Parte sin título 59

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Estamos en nuestra cafetería favorita, tomando nuestras bebidas de siempre. Seguimos siendo los mismos, pero todo está diferente. Hoy el chocolate blanco, me sabe amargo. Y tu te muestras algo fastidiado.
Hablamos de lo cotidiano, pero realmente no nos estamos escuchando; y es que a eso hemos llegado, lo estamos intentando reparar, pero ya todo está destrozado. Ya no hay nada. Ni siquiera nosotros existimos.
Y me intento reír, pero nada me parece gracioso. Y tu intentas ser feliz, pero los motivos se han ido.
Hay dolor en mi rostro, y un corazón roto en mi pecho; hay arrepentimiento en tus ojos, y culpa en tus dedos.
- "Lo siento"- dices después de un largo silencio.
- "Lo sé"- digo con lagrimas deslizándose por mis ojos.
- "Sigue sin ser suficiente, ¿estoy en lo cierto?" - dice sabiendo ya la respuesta.
Y lo está, ya no nos podemos arreglar, el tiempo se ha ido. Y nosotros nos fuimos con el.
Así que me levanto de la silla y me voy.
Esa ya no es mi cafetería favorita, y desde que me destrozo, mi bebida favorita es el alcohol.


Escrituras anónimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora