Capitulo 3

709 20 1
                                    

Cuando llegue a mi primera clase me senté justo al lado de Lara, era difícil describir a mi única amiga en la escuela, sus ojos estaban delineados de negro, su cabello rubio parecía una explosión de rizos húmedos que caían hasta su camiseta negra con la palabras ‘RAMONES’ en el frente. Ella se divertía diciendo que era genial estar juntas, el cielo y el infierno. Ella un pequeño demonio y yo un inocente ángel de mejilla rosadas y cabello castaño. 

No esta segura si era bueno ser el querubín.

-¡Hola señorita cumpleañera! –saludó Lara, y aunque estaba feliz porque le recordaba aquello que solo formó un nudo en mi garganta.

-Hola –le dije mientas ella fruncía el seño-

Tenía entre sus dedos con uñas perfectamente pintadas de negro, un cajita de color azul cielo, la miro y luego a mi de nuevo. 

-¿Qué? –preguntó mientras yo parpadeaba-

-Nada –traté de sonreír encogiéndome de hombros-

La mirada intensa de sus ojos verdes por poco hace que rompa en llanto ahí, en medio del salón de clases, al final ella soltó un bufido poco femenino y me tendió la cajita. 

-Tu regalo –murmuró mientras yo la tomaba y sin siquiera verlo le daba un fuerte abrazo-

-Gracias –susurré al tiempo que ella me daba palmaditas en los hombros-

-Muestra de cariño pública, ¡puaj! –bromeó haciéndome reír-

-Yo siempre he dicho que el amor no debe ocultarse –se burló Daisy Thompson, la capitana del equipo de porristas y mi mayor temor escolar. Siempre me había molestado pero desde que Zayn y yo éramos novios eso se había multiplicado.: bromas, chistes ofensivos, etc. 

Lara creía que Adam podía ponerle un alto, pero yo no deseaba ser quejumbrosa, eran mis batallas. 

El profesor llegó antes de que Lara le saltara encima. 

Regresé a casa caminando pues el partido de Zayn se había alargado más de la cuenta y los dos sabíamos que el futbol no era lo mío, aunque dudo que él hubiera puesto mucha atención cuando le dije que me iba, de nuevo el nudo en la garganta pareció hacerse enorme y me esforcé por pensar en las cosas lindas del día. 

El regalo de Lara había sido una pulsara con colgantes, en ella mi amiga, que repelía las muestras de cariño, me había mostrado todo su amor. Había una pequeña cámara, un ángel y un pequeño demonio, también un perro, que según Lara representaba a Zayn, a lo cual yo solo rodeé los ojos. También tenía un corazón y un pequeño león juntos, Lara me había explicado que yo tenía un gran corazón y que eso requería ser demasiado fuerte para que pudiera sobrevivir a la maldad de la gente. Era un regalo precioso.

Otra Oportunidad (Zayn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora