Capítulo número dieciséis

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Desperté en la pequeña banca donde me dormí, incomodó pero mínimo dormí

-Allison- dijo alguien

Voltee y era Gabe, un amigo de mi padre y gran amigo en mis estancias en la comisaría con papá

-Allison, eres tú, que grande estas- dijo chocando mi mano con la suya

-Vaya y tú sigues más viejo- dije riendo

-No te quedas atrás - dijo -¿Qué haces aquí?

-Dormí aquí por mi padre

-Uh, no fue nada cómodo- dijo riéndose- Me tengo que ir, muchos casos, te veo luego peque- dice eso y se va

Me río ante su comentario, mi padre salió de su oficina

-¿Quieres ir a desayunar?- preguntó

- Por favor

-Allá está la cafetería- dijo señalándola

-Gracias- dije "sonriendo"

Fui hacia la pequeña cafetería que había y tome un café con un panecito, me llego un mensaje

De:Adam ❤️
Me dejaste plantado, ¿por qué?
Espero una razón...

Lo llame
~Llamada~

-Hola- dijo Adam en la otra línea

-Hola

-Ayer en la...- no lo deje terminar

- Lo sé, es solo que me quede a dormir en la comisaría y no puede ir, lo siento

-¿Por qué estás en la comisaría?- preguntó curioso

-No lo sé, desconfianza de mi padre- susurre

-¿Quieres que vaya por ti?

-No creo que mi padre me deje, ¿supiste lo del suicidio?- pregunte

-Lo escuche en el radio

-La chica se llamaba Samantha

-Lo , mi madre me pidió que les mandara claveles a la familia. Iré por ti a la comisaría, convenceré a tu padre

-Te espero- dije antes de colgar

~Fin de la llamada~

Guardo mi celular y espero en la banca, pasan unos cuantos minutos y llega Adam, se acerca a mí y le doy un beso en la mejilla

-Hola guapa- dice en mi oído

-Hola-dije sonriendo

Mi padre sale de su oficina

-Allison no irá a ningún lado- dice

-No tengo 10 años, papá. Si quieres estar bien conmigo déjame ir, prometo esta vez regresar

-Ultima oportunidad, Allison Wood- dijo- Últimas oportunidades, Adam Blake

Salí de la comisaría con Adam.

Nos dirigimos a su casa, ya estando en ella fuimos a su cuarto

-Mis padres no están, así que soy todo tuyo- dijo sonriendo

-No te haré nada- dije riendo

-¿Qué?- preguntó sorprendido

-¿Me puedo dar una ducha?

-Claro- sonrío- ¿No quieres que me bañe contigo?

-Adam

Se acercó a mí y me beso. Sonó mi teléfono de algún mensaje, lo tome y leí el mensaje

Las cartas anónimas #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora