Buscando Mi Sonrisa.

Capitulo 3: Volviendo al inicio.

Me encontraba caminando en un lugar sin color aún siendo de día, esto podía saberlo gracias a qué el sol se encontraba en el cielo.

— ¿Dónde estoy? 

Me preguntaba a medida que caminaba por aquella pradera sin nada más que pasto y un árbol a lo lejos en una pequeña zona elevada.
Algo parecía llamarme desde aquel árbol tan peculiar, me acercaba a este esperando que ahí se encontrará algo que me dijera algo sobre este lugar donde me encontraba, sobre como llegué aquí y que propósito tengo aquí.
Poco a poco me acercaba mientras notaba que una silueta oscura por la sombra de las hojas de árbol comenzaba a aparecer.

— ¿Quién eres? ¿Que haces aquí? ¿Que hago yo aquí?

Preguntaba en voz alta al estar cada vez más cerca del árbol y de aquella extraña figura que por su aspecto era una persona como yo o al menos en el exterior parecía ser humano.

Antes de que pudiese acercarme del todo mis pies quedaron atascados en el suelo, no podía seguir avanzando, algo me tenía atrapado, gritaba por ayuda a aquella sombra, pero solo se quedaba estática sin mostrar un poco de interés o preocupación por lo que estaba ocurriendo.
Pronto aquello que me aferraba al suelo comenzó a jalarme desde abajo, estaba enterrándome poco a poco.
Solo podía gritar de miedo esperando a que aquella persona me ayudase o moriría enterrado bajo tierra.

— No, esto no puede acabar así, no puedo permitirlo.

Con mis manos me aferraba al suelo intentando que aquello que me jalará no logrará continuar, pero mis esfuerzos eran inútiles pues comenzaba a perder fuerzas.

Ya no había más que hacer, sin poder resistir más mis manos se soltaron y aquello me arrastró por completo al suelo.

— ¡Nooo!

Grite asustado con mi cara empapada en sudor y respirando agitado, veía a mi alrededor notando que estaba en mi pequeña cabaña en ese frío lugar en una parte no tan alta de una montaña donde nadie me podría molestar.

— Otra vez ese sueño... Han pasado años desde que lo tengo y siempre es igual.
¿Que significa? ¿Quién es esa persona que me llama? ¿Qué es lo que me arrastraba? Quizás nunca lo sabré.

Me levanté para caminar a una ventana solo para ver que el sol ya había salido.

— Llegó la hora, tuve grandes momentos en esta pequeña cabaña, pero es hora de iniciar desde cero. 

Tomé mi mochila ya preparada, apagué la chimenea y me dirigí a la puerta listo para irme.

— Adiós viejo refugio de soledad, tal vez nos volvamos a ver.

Sin más; salí de la casa listo para regresar y comenzar una nueva vida.

Caminaba por la nieve, esta vez era un poco más firme por lo que no era muy difícil caminar sobre está.
Bajaba de esa pequeña montaña por un camino que me permitía subir y bajar de forma cómoda y fácil.

Después de al fin llegar al final de la bajada comencé a caminar por un bosque que rodeaba aquella montaña en la que me refugié por años.

— No estoy tan lejos de la ciudad como pensaba cuando escape, supongo que era un poco más joven y pequeño y parecía un lugar lejano, al menos nadie me encontró... Si es que alguien alguna vez me busco.

Me detuve en una parte zona del bosque en la que tenía de bajar solo para mirar aquella ciudad que alguna vez fue mi hogar y dónde asesiné a gente que lo merecía y otras que no.

— No puedo dar marcha atrás, por más que quisiera olvidar mi pasado y jamás volver... Debo afrontarlo, solo así podré estar bien conmigo mismo e iniciar de nuevo. 

Sin más continúe con mi camino, el aire era más frío que otras veces aún con el sol despejado en el cielo, el ambiente era tranquilo; sin ningún animal o persona alrededor.

— Solo espero que Slenderman no se aparezca aquí jaja, me asusta pensar que me lo puedo encontrar y me quiera atacar.

Bromeaba caminando como si alguien me fuera a escuchar, pero solo bromeaba para mí mismo supongo que para hacer que el viaje fuera un poco mas ameno. 

Finalmente, después de caminar sin descanso y sin compañía mi camino había terminado, estaba de regreso.

Caminaba adentrándome en las calles de la ciudad, veía alrededor recordando mi pasado en esta ciudad.
Pasaba por aquella escuela donde la historia de Bloody Painter comenzó, ver a los niños me hacía recordar a esos malditos chicos que me hicieron convertirme en un monstruo.

La gente me veía raro, como si recordarán esa historia del niño asesino o quizás por qué me veían diferente a ellos. No les hice mucho caso pues no me interesaba lo que pensaran de mi.

Continúe caminando, pasando por las casas de los chicos que mate, parecían tan diferentes desde la última vez que más vi o quizás no las recordaba bien, algunas familias seguían en ellas, otras se fueron y otras personas tomaron su lugar, pero era algo que al final; no tenía importancia alguna para mí.

— Ellos lo merecían, ellos lo merecían, no fue mi culpa, yo solo libere a esta ciudad y al mundo de esos tontos.

Ponía mis manos en mi cabeza repitiendo eso, solo quería liberarme de la culpa y de ese sentimiento de culpa que me atormentaba, era por eso por lo que estaba ahí, para liberarme y perdonarme a mí mismo.

— Debo continuar mi viejo hogar está muy cerca.

Me sentía algo cansado, el cielo se había tornado de un color anaranjado, el atardecer me hizo ver qué si había sido un viaje largo pues había viajado desde la mañana de mi refugio en la montaña.

— ¿Por qué en ambos lugares no se sienten como mi hogar? ¿Por qué me siento tan incompleto?

Me preguntaba a medida que caminaba por la calle que iba directo a mi viejo hogar.

Después de un largo viaje y de tantos años sin de no regresar; estaba en mi viejo hogar.
Me quedé parado frente al jardín viendo aquella que fue mi casa alguna vez, había un letrero de "Se vende" muy desgastado, parecía que la han tratado de comprar por años sin éxito quizás por la historia de lo que ocurrió en ella y los rumores de que era la casa del joven asesinó.

—¿Por qué no se siente como mi hogar? ¿Por qué me siento intranquilo como si no perteneciera aquí?

Me preguntaba ahí parado viendo mi vieja casa algo desgastada por los años.

— Quizás sea el agotamiento, será mejor entrar y dormir, mañana estaré más fresco para iniciar mi nueva vida. 

Continuara...