Fuego y luz

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Mi nombre es Amber Gray.

Era las 5:35 mi alarma retumbaba en mis oídos, mi madre gritando a mi hermana y a mi que nos apuráramos.

fui a despertar a mi hermana a su cuarto, la habitación estaba rebosante de revistas, artículos para el cabello y ropa sucia, pero esta vez me atraveso un panico horrible por que en vez de ver a mi hermana dormida encontre la cama hecha jirones, buscando a mi hermana por el cuarto veo que ella no esta por ningún lado.

-¡ Safrina !!!- sabía que era inútil no la iba a encontrar, gritar sólo asustaría más a mamá.

Escuche unos golpeteos de pies subiendo la escalera.

-¿Que esta pasando Amber...- mi madre se queda congelada al ver la cama, empezó a murmurar palabras sin sentido lo más seguro otro idioma. Mi madre era una mujer esbelta con cabello rojo, de estatura corta yo ya era más alta y Safrina también.

-Vístete tienes que ir a la escuela- me dijo

-¡¿Como quieres que vaya a la escuela con mi hermana desaparecida, hay que avisar a la policía o algo así?!-como podía esperar que me fuera a la escuela haciendo que no pasa nada.

-¡No me importa como pero tienes quience minutos para estar lista e ir a la escuela lo de tu hermana me encargo yo!- me dijo.

Salí echando chispas a mi habitación para terminar de vestirme, cuando baje mi mamá me estaba esperando con un omelett, fruta y un café.

-Lo que le paso a tu hermana no tienes que contárselo a nadie, yo hare que ella regrese, pero mientras tu debes fingir que no esta pasando nada, inventándote una historia para excusar sus faltas a la escuela- me dijo.

-¡Y como se supone que voy a fingir la desaparición de mi hermana a los últimos dos bimestres de preparatoria!, ¡dime!- explote no le quería hablar así, pero mi hermana desaparecida y ella se lo está tomando muy a la ligera.

-Entiendo que estés enojado pero yo pediré ayuda para que rescaten a tu hermana y haremos que esto nunca paso, ¿entendiste?- me dijo.

-Esta bien, pero promete que la traerás a casa pronto- no creía que yo le estuviera diciendo, pero tenía que confiar en mi madre.

- de acuerdo- Tomé una respiración, para tratar de que las lágrimas no desbordarán mis ojos

Odiaba llorar ó peor que la vieran llorar las hacia sentir débil y vulnerable.

-tienes 3 minutos para comerte tu desayuno y luego te iras a la escuela-

Tomo su desayun en silencio y me despedí de mi mamá y salí, la escuela estaba a 10 cuadras y lo podíamos hacer caminando mi hermana y yo, ya que no era un largo camino.

pero cuando sali de la casa me sentí insegura empece el rumbo hacia mi escuela pero sentía que me observaran, varias veces me voltee para ver que nadie estaba atrás de mi, cuando llegue al instituto de Brooklyn preparatoria-universidad, estaba en el último año de prepa solamente me faltaban 2 bimestres para terminarla.

Mejor amiga Sophie, venía corriendo siempre con su hermosa sonrisa era muy bella cabello negro ojos azules, aparte de que tenía bonito cuerpo, muy diferente a mi, mis ojos eran verdes y mi cabello alborotado y yo no tenía curvas.

-Hola Amber- me dijo con una sonrisa resplandeciente.

-Hola Sophie- dije distantemente. Parecía que Sophie había dejado pasar mi estado de ánimo, nos encaminamos juntas al instituto a la clase de el profesor Dwyner de química, la escuela transcurrió sin ningún contratiempo ó algo en especial.

Cuando llego el descanso Sophie y y nos encaminamos a la cafetería, como siempre estaba abarrotada y mis compañeras estaban enamoradas de Liam Jake, el jugador de hockey y por alguna razón yo lo conocía ya que el era mi vecino, el era el mejor amigo de mi hermano pero estaba en un intercambio en Brasil, antes de que mi hermano de fuera, Liam me llevaba a la escuela en su auto pero ya no lo hace por que un amigo suyo lo choco.

Después de que se terminará el receso seguimos con las clases, cuando se acabaron me despedí de Sophie y me encamine hacia mi casa.

esa misma sensación de que alguien me seguía se volvió a instalar en mi, esta vez voltee ligeramente cuando apenas logre ver a un hombre que se escondía tras una casa, salí corriendo inmediatamente, la adrenalina corriendo por mis venas, pero el señor ó el muchacho mejor dicho era más rápido que yo, salí corriendo como una tonta hacia un callejón, me arrincono y me atrapo.

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