Capitulo II

205 15 5
                                    

-Como acabas de oír gusano eres mi discípula y desde el momento que toques el templo de acuario aprenderás modales.-Dijo en tono de burla.

Había quedado impactada no sabia como responderle a tan detestable persona, solo quería que la cena acabara rápido no quería nada relacionado con ese tipo.

Horas después

La cena había terminado, el patriarca nos había dicho que nos quería mañana a las 9:00 am para darnos indicaciones. Salí con charlotte para acompañarla, me contó que vivía muy lejos y que solo la acompañara a tomar el taxi era al rededor de las 9:36 pm, una hora bastante peligrosa para ser sincera, Antony se ofreció para acompañarnos, no lo negué ya que estaba tarde.

-Alicia, que tal si te acompaño a tu casa después de dejar a charlotte. -Pregunto Antony con una voz muy tierna.

-Risa- No te preocupes Antony, se cuidarme sola, además de aquí a mi casa no hay mucha distancia, llegare rápido -le dije con una sonrisa para que no se preocupara.

Pasaron alrededor de 10 minutos para que Antony y charlotte se fueran, se nota que es un chico baste sobre protector y eso es lo que lo hace tierno. empeze a alejarme de aquella parada para dirigirme a mi casa pero una mano me detuvo mire asustada a quien me sostenía, era Milo y me miraba con una cara muy Picara.

-Ya te vas ? -Pregunto de una forma tratando de parecer tierno.

-Si, no quiero preocupar a maritsa... Por que la pregunta?

-Podrías pasar la noche aquí, si te vas ahora corres muchos peligros. -Un tono perverso trato de salir de su labios pero rápidamente lo oculto

- No gracias, pero creo que mejor es ir a mi casa, de verdad no quiero preocupar a maritsa. -Me di la vuelta para irme, pero no me percate de que me seguía agarrando.

-Si quieres te acompaño, de verdad no quiero que te pase nada. -Se notaba su inconformidad.

-Si tu lo deseas, no habrá ningún problema?

-No te preocupes por eso... es mejor que caminemos si no quieres llegar mas tarde de lo normal. -Dijo aquel chico de cabellera azul oscuro.

El camino fue silencioso, no nos dirigimos palabra alguna, algunas veces notaba la mirada de milo recorriendo mi cuerpo y eso me incomodaba.

-Llegamos -Dije al estar en la entrada de la casa

-Tan rápido -Contesto decepcionado- Alicia, Quería compartir mas tiempo contigo.

-No te preocupes que me vas a ver muy de siguiendo. -Dije mientras abría la puerta y entraba a la casa.

-Alicia, no eres algo descortés- Su mano estaba impidiendo cerrar la puerta.

-Milo, No seas grosero y mejor vete a tu casa -Dijo maritsa saliendo de la nada.

-Oh, señorita maritsa un gusto en verla.-Dijo milo viéndola coquetamente.

-As me caso si no quieres salir en 4 patas de mi casa.-Maritsa sonaba muy desafiante.

-Ríe- No se preocupe ya me voy... Adios Alicia -Dijo guiñando me el ojo.

-Adiós Milo, ten cuidado en el camino -Dijo mientras cerraba la puerta.

Maritsa y yo estuvimos hablando un buen rato asta que llego la hora que me ordeno ir a dormir para que llegara temprano mi primer día.

Al día siguiente.

Me desperté temprano y me metí a la ducha, el agua tibia recorría todo mi cuerpo, Salí y me puse una un vestuario presentado Después de darme un retoque de maquillaje, salí con mi maleta en la mano, maritsa estaba esperándome en la entrada, ella me iba a acompañar asta la entranda de las 12 casas. Llegamos rápidamente y maritsa con un tono de tristeza se despido, ella sabia que este momento iba a llegar y que tenia que ser entrenada por una persona de un rango mas alto que el de ella.

-Pero mira quien llego si es la señorita Alicia -Ese tono de voz era muy familiar para mi, era frio y burlesco

-Oh, camus que haces aquí?

-Pues, tu que crees que hago, vengo a llevarte a tu nuevo hogar la casa de acuario-dijo mientras cogía mis maletas- Espero que te guste el frío niña -una sonrisa de burla se formo en sus labios, mientras se alejaba de mi.

The Mirrors (Saint Seiya) |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora