Segunda Parte. Capítulo 4. "Sin Tiempo".

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IA caminó y caminó sin ver hacia dónde iba. Se detuvo un momento al escuchar que un carro sonaba el pito. Giró hacia donde provenía el ruido y se dio cuenta de que se encontraba a mitad de la calle. No hizo ningún movimiento. El señor que le apuraba a que se moviera sacó la cabeza por la ventana del auto y comenzó a gritarle que se moviera sino iba a avanzar y la arrollaría. IA lo miró un momento para después soltar: "Adelante, no te atreves." Con una sonrisa cínica marcada en su rostro. El hombre se quedó atónito tras escucharla decir algo tan atrevido, así que metió de nuevo la cabeza al auto y piso el acelerador y el freno. IA no se movió pues sabía que no se atrevería, simplemente quería asustarla. 

    Todo pasó en cámara lenta frente a los ojos de la albina: se percató de que el auto comenzó a moverse hacia ella, iba a correr, pero en eso un brazo la jaló de regreso a la acera provocando que cayera sobre la persona que la salvó de ser aplastada por un imbécil. El auto se fue alejando e IA estaba catatónica por lo ocurrido recién. Después de varios segundos quiso saber quién la había salvado, así que miro hacia abajo y vió a Nathan quien la sostenía en brazos y le hablaba, pero ella no podía comprender nada de lo que decía. Le observó asombrada por un momento y después detuvo sus palabras poniendo un dedo sobre sus labios. "Perdona pero, ¿podrías repetir lo que dijiste? No estaba en la Tierra." Nathan le dedicó una mirada de enojo. "Claro, te salvo la vida ¿y esto es lo primero que dices? ¡¿No estaba en la Tierra?!" El chico se levantó junto con IA para después irse por donde sea que haya llegado. "Espera, ¡Prescott! Lo siento, me asombró el hecho de que me hayas salvado. Pero gracias." Posó su mano en el brazo del castaño quien la miraba aún con el ceño fruncido. "Como sea." De nuevo siguió su camino. IA se quedó parada un momento, pensando. En un segundo reaccionó como si le dieran un choque eléctrico y corrió hacia Nathan. Él caminaba como si nada hubiera pasado hasta que IA le alcanzó y disminuyó el pasó para estar a la altura del chico. "¿Ahora qué quieres?" Preguntó Nathan un poco alterado mirándola de reojo sin dejar de caminar. "Nada en especial, simplemente caminar. Caminar y caminar hasta donde nuestros pies nos lleven." Giró su cabeza para verle. Aún tenía el ceño fruncido. IA jamás se había detenido a verlo. Se dio cuenta de que aquel chico era en realidad muy guapo, pero IA jamás tuvo un sentimiento por alguien, así que lo ignoró y siguió caminando. Nathan le vio de nuevo de reojo para después detenerse en seco. "¿Desde cuándo te agrado? ¿Desde esta mañana que conversamos en Two Wales?" Le preguntó interponiéndose en los pasos de la chica. "¿A caso no podemos ser amigos? Oye, es divertido. Me llevo bien con todos pero no tengo muchos amigos porque la gente me parece estúpida con todas sus tradiciones y morales. Creen que lo saben todo pero tienen la mente tan cerrada que lo único que saben hacer es hundir a los que vemos más allá de los detalles..." IA mantuvo su vista en el pecho de Nathan, pero en realidad no veía claro. Su mirada estaba perdida entre tanta palabra. Él simplemente la miró impresionado, eso es precisamente lo que creía de la gente: que eran una mierda. La gente le miraba extraño. Lo odiaban sin conocer su situación. Simplemente le juzgaban y se creían superiores. "No sabía que creías eso de la gente. Es irónico, porque, yo también lo creo. ¡Tal vez no de ese modo! Pero también creo que la gente es una mierda." IA estaba estupefacta tras escuchar aquellas palabras salir de la boca del castaño. Por un momento recordó cuando estaba en la escuela secundaria y la gente le miraba como un bicho raro, como si jamás debiera haber nacido. 

    [Ella sufrió muchos años, pero un día se dio cuenta de que esas personas no valían nada. Entonces su comportamiento cambió. Entró a la preparatoria y no conocía a nadie, decidió dejar clara su forma de ser y pensar, ignorándolos, odiándolos internamente y, en veces, lo demostraba. Una vez una chica le dijo algo que la ofendió de verdad, entonces la albina simplemente se paró de su asiento y sin pensarlo dos veces plantó un golpe en el rostro de aquella engreída dejándole el pómulo rojo de tan fuerte impacto. Esa pelea no terminó bien: la chica que le había molestado terminó con el labio inferior roto, un ojo morado y algunos moretones en el rostro; mientras que IA sólo tuvo algún rasguño en la cara. Después de eso nadie volvió a meterse con esa chica extraña con un parche cubriéndole el ojo izquierdo, el cual nadie jamás llegó a ver.]

La Verdadera Cara del Ricachón(Life Is Strange)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora