CAPITULO 1: REMINDING (Primera parte)

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El sol se ocultaba con rapidez frente a mis ojos, dejando el paso libre a las grandes y oscuras nubes que últimamente aparecían seguido en el cielo. Pequeñas gotas de agua comienzan a caer en la ciudad y las personas corren de un lugar a otro buscando resguardarse de la lluvia.

Mi vista se pierde en el cielo y me pregunto si me podrá observar desde donde quiera que estuviese. El tiempo parece transcurrir tan lento, todo se siente terminado desde aquel día.

Es tanta la soledad y nostalgia que me abunda que ha pasado un año y aun no soy capaz de superarlo. Me lamento tanto por lo que sucedió, todos tienen razón, fue mi culpa.

Los amargos recuerdos de nuevo inundan mi pensar, aquellas horribles imágenes vuelven a aparecer en mi mente, repitiéndose una y otra vez, torturándome a cada momento.

Una vez más el celular suena en mi bolsillo, no ha dejado de hacerlo en todo el día y eso comienza a irritarme.

-¿Sí?-contesto con desgana.

-¡Tiffany! ¿Dónde te has metido de nuevo?-la chillona voz de ardilla de mi mejor amiga suena tras la línea.

-Jessica... quiero estar sola, lo necesito-la escucho soltar un gran suspiro.

-Sabemos por lo que estas pasando. Esto también es difícil para nosotras, queremos ayudarte. No estás sola- cada palabra se sentía como un puñal. ¿Saber por lo que paso? Nadie podría comprender tremendo dolor.

-¡No Jessica! ¡No saben por lo que estoy pasando!-suelto furiosa al borde de las lágrimas-La perdí Jess... Ya no está a mi lado y todo fue por mi culpa.

-Nada de lo que sucedió fue tu culpa-aseguro pero yo sabía que mentía.

-Eres la única que lo cree y en el fondo sabes que es mentira.

-Eso no es cierto Tiffany, todas sabemos que fue un accidente-negué con la cabeza, apretando el aparato en mi mano y durante un segundo cerré los ojos haciendo todo lo posible por no llorar.

-Por favor sólo... sólo déjame pensar-pedí en un murmullo y no espere a que pronunciase otra palabra simplemente colgué, no quería que escuchase mi voz quebrarse.

Retomo mi camino y mis pies me traen de nuevo a este lugar.

Mi ropa y cabello están mojados y el frío comienza a calarme hasta los huesos, pero no me importa, los recuerdos sobre ti llenan mi mente, pasando tan rápidos como flashes.

Me acerco al barandal observando cómo las gotas de lluvia caen con fuerza en el lago.

Splosh, splosh, splosh, splosh.

De los grandes árboles de cerezo resbalan pequeñas gotas de agua, las cuales chocan contra el estanque, mezclándose con mis lágrimas. Es tan difícil borrar tu sonrisa de mi cabeza, tu brillante y preciosa sonrisa.

Eras tan indispensable para mí, como lo es el sol para la Tierra, metafóricamente sin ti no existo. Te convertiste en mi todo, en mi razón de existir.

Te extraño, te extraño, te extraño, te extraño, te extraño... repito una y otra vez en mi cabeza.

-Te extraño...-recito apretando el barandal, esperando una respuesta, la que se lamentablemente nunca llegara. Mi llanto fluye con rapidez y mis sollozos comienzan a ahogarme.

Odio no poder hacer algo para traerte de nuevo aquí, a mi lado, donde perteneces y del que nunca debías apartarte... del que nunca debí alejarte.

Cansada por el largo día recorriendo las calles tomo asiento observando a las diminutas gotas caer con fuerza contra la acera y para mi sorpresa puedo vernos desde aquí. Es como viajar al pasado.

Memories Of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora