All too well

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Ambos caminamos hacia la puerta, estábamos en pleno invierno, y en esa época las calles de Nueva York eran heladas, separe mi mano de la de él, frote ambas de mis manos y comencé a soplarlas. Recuerdo que él había tomado ambas de mis manos, y las junto con las de él, y comenzó a soplarlas dándoles calor. Sonreí dulcemente. Y el beso la comisura de mis labios, pero yo tome de su cabello, atrayéndolo más a mí, para profundizar el beso. Se separó de mí lentamente y me sonrió para luego besar de nuevo mis labios.
Toque mi cuello al sentir un aire frio. Me asuste.

- Justin, mi bufanda no está – dije desesperada – La olvide en la casa de tu hermana... - Él sonrió y volvió a besar mis labios –
- Tranquila, otro día iremos a buscarla –

Recordaba todo tan perfecto, tal como había pasado hace 6 meses atrás. Recordé esa bufanda, y sonreí torpemente sabiendo que aun la seguía conservando hasta el día de hoy guardada en uno de sus cajones.

Su dulce temperamento, y mi mirada fija hacia sus hermosos ojos miel, mientras cantábamos en su auto y nos perdíamos hacia el norte esa tarde primaveral de septiembre.

El flashback recorrió por mi mente, otra vez.

- Justin, mira.... – dije desabrochando mi cinturón y saliendo del auto corriendo hacia el pequeño rio que había entre las montañas.
- ¡Ariana! – dijo Justin corriendo detrás de mí.

Me detuve a llegar aquel rio, me senté sobre el hermoso pasto verde, moje mis manos con el agua, una hermosa y cálida agua totalmente transparente.
Volví a pararme para observar más el lugar, no se podía describir con palabras lo hermoso y mágico que era. Sentí unos brazos rodear mi cintura, y a continuación sentí un peso en mi hombro derecho. Gire un poco la cabeza donde pude ver esos hermosos ojos color miel que me habían hipnotizado desde el primer día que lo conocí.

- Justin, Justin, Justin... - lo llame moviendo su brazo – Mira allá... - señale con el dedo sobre las montañas, donde se podían ver un par de ovejas allí. Tome la mano de Justin y lo lleve a ese lugar.


Moví mi cabeza hacia ambos lados, y me tire sobre mi cama. Aun podía recordarlo, después de todo este tiempo. Sé que ese recuerdo ya no está más, y la magia se esfumó.
Tal vez puede que este mejor alejada de él, pero aun no me siento tan bien.

Fue cuando en ese momento, recordé la primera vez que nos conocimos.
Allí, en esa calle de un pequeño pueblo, fue cuando casi él se pasaba de largo por estar mirándome, con el viento en mi cabello, haciendo que tirara al suelo todos esos grandes libros que amaba leer.

- Wow... - dijo tratando de ayudarme - ¿Qué llevas aquí? ¿Ladrillos?
- Negué lentamente sin dejar de ver sus ojos – Son libros...


Me levante de mi cama y fui hacia la cocina. Donde allí pude ver un álbum de fotos en la mesa.
Lo abrí lentamente, allí estaba la primer foto que tuve con la madre de él, el primer día que la conocí.


- Tranquila... - dijo Justin acariciando mi mano mientras caminábamos hacia la puerta.
- ¿Y si no le caigo bien? ¿Y si no le gusto? ¿Y si dice que soy muy fea para ti?... – dije desesperada.
- Le caerás genial, a mí me gustas ¿Por qué no le gustarías a ella? – dijo y sonrió mostrando sus perfectos dientes, yo empuje un poco su hombro - ¿Fea? ¿En serio cariño?... eres hermosa, ¿Qué digo?... eres perfecta – se acercó a mí y beso mis labios –
- Tú lo dices porque eres mi novio... - me separe de el –
- Levanto las manos en señal de defensa – Y no lo digo porque soy tu novio...



Reí al recordar lo tonto que era. Di vuelta la página del álbum de fotos, donde pude encontrar la foto que me había dado su madre, una foto de su primer año en el colegio.


- Ariana, cariño, mira... - me llamaba Pattie. Era increíble la confianza que habíamos tenido. Me acerque a ella junto a Justin, y me senté a su lado ya que estaba en el sofá. Vi que tenía sobre sus piernas el álbum de fotos familiar – Él es Justin mientras se bañaba... - dijo y ambas comenzamos a reír.
- ¡Mamá! – dijo Justin con la voz de un niño pequeño. Voltee a mirarlo, vi como sus mejillas tomaban un color rosado, y reí por lo bajo – Esta es la primer foto escolar de Justin... - dijo y la señalo.

El solía ser un chico que usaba lentes.

