Escrituras anónimas

Me gustaría describirlo cómo un demonio

cómo un ser malvado que te arrastra al peor de los infiernos. El te arrastra a un infierno que parece paraíso. Es un tipo ángel caído, con hermosa sonrisa y ojos deslumbrantes. No hablemos de sus labios, porque podría describirlos como droga, mientras más los besaba, más adictivos se volvían, pero cada vez dañaba más.
Un demonio con un ancla, que se clava en tu alma cada vez más profundo.
El es el tipo de dolor que te gusta sentir, que lo disfrutas de una manera retorcida y no quieres que se vaya. Su infierno tiene los colores más bonitos, y los sonidos más melódicos.
El se alimentaba cada vez más de mi, dejándome sin nada, y si soy honesta, no necesitaba nada si estaba con el, así que no me importaba perderlo todo. Pero finalmente, también lo perdí a el.
Porque él sabía como desaparecer de tu vida cuando ya no le convenías.
El era el cielo en el infierno, pero una vez que se iba. No quedaba más que tu triste y silencioso infierno a blanco y negro, y de vez en cuando su recuerdo.