Daniel's P.O.V.
Soy un tremendo idiota...
Oh enserio?... fíjate ni me había enterado.
Cállate, soy eres una estúpida voz en mi cabeza, así que te puedes ir a la mierda.
No creo que sea lo mejor. Yo soy tú, gran tarado. Así que si me mandas a la mierda te vienes conmigo... y por lo visto te sabes el camino de memoria. IDIOTA.
Odio estas discusiones con el yo de mi cabeza, siempre tiene la razón.
Gracias.
Dije que te callaras.
No me mandas.
Bueno... no puedo dejar de pensar en todo lo que le dije a Kylie... Tal vez mis ataques de sinceridad no sean tan buenos a veces...
Nunca son buenos taradazo.
El punto es que además de disculparme con ella le quería decir que me gustaba... pero no me dejó hacerlo, porque siempre meto la pata hasta el fondo.
Y el fondo es poquito Daniel.
CÁ.LLA.TE. sólo eres una voz que está en mi cabeza que no hace más que hablar y hablar. Puede que unas veces tengas razón, pero ya me tienes harto.
Te tengo harto porque sabes que lo que digo es cierto. Cuando tuviste tu ataque de sinceridad te dije que te callaras, y ¿me hiciste caso? NO. ¿Qué pasó? Lastimaste a la pobre Kylie... y además de eso ¡LE GUSTAS! Tienes que buscar la manera de arreglarlo.
Pero si no me dejas pensar cómo pretendes que lo haga.
Habla con Andrés, es amigo de Kylie, tal vez el te ayude.
Ok, adiós voz de mi cabeza.
Adiós idiota.
Salí de la terraza y fui a buscar a mi hermano que estaba en la sala de videojuegos hablando con unos chicos. Me acerqué a el y cuando me vio me ignoró...¡ME IGNORÓ!...
Bueno aunque tiene razón para hacerlo, le hice daño a su amiga y chica que me gusta... desde que la vi leyendo en la terraza aquella noche que llegué, no dejé de pensar en ella. Mi madre fue a hablar con ella en el momento en el que vio la manera en la que la miraba.
Cuando bajé a cenar aquella vez que la vi junto con mis padres y Andrés el pánico se apoderó de mi y por eso hablé de esa manera. Luego de que Kylie se parara de la mesa y se fuera mis padres se fueron a la habitación y me dejaron solo en el comedor. Y yo me fui a disculpar con ella.
Sinceramente no tenía muchas esperanzas de que me disculpara, pero cuando lo hizo estaba realmente feliz. De ahí en adelante estaba con ella siempre, pero Andrés estaba en el medio y eso me molestaba un poco porque él sabía que ella me gustaba y nunca nos quiso dejar solos. Y ahora no me habla.
-Andrés... ¿podemos hablar?.-dije acercándome al grupo en el que él estaba.
-Cuando te disculpes con Kylie hablamos.-dijo sin mirarme.
-Ya lo intenté, pero no las aceptó.-dije cabizbajo.
-Bien por ella.-dijo mi hermano cortante.
Lo agarré de la pechera de su camiseta Hollister y lo saqué prácticamente a arrastras de la sala de juegos y lo llevé a la playa para poder hablar.
-¿¡Qué demonios te pasa!?.- me pregunta indignado.
-Lo que pasa es que en estos momentos necesito en apoyo de mi hermano para tratar de resolver esta mierda ¿entiendes?-dije casi gritando... menos mal que estábamos solos.
-Pues déjame decirte que ese no es mi puto problema.-dijo encarandome.- Yo no fui el que criticó indebidamente a Ky, y la hizo sentir mierda. Yo no fui el que le recordó su puto pasado desgarrador que aún intenta superar.-me gritaba Andrés.- Y por último, yo no soy el idiota que le gusta.
-Cr...cre...creo...creeeo...-comencé a balbucear.
-No me interesa lo que creas. El punto es que tu le gustas a ella, y tu lo que haces es romperle el corazón una y otra vez sin importarte una mierda. ¿Y quién tiene que consolarla? El hermano del idiota. Porque el hermano del idiota siempre tiene que recoger los platos rotos que deja el idiota. Pero ¿sabes? ésta última vez sólo lo hago con Ky, no por ti. Ella es una chica increíble, que con todo y su personalidad, cuando quiere es la mejor personas que puedes conocer. ¿Pero te haz dado cuenta de eso? Noooo, porque el señor estaba demasiado ocupado viviendo en su puto mundo sin sentido...-siguió gritando hasta que lo interrumpí.
-¡CREO QUE ME GUSTA MIERDA!-grité yo.
Andrés se quedó completamente mudó y me miró con los ojos como platos. Yo exasperado patee la arena, pase mis manos por mi cara y cabello, tratando de calmarme.
-¿Cómo dices que dijiste?-preguntó Andrés con cara de tarado.
De tal tarado, tal taradito.
Mierda voz cállate, estaba bien hasta que llegaste.
Lo siento, pero me aburrí aquí solito en tu mente.
Me vale verga. Quédate solito en mi mente, ahí estás perfecto. Adiós.
-Que.me.gus.ta.ky.lie.-le dije como si fuera niñito de preescolar.
-Ohhhhh.-dijo alargando la o, para luego, sin esperarmelo me da un puñetazo en el estómago, sacando todo el aire que había en mi cuerpo y yo, caigo al suelo.
-Eso, eso por lo que le dijiste a Ky en la cena.-me puse de pie abrazando mi estómago y lo veo.-Esto.-dijo mientras pe patea la espinilla.-Es por tu puto ataque de sinceridad de mierda. Y ésto.- dijo dándome una patada en mis parte nobles.-por no tener las pelotas de decirle lo que sientes por ella.-dio media vuelta y se fue.
Yo, arrastrándome por el piso llegué hasta la habitación de Ky para encontrarme con una señora de servicio que estaba sacando todas las sábanas y toallas, así que curiosa decidí preguntar.
-Disculpe señora, ¿Qué pasó con la familia que estaba en esta habitación?
-Hijo, esto es un hotel, y la estadía de las personas en algún momento se acaba.-dijo la señora sin mirarme.
OH.OH. La haz perdido.