- Es muy dulce... - sonreí torpemente al ver la foto. Mire a Justin que estaba tapándose la cara con la almohada mientras se quejaba -
- Lo es, ¿verdad? – dijo Pattie y asentí. Vi como sacaba de aquel folio que la protegía aquella foto y me la entrego – Toma... para que tengas un recuerdo de Justin de pequeño, seguro ni te mostro fotos de él...
- Reí. Ella tenía razón – No podría... es su foto.
- Pf... yo tengo miles como esta cariño, toma – dijo y me la entrego.
- Gracias Pattie – sonreí y la abrace.
- Bueno... mucho por hoy – dijo Justin y me saco la foto de las manos – No hace falta tener esta foto vergonzosa de cuando era pequeño...
- Me pare y fui a donde estaba – Dame la foto – dije tratando de sacarla de sus manos, pero era imposible, era más fuerte que yo.
- ¿Para que la quieres? –
- Porque me gustaría tener en el recuerdo de que tengo un novio que antes tenía cuatro ojos... – tape rápidamente mi boca y comencé a reír un poco. Justin me miro sorprendido, y dejo la foto a un lado.
- ¿Cómo? – dijo acercándose a mí. Yo lentamente iba caminando hacia atrás.
- Yo... yo no quise... – dije poniendo las manos frente de el para que se aleje.
- Ariana Grande Butera me las pagarás.... – dijo comenzando a correr detrás de mí.


Recordé las miles de historias que su madre me contaba sobre él, cuando era el capitán en el equipo de béisbol. Recordé los miles de trofeos que tenía.

Recuerdo cuando el me contaba sobre tu pasado, pensando que yo sería su futuro.


Pero todo eso desapareció, y no había nada que hacer. Él ya se había ido.


Volví el tiempo atrás, cuando era media noche, y ambos estábamos bailando en la cocina a oscuras, solo nos alumbraba la luz del refrigerador. Me miro sonriendo, y pronuncio <¿Me concedes este baile?>


Aun puedo recordar muy bien todo.


Me serví un vaso de jugo y me senté en el sofá. Tal vez, lo habíamos interpretado mal, tal vez lo había perdido tan rápido, y quizás lo perdí demasiado. Pero sabía que no podíamos hacer nada al respecto, él lo había arruinado todo. Salí huyendo el día que me entere que se iría del país, me hizo creer que nuestra relación duraría a larga distancia, y yo le creí.
Recordé cuando me llamo después de un tiempo que se había ido. Fui un pedazo de papel arrugado arrojado en el suelo.

El tiempo ya no volara como antes. Me gustaría ser de nuevo mi vieja yo, pero aún sigo buscándola, cambie, y mucho.

Me prometió amor eterno.


Toque cada parte de mis labios, recordando la noche que me había hecho suya, recordé sus suaves caricias, sus besos y sus abrazos.


Sonó mi celular, la alarma que había programado avisándome que tenía 5 minutos de atraso. Tome mis llaves, y subí rápido a mi auto.

(...)


Trate de caminar lo más rápido entre la multitud de gente que había, evitando no chocar a nadie aunque era en vano, estaba tan concentrada en llegar rápido, que no me importaba nada.


Al fin llegue, me senté en uno de los asientos de ahí. Mire la hora y suspire, me apure tanto que no tuve tiempo a vestirme, tenía un sweater color gris, con unos shorts azules y una vans. En ese momento me sentía una idiota viendo como todas las personas iban bien vestidas a recibir a sus familiares.

(...)


Escondí mi rostro entre mis rodillas. Había pasado media hora y todavía nadie estaba frente mío. Había gastado tiempo en el viaje en vano, nadie estaba ahí esperándome, nadie. Me levante y sacudí un poco mi ropa ya que tenía un poco de polvo, al parecer, no habían limpiado esas sillas desde ya días.


- ¿Ariana? – mire hacia arriba y mis ojos se cristalizaron automáticamente. Había cambiado. Estaba más alto y se había cortado el pelo.
- H-Ho-Hola.... – pronuncie con la voz temblorosa. Trate de contenerme pero no, no pude. Me tire en sus brazos y empecé a llorar. Tardó en reaccionar, pero luego de unos segundos, me abrazo tan fuerte como yo lo hacía. Me separe lentamente del abrazo, y el limpio cada lágrima que estaba en mi rostro y me sonrió. Mire su ropa, estaba muy abrigado, al parecer en Europa hacia frio, por último, mire su cuello y reí torpemente – Aun conservas mi antigua bufanda -
- Aún conservo cada recuerdo de nosotros... - con sus dos manos tomo mi rostro – Y esta bufanda me hace recordar tu inocencia, y aun huele como tú... No me podría deshacer de ella, porque todavía recuerdo muy bien todo – se acercó a mí y me beso. Gemí rápidamente al sentir un leve dolor, él se separó rápidamente, miro hacia abajo y apoyo la mano sobre mi vientre y sonrió – Nunca más me iré... no te voy a dejar sola, ni a vos, ni a mi hija que pronto vendrá... te lo prometo – dicho eso, me volvió a besar dulcemente, subí mi mano hacia su cabello y lo tire atrayéndolo para mí, tal como esa fría noche de invierno.
Todo cambio, los sentimientos eran lo mismo que los de antes. Porque volvemos cuando estaba enamorada de él, antes de que perdiera lo único que él conocía. Fue extraordinario.

- Te amo Justin –
- Y yo a ti princesa...

Allí estuve y aun puedo recordarlo muy bien todo.  

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Sera dificil entender, lo sé... pero cualquier duda comenten. Ojala les alla gustada
También es corto, es que es sobre la canción de Taylor... *creo que se dieron cuenta*  


One Shot's ➳ jb & agDonde viven las historias. Descúbrelo ahora