Capítulo número siete

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Cuando llegamos a Walmart, bajamos del coche y entramos

-Traes dinero ¿verdad?- dije

-Maldita, si

Reí- Me amas

Fuimos al pasillo de la cocina, tome una bolsa de harina, después fui a por unos panqueques

-¿Para que eso?- preguntó

-Los panqueques- dije señalándolos- Son para nosotros

-¿Y la harina?

-Esa... Falta harina en mi casa y también podríamos hacer un pastel con ella, toma también mantequilla

-Vamos por ella y luego a la caja

Fuimos a pagar para después irnos

...

Llegamos a mi casa, fui a la cocina y saque los panqueques

-Ups- susurro Adam

Volteo a verlo y vi que se le había caído la harina, la recogí y la puse en la mesa, vi que Adam agarro un bulto de harina y me lo tiro en la cara.

Tome la harina y se la tire encima y así es como empezó nuestra guerra de harina de la cual quizás me arrepentiría al limpiar

Después de unos cuantos minutos llego papá

-¡Allison!- gritó mi padre y eso hizo que paráramos

-Los siento- dije

-Hill todavía esta en la casa- dijo- Hazme el favor y limpia eso

Regreso a su oficina

Adam y yo comenzamos a limpiar hasta que quedo como lo habías encontrado, nos sacudimos la harina de la ropa, mi papá me había a regañar después de todo esto.

...

Estábamos en la sala Adam y yo cuando salieron Hill y mi padre de su oficina, Hill se fue de la casa y mi padre me miro y después a Adam

-Adam puedes venir mas tarde- dijo

Adam y yo salimos de mi casa, cuando estuvimos fuera, dijo:

-Te veo en dos horas en la 63- dijo, me beso y se fue

¿Qué era la 63? Es una calle y en esa calle Adam y yo nos conocimos por primera vez, esa calle estaba entre nuestras casas y decidimos siempre vernos ahí.

Entre a mi casa y cerré la puerta, mi padre hablo

-No quiero que vuelva a suceder eso

-Papá, lo limpiamos y quedo igual que antes, no tienes porque preocuparte

-Allison en casa se encontraba el detective Hill y tu haciendo tonterías- dijo enojado

-¿Qué te sucede, papá?- pregunte- Tu no eres así, solo tranquilízate, se que hice mal, no volverá a pasar

-Allison- susurro

-Olvídalo- dije antes de salir de la casa

me senté en el césped.

Unos minutos después llego a sentarse a lado mío Daniel, al parecer siempre llega en momentos adecuados

-Hola- dijo sonriéndome

-Hola

-¿Sucede algo?- preguntó

-No- mentí

-Estoy para lo que necesites y me gustaría ser tu amigo

-Gracias- susurre

-¿Y si salimos? Nos conocemos y ver qué pasa- preguntó de repente

-Daniel si sabes que tengo novio ¿verdad?

-Oh- reí

-No te preocupes

-Ya sabes, no creas que iba a comenzar a coquetear contigo

Reí

-Con razón siempre veo un coche de al parecer un chico- termino

-Es de Adam

-Cuando estábamos en la fiesta mencionaste a un Adam, bueno en ese entonces creí que era tu hermano mayor o algo así- dijo antes de reír

-¡Daniel!- gritó una señora rubia saliendo de la casa de Daniel

-Acá- dijo parándose

-Entra- dijo pero antes de entrar a su casa me dedico una sonrisa, la cual devolví

-Nos vemos- dijo y se fue

Me quede un momento así hasta que decidí pararme y entrar a casa

Vi a mi padre sentado en una silla del comedor tomando un café y leyendo un periódico

-Tenemos que hablar- dijo

-Será otro día

-¡Allison!- exclamó

-¿Qué? Ahora soy yo la que esta mal, la que no puede hacer algo o una "tontería" sin que te enojes, solo fue eso, una tontería

-Allison- susurro

-Desde que mamá murió tu solo té concentrabas en tu trabajo y no en tu hija, tu única hija, no te pedía la luna si no solo que pasaras tiempo conmigo e hiciste todo lo contrario sin que te importará y sabes aprendí a vivir con eso y solo quiero estar sola- dije eso y salí corriendo a mi cuarto

Me acosté y sentí como las lágrimas caían por mis mejillas

~Dos horas después~

Me llego un mensaje de Adam

De: Adam ❤️

En la 63...

Salí de mi cuarto y vi a mi papá en la mesa leyendo unos papeles

-Saldré- dije antes de salir por la puerta

Camine y camine hasta llegar a la calle 63, alrededor de ella estaba una heladería

-Hermosa- dijo Adam dándome un beso

-Hola- susurré

-¿Qué pasó?- preguntó con preocupación

-Mi papá

Me tomo por la cintura y me susurró al oído:

-Cuéntame

Y eso fue lo que hice.

Las cartas anónimas #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora