Un extraño ruido procedente de la planta baja perturbó su silencioso sueño.
Al abrir los ojos se encontró en la negra y espesa oscuridad del cuarto de huéspedes de William. Suspiró, ella, que había prometido no acercarse nunca más a él y ahora amanecía en su casa.
Se levantó lentamente de la cama mientras prendía el interruptor de la luz.
El cuarto era sumamente acogedor y cómodo, la cama era grande y con suaves sábanas de algodón, las mesillas de noche de caoba fina, al igual que la madera del suelo. El tocador, se le hizo extraña que William tuviese un tocador, parecía muy antiguo, de madera de castaño con un enorme espejo engarzado en la parte superior.
Del techo colgaba una imponente lámpara de lágrimas de cristal muy elegante que hacía juego con el color marrón casi blanco de las paredes.
Pero si la habitación la había sorprendido, el baño la deslumbró, tenía un impresionante jacuzzi y una ducha hidromasaje, aparte de contar con un armario lleno de cremas de todo tipo.
Debía reconocerlo, William tenía un gusto exquisito.
En cuanto entró al cuarto la noche anterior se sorprendió de que esa zona de la casa no estuviese revuelta pero después supo que, quitando los enseres del baño, el resto de muebles estaba completamente vacío.
El ruido extraño que la había despertado volvió a repetirse y eso la hizo reaccionar, ¿y si los ladrones habían vuelto?
Con la templanza digna de una policía como ella, cogió su pistola, la había guardado en un cajón de una de las mesillas, y retiró el seguro.
Abrió la puerta y salió al pasillo en completo silencio, al comprobar la situación descubrió que William no estaba en su cuarto. El temor la alcanzó.
¿Y si le había pasado algo?
El ruido continuaba en la planta baja por lo que no debían haberla escuchado.
Bajó las escaleras suavemente, con la pistola apuntando al frente y todos los sentidos alerta.
A diferencia que la noche anterior se encontró con todo ordenado, que extraño.
El ruido cada vez se escuchaba más cerca pero después de comprobar todos los pasillos fue incapaz de encontrar nada.
Tampoco había rastro de William por ningún sitio, lo que hizo que se preocupase aún más.
Decidió no cejar en la búsqueda y se guió de su oído para saber de dónde venía exactamente el ruido.
Al parecer venía de uno de los pasillos más alejados de la entrada pero allí no había nadie.
Hasta que _______ escuchó unos pases que no venían ni de adelante ni de atrás, sino de abajo.
Con sorpresa descubrió que en el piso del pasillo había una trampilla tan bien disimulada que antes había pasado desapercibida a sus ojos.
Se apartó dos pasos de ella y apuntó hacia allí con la pistola, los pasos cada vez estaba más cerca, y si eran ladrones ella los pondría en su sitio.
La trampilla se abrió y todo sucedió muy rápido.
William había salido con una especie de vasija en la mano cuando vio a _________ delante de él apuntándolo con una pistola.
Del susto perdió el equilibrio y cayó por las escaleras de la trampilla cayendo al suelo, la vasija había resbalado de sus manos y se rompió en mil pedazos.
Maldijo por lo bajo, esa vasija era una pieza muy cara e iba a llevarla al banco para guardarla en el fondo común que tenía con Simon y el resto de sus ''hermanos''.
______ tiró la pistola al suelo y bajó por la trampilla a todo correr, ¿y si William se había matado?
Pero al llegar abajo suspiró cuando vio que el moreno se levantaba, ileso, lo que no podía decirse de la vasija que llevaba antes.
-Por un momento pensé que querías matarme, corrijo, casi me matas-protestó el moreno-no todos los días me encuentro a alguien apuntándome con una pistola, ¿sabes?
-Lo siento, pensé que eran los ladrones que volvieron a entrar-se disculpó mientras empezaba a recoger los pedacitos del suelo.
William sacudió la cabeza y luego se agachó para ayudarla, Simon lo mataría en cuanto se enterase de que había destrozado una de las piezas más valiosas de Japón.
De repente se quedó helado ante la evidencia, la vasija era lo de menos, si Simon tenía noticias de lo que estaba pasando él podría darse por muerto y estaba seguro de que el peligris ya estaba enterado, tenía contactos hasta debajo de las piedras.
________ lo miró preocupado, William se había puesto pálido.
-De verdad que siento lo de la vasija, ¿era muy importante?-preguntó.
-Me la había prestado un banquero por unos días y tenía que devolverla hoy-mintió.
