumpleaños... ¿Por qué este año no tenía ánimos de festejarlo?, sabia la razón, y era porque me faltaba Justin.
¿Por qué el amor no podía ser fácil?
Cerré mi casillero, y me dirigí hacia la cafetería.

~Flashback~

- ¿Crees que comer esto me hará daño? - me volvi mirando a Justin con sus hermosos y bellos ojos miel, su cabello rubio peinado naturalmente hacia arriba, mire su sonrisa tan contagiosa, y baje la mirada a un plato lleno de comida chatarra.
- No creo que te haga bien...
- Genial, entonces, ¿Quieres enfermarte conmigo y no ir a la escuela para poder ir al concierto de Bonjovi?
- Estás loco, Bieber - reí mirando sus perfectos labios curvarse en una sonrisa.
- Sí, pero.... Así podremos decir que fue por comer en McDonals así mi mamá me va a creer y podremos ir juntos, y ya sabes, te cantaría Always con todo mi corazón y seriamos las personas más felices allí.... - sonreí y se sentó a mi lado ofreciéndome de lo que prometía un malestar estomacal.

~Fin de flashback~

Sonreí al recordar en como habíamos pasado ese concierto mareados y con ganas de morirnos, pero él me canto al odio e hizo que sintiera que el mundo podía elevarse en cuestión de segundos. Allí había sido cuando Justin Bieber se había robado cada parte de mí, siendo cada día más propensa a sus guiños, sus miradas, su cabello, su piel, la forma en que me tomaba de la mano.... Todo había sido falso porque el se iría, lo sabía y no me lo había dicho, sus palabras habían sido 'Demasiado dolor para una despedida, prometo llamarte'... Mordí mi labio y mire el calendario... no llamaría.


Diez de abril, tache la fecha en el calendario con un rotulador dorado metálico, estornude, más valía que este resfriado se me quitara antes del catorce si no mi pequeña fiesta de cumpleaños sería un desastre, enferma no me pondría los tacones que mi madre y Taylor planeaban ponerme.
Me recogí el cabello en una coleta y mire hacia la ventana, mire el porta retrato, ¿Por qué siempre aparecía en los momentos más....?

Suspire y abrí mi libreta, mire al maestro de Formación Ambiental que había tenido un diplomado en Londres y había faltado los últimos días, sonreí al mirar mi patética respuesta en la tarea.

- ¿Quién hizo la tarea? - levante la mano instantáneamente junto a otras personas - Bueno, veo que no se acordaron. Ariana, ¿Quieres decirme cual fue tu respuesta? Déjenme decirles que más que nada era una pregunta de reflexión, quiero una buena respuesta... -suspire y mire al maestro, me levante de mi asiento y sostuve mi libreta temblando levemente.
- ¿De cuantas maneras puede atacar la madre naturaleza al mundo?... Al principio, cuando comencé a responder la pregunta, solo los ejemplos de fenómenos naturales me vinieron a la mente, los que habíamos visto en clases, pero la pregunta nunca fue especifica aunque... tampoco mencionan en la lectura al fenómeno natural más visto, según esto... todos destruyen, matan y suceden sin que puedas controlarlos.... Yo encontré uno que es igual, puede matarte... pero también puede entregarte el cielo, tal vez, suene muy intrínseco, ya que no es algo que puedas valorar por una comunidad, pero eso me refiero a lo del cielo. El amor.... Es cruel, hay historias que dicen lo contrario, hay miles de libros que afirman que es el sentimiento más poderoso, y a eso a lo que voy, el amor... tiene poder, poder de alegrarte, y de... matarte.


Una vez más, todos los días había soñado lo mismo, pero todos los días solo llegaba hasta donde el tocaba mi barbilla y yo reaccionaba, una vez más.
Pero esta vez, él estaba allí acuchillado a lado mío, su mano rodeo mi barbilla y alce el rostro... su mirada y la mía se conectaron por un segundo, sus ojos eran tan penetrantes en el intenso gris del sueño, entonces... deje de ver la escena, mis ojos veían los suyos, yo había regresado a mi cuerpo, estaba allí, sintiendo ese dolor penetrante, ese sentimiento de muerte, ese ir y venir... Sus labios se curvaron en una sonrisa y se acercó a mí, murmurando cosas inteligibles como...

- Muerte - susurró.


Desperté con la respiración acelerada, y el corazón palpitando a mil por hora en mis oídos, un zumbido invadía mi cabeza, la oscuridad me venía como un abrigo. ¿Qué estaba diciendo? ¿Por qué había dicho eso? ¿En que me estaba metiendo?
Mire la ventana que estaba abierta, yo la había dejado así, pero... ¿Por qué entraba tanto aire si era primavera?, entonces en la penumbra pude ver el calendario... el día había llegado, catorce de abril, mi cumpleaños dieciséis. Cerré los ojos por un segundo.... Dicen que puedes pedir un deseo, y me gustaban los deseos, porque eran privados, y si no se cumplían, nadie se daba cuenta.
El sueño me venció otra vez...

- Ariana, Ariana- escuche la voz de Taylor y suspire.
- ¿Qué ocurre?
- Tengo algo que decirte - ladee la cabeza. ¿Qué era ese extraño trapo que llevaba en la cabeza? ¿Era una venda?
- ¿Llevas una venda? - ella trago saliva y se volvió mirando hacia el final del pasillo del instituto. Allí estaba el, lo mire con su ropa casual... pero no era precisamente él... iba a matarme.


- ¡Feliz cumpleaños! - abrí los ojos mirando a mis padres, sonreí y los abrace con la cabeza aturdida. ¿Qué no se suponía que si él llegaba a acercarse no sería muerte si no un rescate?
- Toma cariño, tu regalo de cumpleaños -mire a mi madre y tome la cajita con emoción, cuando lo abrí sonreí, siempre había querido un iPhone y mi madre no había olvidado su promesa de "a los dieciséis"
- Gracias, papás. Son los mejores - me acerque a ellos y les di un inmenso abrazo.
- De nada, cariño - dijo mi mamá acariciándome el cabello, la mire por un segundo, parecía raro.

¿Estaba volviéndome paranoica?
Entonces recordé los ojos mieles e inyectados de sangre de Justin. Hoy era el día y él estaba a unas dos horas de viaje en auto de m. ¿Y que si iba y tomaba el auto sin pedir permiso y manejaba hasta donde el estaba?
Sonreí, sonaba patético.



- No me veo bien.
- Yo creo que estas bien.
- Parezco una niña bien... ya sabes - mire a Taylor.
- No es así, luces bien. Invite a Josh, ya sabes. Creo que podría fijarse en ti... - reí y mire a Taylor, aun no entendía que Hutcherson nada que ver conmigo, pero no le diría nada, era por mí bien. Suspire y me senté en el sillón.
- ¿A qué hora van a llegar?
- Son casi las ocho, ajusta la luz y como buen anfitriona vas a recibir a la gente.
- ¿No dijiste que era algo pequeño?
- Bueno, le comente a tu mama que sería algo más grande. Pero créeme hoy luces espectacular, tanto como para que todo el instituto te vea con ese vestido de infarto... - alcé una ceja y me levante para abrir la puerta, el timbre había sonado...

Me mire al espejo por unos segundos, mire mi cabello cayendo por los hombros, mis ojos maquillados y mis labios pintados. Mire el vestido blanco que Taylor había escogido, mire mis piernas, las piernas que un día Justin habían llamado "piernas de la muerte".
¿Qué tenía con la muerte ahora?
¿Qué me pasaba con el amor?
¿Es que acaso ahora me perseguía?
El timbre volvió a sonar y rodee los ojos, me mire por otro segundo....

La saliva hizo que me atragantara cuando mire sus ojos de ese oro tan maravilloso. Cuando mire su figura en un traje, cuando mire su camisa blanca desabrochada por los primeros dos botones, cuando mire sus labios delgados y rosas. Sonrió y alzo ambas cejas, susurro un "Hola" que mis oídos apenas captaron, su voz era más maravillosa de lo que había recordado. Él estaba aquí, a mi lado y me estaba tomando de las manos. Mordí mi labios, después de todo para mí el amor había sido de esos que te llevaban al cielo.

- No creías que olvidaría este día.
- ¿Has vuelto por mí? - la pregunta más tonta del mundo, porque era obvio que así era, pero el sonrió y me abrazo tan fuerte que no quería que jamás me soltara.
- Claro que he vuelto por ti, y he vuelto para decirte que cuando ambos seamos mayores de edad, te vengas conmigo. A donde sea, al fin del mundo si es preciso - lo mire un poco sorprendida, pero con una inmensa sonrisa, era la idea más tonta y linda del mundo.
- Nos iremos, nos iremos juntos. Voy a donde quieras contigo - sus enormes brazos me volvieron a rodear, pero esta vez eran más cálidos que antes. El calor de su cuerpo era hermoso.
- Te amo demasiado como para volver a dejarte.