Con una sonrisa dibujada en su atractivo rostro caminó , despidiéndose y prometiendo volver al día siguiente como venía haciendo desde ya un tiempo, unos cuantos meses. Ahora caminaba con la sonrisa en su rostro y los latidos de su corazón. Ya no había lluvia y las conversaciones con el pequeño cantante eran cada vez más maravillosas, su ánimo era ahora mejor y las sonrisas más frecuentes, pero el problema siempre está ahí y sus padres también para recordárselo.
Los pterodáctilos en su estómago eran más frecuentes y todo tenía más color. Ya hace un tiempo atrás se percató de todo aquello y la respuesta le mantenía a la expectativa. Claro, ya la sabía, pero era un terco desenfrenado.
Una tarde, después de dos meses; el clima era bueno, su madre no había molestado y el trabajo estaba de maravilla. Se dirigía al Sooffee con la mente relajada y el cuerpo sin tensión, todo iba bien. El olor de café estaba ahí, antes de cruzar la puerta, las flores de la entrada se veían especialmente bellas ese día. Estaba listo y a la expectativa, como todas y cada una de las veces que a 'invertido' dinero en cada taza de café que venía con una conversación amena que se extendía hasta la hora del cierre. Han sido tantas las veces que ya no le interesa la billetara o el pesado camino a casa. Sólo espera ver a la personita llena de chispa y carisma, pero lamentablemente, la conversación que escuchó y el acercamiento entre los participantes le molestó y desvaneció sus alegres deseos.
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-KyungSoo, vengo pidiendo salir con usted por cuatro meses, por favor deme una oportunidad- le dijo el estúpido tipo que siempre miraba sus presentaciones como si KyungSoo fuera un pedazo de carne y él fuera el carnívoro más voraz de la tierra.- Sólo diga que si...- le susurró mientras tomaba su manos y se acercaba a su rostro. KyungSoo por su parte, tenía los ojos abiertos en asombro por la cercanía y su cuerpo tenso no reaccionaba. El rostro del tipo pulcramente vestido (estirado total) estaba tres centímetros. Un KyungSoo inmóvil seguía perdido y un JongIn botaba chispas por la escena que le producía malestar.
-¡NO PUEDE, NO ESTÁ DISPONIBLE!- gritó JongIn mientras le alejaba del sujeto. agarró las manos del bajo con mucha fuerza y no señores, a KyungSoo nadie le hace eso.
-¿Qué te sucede?- habló bajo.
-Disculpe, estaba conversando con KyungSoo. ¿Me permite?- dijo el sujeto, quitando una de las manos que tenía apresada la mano de KyungSoo.
-¿Y tú quién eres?- preguntó JongIn.
-Su futuro novio si es que me dejas conversar con él.
-Ah, entonces no te dejaré- sonriendo.
-¿Qué están diciendo?
-¿Usted es alguien de KyunSoo? De no ser así, dudo mucho que tenga la potestad de interferir.
-Yo soy su-
-Es mi conocido.- dijo soltándose del agarre que ejercían los dos hombres.
-KyungSoo, si me permite, podríamos conversar en otro lugar.
-Te dije que no puede, ¿no entiendes?
-JongIn, basta. Claro, vayamos a otro lugar- dijo tomando la mano del otro sujeto, para así poder ir a la parte trasera del local. Sin embargo, un fuerte tirón le hizo retroceder y soltar la mano ajena.
-¿Donde crees que vas? - preguntó ceñudo.
-No es tu asunto Kim.
-No me jodas, Do. ¡Hey! Escúchame bien, KyungSoo quiere absolutamente nada contigo. Deja de perder tu tiempo. - La mirada de JongIn era inquietante y feroz. De la mano llevo a KyungSoo al almacén que tiempo atrás, en una de las tantas noches en el Sooffee, había conocido. Antes de llegar a la puerta, KyungSoo, quien previamente trataba de liberarse sin obtener resultados, decidió morder la morena mano. El grito estruendoso de dolor de JongIn fue escuchado y KyungSoo libre ya era.
El cantante se alejó del psicópata comensal para dirigirse donde su 'fan'.
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Sooffee
FanfictionEs un día para recordar, es un día para sentir, es un día... -Lluvia -Café -Amor, amor amargo -Música