_______ se sintió culpable.
-Ahora tendré que devolvérselo en dinero-la voz le tembló.
La pelinegra consideró eso, si alguien tan rico como William temblaba al hablar de pagar por la vasija podía hacerse idea de cuán cara era. William pegó un puñetazo en el suelo.
-SI al menos no me hubieses apuntado como si fuese un criminal...
-Oye, que yo solo estaba preocupada, ya te dije que lo sentía.
-Pues muchas gracias-refunfuñó él mientras subía por las escalerillas.
_______ lo siguió, totalmente ofendida.
-Mira, no es culpa mía que esta casa parezca el laberinto del fauno-le dijo mientras el moreno caminaba hacia la cocina-no te encontré en tu cuarto y eso me hizo sospechar, te sorprenderías del índice de casos en el que los ladrones vuelven a robar en sitios que ya lo hicieron en anteriores ocasiones.
William casi se echa a reír, y eso se lo decía a él, quién había robado 200 veces en el museo de Konoha, 400 por cada uno de los museos importantes de Estados Unidos y otros sitios de los que ya no llevaba la cuenta.
-Fue mala idea traerte aquí, ¿Dios es que no puedes ser un poquito normal?-refunfuñó.
________ se quedó petrificada junto al marco de la puerta de la cocina.
-Perdóneme, señor ''ego perfecto'', no te preocupes ahora mismo me largo-dijo girándose en dirección al salón.
William tiró los pedacitos de la vasija, irreconstruible, en la basura y luego fue hacia ella.
De un solo movimiento jaló a _______ hacia atrás y la dejó acorralada entra la pared de la cocina y su cuerpo. No podía dejarla ir, si lo hacía ella podría estar en peligro o incluso ir a donde sus compañeros policías a contarle lo que cada vez más sospechaba acerca de él.
La respiración de ___________ se aceleró al sentir el cuerpo del rubio tan cerca, su cara estaba a escasos centímetros de la de ella y sus alientos se chocaban en una perfecta sincronía.
William la miró de arriba a abajo prendiendo la llama en su interior, demonios, él siempre lograba eso con ella.
-Tal vez-dijo él acercándose a su oreja-no sea tan mala idea que te quedes en mi casa.
William pegó la nariz al pelo negro de la ojiperla, inspirando el dulce y envolvente aroma, ahora lo único que quería era llevársela a su cuarto y arrancarle la ropa.
-Mmm-susurró ella cuando la lengua del moreno empezó a jugar con el lóbulo de su oreja.
¿Por qué siempre pasa eso? ella quería apartarlo, pero sus brazos caían inertes a cada lado de su cuerpo negándose a apartar aquel cuerpo de de ella, no cuando él se comportaba así.
William deslizó la mano por los bordes de la chaqueta negra que llevaba la pelinegra desde el día anterior y la dejó en una camiseta de tirantes de color gris claro que se le apretaba al cuerpo.
La boca se le hizo agua, él nunca podría ignorar algo así, nunca.
Dejó la oreja de ________ y descendió hasta su hombro para devorar con infinita hambre una de sus clavículas.
La respiración de ________ se hizo más pesada cuando las manos de William volvieron al ataque para masajearle y apretarle los senos por encima de la ropa.
Cansado ya de jugar con su clavícula ascendió y sin previo aviso juntó sus labios con los de ella en un beso arrollador, de esos que sabía que tanto le gustaban a la ojiperla.
Las manos de _______, que hasta entonces habían permanecido fuertemente cerradas a cada lado de su cuerpo, se enredaron en el pelo del moreno, tiró fuerte de la coleta, que era lo único que no le gustaba de él.
Su lengua y la de William protagonizaban una ardiente danza por ver quién lograba dominar a quién.
En un gesto inesperado para el moreno, _______ tomó impulso y rodeó la cintura del chico con sus piernas, haciendo que él acabase de ponerse duro.
Las manos de William la agarraron de los muslos para evitar que cayese al suelo.
Ambos se separaron durante un instante para tomar una bocanada de aire pero poco después volvían a estar besándose frenéticamente.
-¡Traigo un paquete para señorita ________ _________!-exclamó una voz mientras tocaba el timbre de la puerta.
William maldijo, ¿cómo es que siempre pasaba algo como eso?
A regañadientes dejó a ________ en el suelo, que estaba roja como un tomate, y que salió de inmediato de la cocina.
Abrió la puerta mientras luchaba por recobrar la respiración.
