Hacía un viento ligero unido a una fría lluvia de otoño. Las hojas cubrían los jardines de la Academia Blackwell y los pasillos estaban llenos de jóvenes aspirantes a ser artistas. Pero en los dormitorios aún quedaban algunos. Una de ellas era IA quien había despertado tarde de un sueño plácido en el que entregaba su tarea. Ella corría por el corredor mientras abrochaba su abrigo y subía la cremallera de sus muy sexies y entubados jeans.
Salía del jardín de los dormitorios cuando alguien impactó contra ella. "¡Fíjate por donde caminas!" Dijo esta persona levantándose lo más rápido que pudo y se puso en marcha hacia algún lugar. "¡¿Uh?! ¿Pero que...? ¡Si fue usted el que chocó conmigo!" Gritó IA aún en el suelo. "Sí, como sea." Bufó él. -¿Qué le pasa? Jamás hablamos , ¿y nuestras primeras palabras fueron un 'fíjate por donde caminas?'- "Idiota" Susurró IA.
Se levantó de golpe y corrió a sus clases que ya casi comenzaban. Además esa misma mañana tenía un examen escrito para pasar el semestre. Entró a su salón y espero en su lugar asignado.
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Después de dos tediosas horas, IA por fin salió a la luz, diría ella misma. Caminaba por los pasillos de la Academia. La lluvia ya había cesado, pero el clima aún era fresco y húmedo. En el trayecto se encontró con Maxine Caulfield. -¿A dónde irá?- Se preguntó IA pues la chica parecía aferrada a llegar a algún lado. Caminaba rápido y con una señal de preocupación y desesperación en el rostro. Ella lo ignoró y se dirigió al salón de Mark Jefferson, el hipster profesor de fotografía que, por cierto, enseñaba a Max y a su muy querida y agradable amiga, Victoria Chase. Este maestro era alto, apuesto y un gran fotógrafo a blanco y negro.
Ella llegó al salón dispuesta a pedir un consejo al muy querido profesor. -¡qué sorpresa!- pensó -aquí está, también, Victoria-. "¡Jefferson!" Habló IA. "¿Tienes un minuto?" Preguntó a la vez que se acercaba a una mesa para así apoyarse en ella. "Claro, sólo espera arreglo unos asuntos con la señorita Chase y hablamos." Contestó Jefferson. IA esperó paciente mientras observaba algunas de las fotografías del grupo que estaban perfectamente desalineadas en una pizarra de tareas. Cuando Jefferson estaba a punto de dirigirse hacia IA un inconveniente contratiempo impidió que esto sucediera a su finalidad: la alarma contra incendios tomó revuelo y produjo sonidos tan inquietantes que provocó un escándalo de pánico y desorden en todas las aulas y pasillos habitados. -¡¿Qué demonios?!- dijo para sí mientras asomaba la nariz por la puerta. Se encontró con un sinnúmero de estudiantes desesperados por salir de aquellas instalaciones con el fin de salvar sus vidas.[•••]
Al parecer todo era una falsa alarma. Algún bromista debió encender la alarma para jugarles un mal chiste. Todos lo ignoraron, pero IA sabía que aquello no fue pura coincidencia. ¿Quién lo habrá hecho? Y lo más importante, ¿por qué? ¿Qué ganaba por cometer tal acto antipático? Se detuvo en medio de sus pensamientos para admirar lo que parecía una charla entre Maxine y el director Wells. Ambos comentaban un tema un tanto abrumador para ocurrir en esta escuela. Max alertó al director que un estudiante cargaba con un arma, entonces activó la alarma contra incendios como acto desesperado por salir de ahí. Lo que más le impresionó fue quien portaba el arma, y era nada menos que Nathan Prescott, su compañero de curso. A pesar de no ser muy amiga de Nathan, eran cercanos, pues, además de estar en la misma clase, ambos eran parte de Club Vortex.
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La Verdadera Cara del Ricachón(Life Is Strange)
Science FictionUna historia basada en el videojuego de nombre Life Is Strange, donde nuestro personaje principal, IA Unicorns, conoce al verdadero Nathan Prescott, el hijo menor de dos en una familia con dinero suficiente para sustentar su escuela. Aquí, IA y Nath...