Ya había pasado una semana de las disculpas mutuas aceptadas entre Daniel y yo, y nos llevábamos bastante bien, siempre estábamos juntos Daniel, Andrés y yo. Caminábamos por la playa, nadábamos el la piscina, desayunábamos juntos y cenábamos juntos, mientras nuestros padre hablaban.
-Hey Ky.-me grita Andrés desde la entrada de la playa.- Sacaron unos ka-yak de dos. ¿Nos montamos juntos?.
-Si, espera que me quito la ropa.- dije cerrando mi libro.
Realmente nunca me he considerado una persona "bonita". Siempre me visto con jeans, camisetas que me quedan un poco grandes y zapatos de skate. Mi cabello está cortado en capaz y me llega a la mitad de la espalda tipo "V" y es negro. Mis ojos son negros, soy bajita y mi contextura física... no me quejo. Trato de ocultar mis pechos detrás de las camisetas, y mi trasero con los jeans.
Pero esta vez era inevitable. Mi bikini consistía en su parte de arriba atada al cuello con rallas de colores, y su parte de abajo de color turqueza, pero en los costados de esta no había tela, solo 3 tiras finas que unían la parte de adelante con la de atrás, y dejaba a la vista un poco de piel.
Se preguntarán por qué me mortifico tanto si los días anteriores me iba a nadar en traje de baño. Pues, la veces anteriores me ponía camisetas de surf y shorts. Por ende, no se veía nada. Pero hoy se me quedaron en la habitación y no tenía tiempo de ir a buscarlos.
Luego de quitarme la ropa y ponerme mis lentes de aviador me voy hasta la orilla a reunirme con Andrés y Daniel. Cuando me detengo junto a Andrés, éste voltea y pone cara coqueta y hace bailar sus cejas.
-Hola preciosa.-dijo en tomo coqueto.
-Déjate de idioteces Andrés, soy Ky.- dije viendo los ka-yaks en el horizonte.
-¿Ky?-dice Andrés.
-Si idiota, ¿se te olvidó que me conoces?- dije levantando mis gafas hasta la cabeza y mirándolo.
-Lo siento... estoy acostumbrado a verte con más tela encima.-dice y Daniel se ríe.
-Cierra la boca tarado.-digo volviendo a ponerme los lentes.
-Tranquilízate un poco Kylie.-dice Daniel, que por cierto tiene la cara roja, que espero que sea por el sol.- Se que no estas acostumbrada a los cumplidos, pero te digo. Eres guapa... aunque tu carácter caga todo... eso...-dijo señalando todo mi cuerpo y apreté los puños para no matarlo.
-Daniel para tu momento de sinceridad...-dijo Andrés pero Daniel lo ignoró.
-...Si fueras un poco más femenina, y dejaras salir tu chica interna, tal vez... solo tal vez, un chico se fijaría en ti. Eres agresiva, grosera...- comenzó a enumerar con los dedos hasta que lo interrumpí.
-Mira, producto de embarazo no deseado. Te voy a decir una sola cosa. No me conoces.-dije mirándolo directamente a sus ojos mieles oscuro.- Y por el camino en el que vas, no lo harás nunca. Hace un año yo era así. Tenía mi cabello largo hasta la cadera, era un poco más claro. No tenía túneles. Usaba pantalones ajustados y camisas de mi talla.-dije mientras el me miraba con los ojos como platos.- Y ¿qué pasó? Me enamoré. Me enamoré de una persona que creí que era la indicada. Estuvimos juntos un año, en el que no dejábamos de pelear. Tuve que dejar de estar con mis amigos porque le daban ataques de celos. Y cuando ya no pude más le terminé, para luego darme cuenta de que siempre fui un puto juguete que él usaba cuando quería.-respiré hondo, pero la lágrimas ya salían a mares de mis ojos.- Así que te agradecería que no me juzgues sin conocerme. Es un error que muchos humanos cometen. Yo también lo hice. Pensé que serías una gran persona, que sería capaz de comprender a los demás. Pero me equivoqué. Solo eres un niño mimado que solo piensa en si mismo, sin importarle los demás. Estas tan ocupado metido en tu mundo que no te das cuenta del daño que puedes llegar a causarle a las personas de tu entorno.-tras decir esto me fui.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Estaba en la azotea del hotel en el piso 30. La vista era hermosa, y mientras las lágrimas seguían saliendo de mis ojos rojos e irritados, Shawn Mendes cantaba Stitches en mis oídos a todo dar, una y otra vez. Hasta que me calmé y comencé a cantar en voz baja, aunque estaba sola.
Al terminar la quinta vez de la canción decidí ver las fotos que tenía en mi celular. Todas eran con él... la persona que creí que nunca me haría daño, pero fue la que más me hirió... no sé por qué aún conservo sus fotos... Tal vez es para aferrarme a la realidad y nunca olvidar el daño que me hizo... pero ver sus fotos me hace mucho más daño... Pensar que toda esa felicidad que una vez reflejaron sus ojos fue solo fingida... duele a montones.
Me quité los audífonos y comencé a borrar todas sus fotos hasta que solo quedó una... mi favorita... me volví a derrumbar al recordar el tacto de sus labios... de la forma en la que me hacía sentir...de las veces en las que lloraba porque nos gritábamos y al final él me abrazaba y se disculpaba... pero ahora sé que todo fue una farsa... una simple alucinación o cuento que yo misma cree.
-Kylie... en realidad siento lo que dije en la playa...-comenzó a decir alguien junto a mi.
-No necesito tus disculpas. Dejaste muy claro todo lo que pensabas de mi con tu ataque de sinceridad. Y tienes razón. Soy grosera, agresiva, impulsiva, no controlo toda la mierda que sale de mi boca y por último; soy una estúpida al pensar que por primera vez después de él... podía confiar en alguien más. Y la he cagado, como dijiste.-respiré hondo para seguir hablando mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.- Fui una idiota al pensar que podía confiar en alguien que apenas conozco. Fui una estúpida al aceptar tus primeras disculpas y hacer que nada pasó, y lo peor de todo...-dije mirándolo a esos ojos mieles oscuros que ahora sé que me vuelven loca y me encantan.-Me gustas, me prometí que nada de novios ni amores de verano estas vacaciones y fue imposible... me encanta hacerme daño yo misma.-dije irónica.-con mis historias de amor verdadero tropezando con la misma piedra una y otra vez sin parar. Pero... te haz llevado todas mis expectativas de poder ser feliz alguna vez. Y en serio... Gracias, así no meteré la pata de nuevo.-y dicho esto me fui.