El mensajero se la quedó mirando extraño cuando ella firmó y recogió el paquete.
-¿Pasa algo?-preguntó __________.
-Em...bueno verá señorita...-dijo haciendo un gesto que señalaba su clavícula.
_________ descendió la vista hacia su propia clavícula y se puso más roja que nunca, William le había hecho tremendo chupón que hasta el más miope lo vería.
Sintió como otra llama prendía de nuevo en su interior, pero esta vez de furia.
-Gracias por traer el paquete-le dijo al mensajero antes de cerrar la puerta.
Volvió a la cocina en la actitud de una leona, ese atrevido se iba a enterar. Cuando regresó, William estaba sentado tranquilamente tomándose un café.
-¿Quién te manda paquete?-preguntó tan tranquilo.
________ lo odió más solamente por ese hecho.
Dio un golpe en la mesa con la mano, haciendo que se le cayese el café por encima al moreno.
-¡Mira lo que has hecho!-exclamó el chico quitándose de inmediato su camiseta, pues el café prácticamente ardía.
-¡Mira que me has hecho tú a mí!-dijo ella señalando el chupón.
-¿Y tanto escándalo por eso?
________ refunfuñó y con un gruñido se salió de la cocina cargando el paquete. Aún llena de ira lo tiró encima del sofá y sacó la tapa.
Llevaba la misma ropa desde ayer y necesitaba urgentemente ropa limpia.
Sacó la primera prenda de ropa que encontró y se quedó de piedra al ver que aquello no era suyo.
-¿Qué-es-esto?-murmuró.
-Ojojojo-dijo William que apareció tras ella-¿de verdad tú usas eso?
________ se puso roja como un tomate, toda la caja estaba llena de camisetas de tirantes, shorts y mini faldas, por no hablar del calzado y la ropa interior.
William saltó el respaldo del sofá y se sentó junto a ella.
-Al final eres una poli mala ¿eh?-preguntó él divertido mientras le jugaba con el pelo.
-¿Qué crees que haces baboso?-dijo separándose de él-esta ropa no es mía, no sé qué habréis planeado Sasha y tú pero esto... ¡me largo de aquí!
________ se levantó del sofá y fue directa a la puerta, la cual se abrió de golpe.
_________ se quedó muda junto a la puerta cuando de repente apareció una chica vestida con un corpiño negro y una falda de vuelo corta y también negra.
Colgando del cuello tenía una enorme cruz plateada que hacía juego con los pendientes de misma forma y material. Tenía el cabello de un rosa claro recogido en dos colas con lacitos de color rojo. Sus labios estaban pintados de un carmesí intenso y llevaba la raya en los ojos que hacían resaltar su magnífica tonalidad verde. Sin duda era una gótica total.
-¿Quién eres tú?-se preguntaron las dos al mismo tiempo.
William se quedó mudo cuando vio a Nana entrar por la puerta. Demonios, aquello no podía estar pasando, no a él.
-Yo soy la hermana de Louis-contestó con una sonrisa.
_______ se quedó helada.
-¡Nana-!-exclamó el moreno.
-No me digas que...ella no lo sabía-dijo llevándose una mano a la boca.
-Ella es policía-susurró William mientras _________ empezaba a alejarse de la puerta y a coger su teléfono móvil.
-Por favor ________, no llames a la policía-pidió él.
Ella lo miró.
-¿Qué no lo haga?-se echó a reír-¡eres ''Louis''!
-Puedo explicarlo-dijo el moreno.
-Puede explicarlo-corroboró Nana.
-Solo necesito que me escuches _________.******************************
Hola!!!!
Como están? Yo bien jejjejejejej
Bueno, tal vez suba capítulos cada semana o sugieranme cuando xD.
(En Multimedia esta Nana que es interpretada por Hayley Williams)
Que sucederá?,
______ querrá hablar con Louis después de lo que pasó?
Descubranlo en el próximo Cap.
Buahjajaja, soy mala. Ok no. (Cara de vergüenza).
-Nos vemos pronto.
-I'll Be Back jajaja
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Eróticos Placeres (Louis Tomlinson y Tú)
FanficWilliam Tomlinson (Louis) Edad: 26 años Profesión: ''Ilegal de noche, legal de día'', ''pasarla bien con las chicas lindas'' Estado: Picando de flor en flor. Lema: ''Una joya bonita lo vale todo, pero mi culo fuera del trullo lo vale aún más'' _____...