Capitulo 5

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Pertenecí al periódico escolar por dos años, todas las fotografías en el eran mías, al verlo impreso sentía una clase de pertenencia con la escuela que no lograba con nada mas. 

Había quedado con Zayn de buscarlo después de entregar el trabajo sobre el concurso de química que se había llevado a cabo hace unos días. 

-Gracias por traerlas hoy, Aria –me dijo Peter con una sonrisa-

Era el encargado del periódico escolar, un chico alto de cabello negro y ojos enmarcados en gafas de montura gruesa sobre una nariz perfecta, dándole un aire intelectual y misterioso, la mayoría podía considerarlo intelectual, pero sabia que había al menos unas cuantas chicas muertas por él. Aunque solo tenía ojos para una. 

-No es problema, la fecha de entrega era mañana así que no me pediste un imposible –le aseguré mientras tomaba mi mochila y comenzaba a caminar hacia la puerta-
-Aria –llamó removiendo varios papeles de espaldas a mí. Sabía que me preguntaría- 
-¿Cómo está Lara? Preguntó apresuradamente, con una flor delicada hecha de papel tornasol en su mano. Peter Smith esta colgado por mi amiga, lástima que ella lo consideraba un aburrido come-libros. 
-Bien, ella está bien, estoy segura que lo comprobaste tu mismo –le dije con una sonrisa y el sonrió también, sus ojos negros brillaron y negó con la cabeza-
-Soy un caso, ¿verdad? –preguntó mientras yo me encogía de hombros-
-Todos lo somos a veces –le contesté-

Me miró un momento tomando mi mano y colocándome la flor sobre ella. 

-¿Para Lara? -Pregunté incrédula, hasta Peter tenía que saber que eso no sería del agrado de nuestra querida demonio-
-Es para ti, feliz cumpleaños…atrasado –contestó haciéndome sonreír y sí, sonrojándome un poco, me sorprendía que aún después de una semana se hubiera preocupado por el detalle- 
-Gracias, es hermosa –le aseguré y por fin me despedí saliendo hacia el pasillo-

Camine hacia la cancha de futbol mirando la flor, me detuve en una de las esquinas de las gradas, noté como el entrenamiento acababa y Zayn era rodeado por Daisy y dos chicas más, de las que no estaba muy segura cuales eran sus nombres. Otro chico llegó y abrazó a una de las chicas desconocidas dándole un beso antes de ir hacia los vestidores. Daisy jugaba con su larga coleta rubia mientras se acercaba a Zayn, le dijo algo al oído y él solo le sonrío mientras tocaba casi imperceptiblemente el cabello de ella. 

Un nudo se me atascó en la garganta y de no ser porque él se despidió con la mano y caminó hacia los vestidores, no sé que hubiera hecho, lo más probable, salir de ahí llorando sin poder evitarlo. Esperé sentada en las gradas mirando la flor aún en mis manos, la cual se había arrugado ligeramente, por suerte no había perdido su forma. Trataba dejarlo pasar, pero solo una imagen de ellos dos juntos me llenaba de incertidumbre, si él me viera como la miraba a ella tal vez no habría problema, pero no era así, a mí me seguía viendo como a su hermana molestosa o su amiga extraña, a ella, como la chica de diecisiete con largas piernas y sonrisa coqueta que ofrecía mucho más de lo que yo quizás podría ofrecer. 

-¿Qué tienes en la mano? –preguntó Zayn a mi espalda, me sobresalté y guardé la flor en la mochila-
-Nada –dije mirando hacia el frente, se sentó a mi lado y trató de tomar la mochila-

Lo miré sintiéndome extraña, solo necesitaba irme a mi casa. Señaló mi mochila de nuevo.

-Es sólo un regalo de cumpleaños de Peter –sonreí mientras fruncía el ceño. Pero al final masajeó su nuca un momento y se levantó- 
-Vamos –murmuró mientras yo sonreía sin humor, ¿qué había esperado?, ¿qué hirviera de celos como yo un momento antes? Zayn no era así, <al menos no conmigo>.

De camino a nuestra calle, traté de disfrutar de nuestros momentos juntos, pero él estaba más callado de lo usual y ya había agotado la conversación básica así que saque mi cámara y bajé el cristal esperando alguna imagen interesante que capturar. 

-Aria, por favor –murmuró entre dientes mientras yo tomaba una fotografía de dos niños esperando pasar en un alto del semáforo. 

Me giré con una sonrisa y la cámara en mano. 

-Tenía que tener esa imagen –le aseguré mientras él rodeaba los ojos- Zayn –llamé y él se giró para ser captado por mi lente-

Me reí de su cara de sorpresa justo antes de que arrancara el auto apretando la mandíbula. 

-¡Ya basta! –dijo molesto y yo, fruncí el ceño mirando la cámara en mi regazo- 
-No es la primera vez que lo hago –argumenté- 
-Pues quizás es la primera vez que admito que no me gusta, ¿nunca lo has pensado?, vas con tu camarita sin pedir permiso a nadie. ¿Qué te da derecho a fotografiarnos? –terminó mientras yo parpadeaba para alejar las lágrimas que se agolpaban en mis ojos-

Los siguiente minutos antes de llegar al frente de mi casa se hicieron interminables e incómodos, por fin cuando aparcó yo guardé la cámara que aun permanecía entre mis manos y acomode la mochila en mi costado mientras ponía mi mano en la manija de la puerta. 

-Lo siento –murmuró casi sin voz y yo cerré los ojos, esta vez no solamente había sido indiferencia, esta vez se había comportado como todos sus ‘amigos’, criticando lo que yo amaba. 
-Siempre he tomado fotos Zayn, pero no te preocupes, no volveré a tomarte ninguna, soy capaz de entender las cosas, ¿sabes? –le murmuré mientras él se pasaba una mano por el cabello-
-Aria –me llamó pero yo solo abrí la puerta y bajé-
-No te preocupes, nos vemos mañana –le aseguré cerrando el auto y me giré dándome cuenta que era la primera vez que me despedía sin un tibio beso en la mejilla-

Otra Oportunidad (Zayn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora