Las cartas anónimas #1

Capítulo número nueve

Desperté, vi todo borroso, tarde unos cuantos segundos para ver con claridad, me encontraba en la enfermería del instituto, ¿que rayos hacia aquí? Adam estaba sentado con las manos en la cara

-Adam- susurre al parecer con la poca voz que salía de mi boca

Adam no tardo en escucharme y pararse para venir a abrazarme

-Dios, me has asustado- dijo sin soltarme

-¿Que sucedió?

-No lo se, te encontré tirada en el suelo con algo en la mano

Me acorde de lo que había pasado una maldita carta hizo esto, ¿por que lo hice? Ingenua, tonta.

-¿Te acuerdas de algo?- preguntó

-Fui a dejar algunos libros a mi casillero y me encontré con una carta...

-De los anónimos, me molesta todo esto, ¿que les hicimos?- me interrumpió

-No lo se, pero- susurre- La carta decía que la oliera, cuando lo hice era un aroma raro y después de eso ya no recuerdo nada

-Los de las cartitas se están pasando- dijo

-¡Allison!- dijo Katie entrando a la enfermería

Me abrazo

-¿Que ha sucedido?- preguntó

-Nada solo fue un pequeño desmayo

Adam me miro con duda

-Me asustaste- dijo Katie- No estás embarazada,¿o si?

-No ha pasado nada y no, no estoy embarazada- susurre

- ¿Segura?- pregunto Adam en tono de burla

- No- dije riendo

-¡Allison!- mi padre entrenado a la enfermería, muy preocupado

-Estoy bien- dije

-Nos vamos a la casa, toma tus cosas y vámonos de aquí ahora mismo, voy a hablar con el director por teléfono después de esto

Me levante de la camilla y salimos de la enfermería, antes de salir del instituto Adam me detuvo

-Iré a verte saliendo- dicho eso me beso

Salimos del instituto y antes de ir al carro mi papá hablo

-Mañana no iras a clases

-Papá estoy bien y perdón por preocuparte

-¿Que paso?- dijo cambiando de tema

-Nada, solo no desayune, quizás por eso me desmaye

- Ally cuídate, te quiero y quiero que estes bien

Sonreí y asentí con la cabeza para abrazarlo

...

Estaba sentada en el sofá, de cabeza. Tocaron la puerta, me pare y fui a abrir

-Hola- dije mientras me hacia a un lado

Adam paso y cerré la puerta

-¿Como has estado?- preguntó

-Aburrida pero viva

-No le has contado Katie lo de las cartas de los anónimos- dijo sentándonos en el sofá

-No- susurre