Buscando Mi Sonrisa.

Capitulo 4: ¿A dónde me llevas?

Me acerque a la puerta de mi vieja casa muy nervioso, sin saber que me esperaría dentro.
Todo se veía tan dañado y desgastado, nadie le ha dado mantenimiento no uso a esta vieja casa, es triste ver lo que provoque sin querer.

—Bien... Ya es hora de entrar...

Después de decir esto solté un suspiro para tomar una llave oculta en el borde del marco superior de la puerta, era una llave de emergencia que guardaban mis padres.

— Parece ser que nadie encontró está llave, creí que había sido una mala idea ocultar un repuesto aquí, ya veo que me equivoqué. 

Me decía para usar esa llave y abrir esa puerta que emitía un ruidoso rechinido.
La casa se encontraba en mal estado, los muebles estaban llenos de polvo, algunos estaban tirados en el suelo, otros estaban algo rotos.
Me adentre cerrando la puerta para ir a pulsar un interruptor de luz, cómo era de esperar está no encendió debido a la falta de pagos y mantenimiento de la casa.

— Tendré mucho trabajo que hace aquí, también tendré que cancelar la venta la casa diciendo que soy familiar y por lo tanto es de mi propiedad.

Camine a la sala solo para ver esa habitación tal y como quedó en aquella noche en la que mate a mis padres, muebles y cosas rotas, incluso aún seguían ahí las manchas de sangre, manchas en el suelo de sus cuerpos sangrientos, salpicaduras rojas en las paredes. En mi mente podía oír sus gritos de terror y desesperación, incluso gente a mí podía ver fragmentos de mis recuerdos, sus rostros aterrados y tristes.
Mate a mi padre y solo quedaba ella... Me miró triste y cerró los ojos aceptando su destino... Creo que se dio cuenta de que era yo.

Me tiré al suelo a llorar arrepentido, sentía una gran presión en mi pecho.

— Lo lamento tanto, en serio quisiera que estuvieran de vuelta, solo quisiera verlos una última...

Fui interrumpido por el sonido de alguien corriendo en la casa.

— ¿Quién está ahí? 

Pregunte algo molesto levantándome y secando mis lágrimas para ir a investigar que fue ese ruido, pase por todo el primer piso son encontrar nada fuera de lo común.

— Quizás fue una rata, incluso un mapache, no me sorprendería que hubiese por el frío de afuera y por lo abandonado que estuvo este lugar por años o esas alucinaciones que vienen a mi mente para hacerme sentir culpable-

Hablaba conmigo mismo al no encontrar nada ni volver a escuchar un ruido similar.

— Ya está anocheciendo... Será mejor buscar velas y una linterna para poder ver en la oscuridad-

Me dirigía a buscar velas y una linterna donde recordaba que solían estar guardadas, era extraño como a de los años seguía recordando casi a la perfección mi viejo hogar

Al tener todo lo necesario, usé la linterna para ver al subir las escaleras al segundo piso, me dispuse a ir primero a mi vieja habitación.
Me sorprendió ver qué al entrar, todo seguía exactamente igual, nada cambió desde que me marché claro todo estaba sucio, lleno de polvo y con algunas telarañas en ciertos rincones, pero mis cosas estaban iguales que la ultima vez que estuve ahí.

Nostálgico tome un viejo cuaderno de dibujos, coloque una vela en una cajonera junto a mi cama y la encendí para sentarme en la cama y ver mis viejos dibujos.

Era interesante ver cómo había mejorado en mi forma de dibujar, en mis diseños y estilo, reía viendo algunos dibujos extraños.

Pronto comencé a bostezar por lo que guardé aquel cuaderno y unos recuerdos en mi mochila para después apagar y llevarme la vela pues no quería dormir ahí.
Con mi linterna salí de mi habitación cerrando la puerta y caminar a otra puerta, tomé la perilla totalmente nervioso.