Estaba agotada física como mentalmente, ese día no pudo estar mas sensible al escuchar de esa persona especial, decir cosas que la pusieran tan mal, haciéndola infeliz con sus comentarios inapropiados y fuera de lugar.
Siempre todo lo que ella decía o hacía estaban mal, aquellas palabras no eran las mas fuertes que conocía, pero si eran crueles para ella, proviniendo de alguien importante en su vida.
Ella solo escuchaba y asentía con la cabeza gacha tragándose todo el sentimiento que el corazón le emitía , sin poder ponerle fin a lo que sucedía, era una sumisa sin libertad de expresar lo que realmente sentía.
En ese momento su vaso se había colmado, y se ahogaba lentamente en su agonía. Sus ojos se llenaban de agua cristalina, trataba de no pensar en nada y aguantó lo mas que podía, no dejando escapar ni una sola gota, aunque una tristeza inmensa la invadía.
Sin emitir ninguna palabra huyó lejos de allí, y derrumbándose en una esquina empezó a sollozar recordando cada momento que esa persona le había hecho pasar.
El dolor era tan grande que no sabía si algún día podría perdonarlo y darle una oportunidad, quería intentarlo pero no podía siquiera cavilarlo.